Momo Yaoyorozu perdió su casa, su Familia, su Honor y su apellido. Desesperación, miedo y tristeza la azotaron con tanta fuerza que cuando terminó de asimilarlo ya era demasiado tarde.
Al perderlo todo o al menos gran parte de su vida, se undió en u...
Los villanos miraban fijamente la enorme sombra que les hacía frente, estos estaban listos para desaparecer y emprender el acto final, pero la enorme garra de Darkshadow les obligó a separarse y hacer más complicada la extracción.
- Este sujeto sería tan interesante, sin embargo, con tantos héroes profesionales cerca, la misión solo se complica –Se quejó el del sombrero, el cual había ganado bastante altura por medio de un salto.
- ¿QUIÉN VA A ENFRENTARME? –Rugía la sombra, pues ante la presión y el aumento de poder sobre su cuerpo, Tokoyami terminó perdiendo el conocimiento.
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- ¡Oye chico sombra! ¡Por aquí! –Gritó Spinner lanzándose al ataque, sin embargo su espada solo atravesó a Darkshadow sin causarle molestias de ningún tipo.
- JAJAJAJAJA –Reía la sombra ante los intentos de sus enemigos- ¡INSIGNIFICANTE PULGA! –Exclamó Dark lanzando un puñetazo, entonces una energía rodeó el cuerpo del villano escamoso y fue atraído directamente hacía Magne, mientras que la Sombra dejaba un cráter en el suelo haciendo la demostración de su gran poder.
- Eso estuvo cerca –Mencionó Magne con la mirada enfocada en la enorme sombra morada.
- ¡¡SOY FUERTE!! –Rugió Dark haciendo que todos se taparan los oídos, mientras unas extrañas extensiones de oscuridad salían de su cuerpo, para después comenzar a tomar algunos árboles y arrancarlos sin mucho problema.
- Sensei ¿Qué hacemos? –Preguntó Izuku mirando al pelinegro, el cual parecía estar buscando a Tokoyami para remediar la situación lo antes posible.
- Tú vete a la zona segura y necesito que le digas a Iida que traiga a Bakugo, Todoroki y Kaminari, con el tamaño que tiene ahora Darkshadow, necesitamos de una gran iluminación como para hacerle disminuir su tamaño -Mencionaba de forma analítica el hombre de los cabellos negros.
- No es... Nece... sario –Mencionó una voz que hizo voltear al peliverde y al pelinegro, fue cuando vieron a Momo abriendo los ojos y poner una mueca de dolor ante la herida en su abdomen.
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- ¡MOMO! –Exclamaron los presentes.
- Puedo... puedo ocuparme de esto, no será un problema -Decía la chica mientras que se removía algo incomoda por el dolor.
