Chanyeol y Baekhyun se casaron al día siguiente, al atardecer, en una ceremonia privada.
Su boda fue la jubilosa unión de dos almas que estaban destinadas a permanecer unidas. Almas gemelas que finalmente encontraron el sosiego que da no estar solas después de años de separación, tristeza y desolación.
Yeol no había tenido ningún problema en organizar un vuelo privado a Busan.
Llamó a Sehun y su amigo lo arregló inmediatamente, sin preguntarle nada.
Baekhyun había hecho algunas objeciones simbólicas, pero no muchas. Al final, la ceremonia fue más un ritual privado de sanación, algo que necesitaban después de los años de dolor y distancia que los dos habían vivido.
Lo celebrarían a lo grande en su momento, celebración que Kyungsoo y Minah estaban ya planificando mientras que Baekhyun descansaba en los brazos de su flamante esposo, alma y cuerpo regocijándose en la unión.
No puedo creer que estemos casados — dijo quedamente, con asombro y extrañeza.
Eres mío para siempre — replicó Chanyeol, acercándosele más, tumbado en la gigantesca cama de la suite del hotel. Volvería a Gangnam-gu al día siguiente. Yeol quería llevárselo de luna de miel por un prolongado periodo de tiempo, pero lo harían después de la celebración.
«Realmente, todo lo que siempre he deseado ya lo tengo. Chanyeol es mi marido».
Acurrucado en el cálido cuerpo de Yeol, Baekhyun suspiró por plena felicidad.
Gracias por una ceremonia tan especial. No sé cómo te las arreglaste, pero fue preciosa.
Se habían casado en una capilla privada en uno de los mejores hoteles de Busan. Chanyeol se puso un esmoquin y Baekhyun tenía el traje ideal esperándolo en el vestidor de su habitación. Su hombre se había hecho cargo de todo, desde las flores hasta las velas en la capilla. Todo había sido... mágico.
Te merecías algo más — dijo Yeol — Pero no podía esperar más, Cielo. Hemos esperado tanto tiempo. Necesitaba hacerte mío. Te compensaré con nuestra luna de miel.
Baekhyun sonrió, apoyado en su hombro.
Creí que ya habíamos disfrutado nuestra luna de miel.
Chanyeol lo había poseído con tal intensidad minutos antes que lo había dejado sin aliento. Los latidos de su corazón aún no habían recuperado su ritmo.
Nos iremos lejos los dos. Durante varias semanas. Justo después de la celebración que mamá y Kyungsoo insisten que tengamos. Quiero llevarte adonde quieras ir, Baekhyun. Quiero recuperar el tiempo perdido — le dijo, cogiéndolo de la mano y llevándose los dedos entrecruzados al pecho.
No creo que tengamos que recuperar nada, Yeol. Es probable que todo haya pasado como tenía que pasar. Es lo que nos ha llevado hasta aquí. Nunca daré por sentado nada entre nosotros porque sé lo que duele vivir sin ti — dijo Baekhyun con un suspiro — Me centré en mis estudios y mi profesión todos estos años. Tú estabas enfrascado con conquistar el mundo. Probablemente no era el momento de estar juntos. Repetiría todo otra vez, sufriría la misma soledad de años para acabar justo donde estoy ahora mismo.
Pero te hice daño. Y me he despreciado por eso desde aquel día — respondió Chanyeol. Su voz, entrecortada.