Capítulo 30

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-A-Arigatõ... -dije, comenzando a sonrojarme. Sonrió. Dios. Era tan mono.

Al darme cuenta de que estaba mirándole fijamente, miré hacia otro lado avergonzada. Él sonrió divertido.

-Jã, ten cuidado la próxima vez. -dijo. Estaba alejándose.

-¡M-Matte...! -dije, y agarré la manga de su preciosa chaqueta. Fui instintivo. No sé por qué hice eso, simplemente lo hice. Y la verdad, arrepentí. ¿Qué excusa le pongo ahora para haberle parado?

-¿Hai? -dijo sonriente, pero ocultando los dientes.

-E-Etto... -bajé la mirada, intentando buscar algún tema convincente. Se agachó a mirarme mientras sonreía divertido.

-¿Quieres que me quede a cuidarte? -dije sonriendo. Esta vez enseñando los dientes. Me sonrojé.

-No es eso, baka. -Vale. Muy convincente, ____. A ver qué excusa le ponemos ahora.

-¿No? ¿Y qué es? -Tsc. ¿Ahora qué le digo? Joder.

-No, nada... -bajé la mirada de nuevo.

-¿Hontõ ni?* -me miró directamente a los ojos. Su mirada me mataba.

- Hontõ ni...

-Hm... creo que me quedaré un rato más contigo. Pareces interesante. -sonrió maliciosamente. Sonreí también.


Al sentarnos en un banco, él me contó que sabía algo del caso Kira. Cómo sacamos aquel tema, no lo sé. Sólo sé que lo sacamos.

-¿Sabes algo más? -dije entusiasmada acercándome a él. Más que entusiasmada, estaba nerviosa.

-Tranquila, te lo contaré. -me senté de nuevo tranquilamente y esperé a que hablara.

-Oh. ¿Pretendes que te lo cuente ahora? Dame, dame.** Primero me tienes que contar más sobre ti. ¿Eres alguien de fiar?

-Soy la hija del jefe de policía. Y estoy investigando el caso Kira. Creo que sí soy una persona de fiar. -dije irónicamente.

-¿De verdad? ¿Sigues investigando? -se desvaneció su sonrisa, y me miró con gesto serio. No me gustaba esa expresión en su rostro. No.

-¿Qué quieres decir?

-Nada. -se levantó. -Creo que te lo diré cuando te conozca más. ¿Nos vamos? -me tendió la mano.

-Hm. -asentí y le cogí la mano. Al levantarme me tropecé pero él fue más rápido y me agarró al vuelo.

- —To. Cuidado. -le miré y noté cómo empezaba a sonrojarme.

-Eh... arigatõ.

-No puedo estar cuidándote siempre, sabes. -dijo riéndose.

-Qué gracioso. -estuvimos así durante un rato, hasta que le sonó el móvil.

-Disculpa. -lo cogió. No pretendía escuchar su conversación, así que fui adelantándome. Al terminar de hablar caminó hacia mí y se puso a mi lado. Dónde íbamos exactamente, tampoco lo sabía. Sólo estábamos caminando. Él me guiaba o yo le guiaba, simplemente caminábamos.



Estoy bastante cómoda con Haru. Es como si le hubiese conocido antes. Al verle sentí un deja vu pero creí haberle visto por la televisión o algo parecido. Sí, la verdad es que parecía modelo.

-¡____! -gritaron. Me volteé.

-¿Light? -Joder. Al parecer tengo un chip rastreador en el cuello, como los perros. Me encanta. De veras. -¿Qué pasa? -me cogió del brazo, estrujándome como si estuviera haciendo algo malo.

-Eh, tranquilo. -se acercó Haru a paso tranquilo, pero rápido.

-¿Y tú eres...? -dijo, mirándole con asco.

-Haru. Encantado. Y ahora, si me disculpas... -apartó la mano de Light de un manotazo. -...me gustaría saber quién eres tú. ¿Haces los honores? -preguntó dirigiéndose a mí.

-E-Es Light... mi hermano. -estaba realmente avergonzada. Esto se había vuelto acoso. Light no tenía derecho a tratarme así... pero igualmente no tenía el valor de decírselo a alguien. Simplemente no podía.

-Tu hermano. -repitió, casi sin creérselo. -¿Quién te crees que eres para tratarla así? -se dirigió a Light, apartándose de mí.

-Su hermano, ¿no has oído? -Light parecía lo más tranquilo del mundo.

-Hm. Ya veo. Bueno, si no te importa, ¿podrías dejar de acosarla? A la gente normal este tipo de cosas le molestaría un poco. -remarcó "un poco".

-¿Y tú quién te crees que eres para darme ordenes? No me gusta que me den ordenes. -cruzó los brazos.

-Su novio. -me rodeó con el brazo y me besó.






*Hontõ ni: ¿de verdad? De verdad.


**Dame, dame: es como "no", indica negación.

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