Capítulo XIV

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Justo estoy saliendo del trabajo cuando me llega un mensaje de Jimin. Es una fotografía de una escalera cubierta de hojas rojo brillante. La conozco. He pasado por ahí en alguna ocasión.

Camino sin pensar realmente en ello, y cuando llego ahí, mis pasos flaquean. Encuentro a Yu Jimin, sentada en la escalera inferior, su cabeza inclinada hacia el suelo.

Está usando una chaqueta azul de marinero y hay gel en su cabello. Las hojas se revuelven a su alrededor, el suave temblor del rojo moteado.

Un pequeño tornado a sus pies. Suspiro. Está siempre apreciar algo hermoso, siempre y cuando sepas tu lugar. Deseo poder tomar una fotografía de ella sentada entra las hojas carmesí.

"¿Y por qué no puedo?"

Saco mi teléfono y tomo una fotografía que puedo decir desde ahora que saldrá borrosa.

— Hola — me dice.

— Hola tú.

Jimin se levanta con las manos en sus bolsillos.

— ¿Tienes hambre?

— Alguien me dijo alguna vez que siempre tengo hambre — sonrío.

Jimin me devuelve la sonrisa, pero no llega hasta sus ojos. Me pregunto si habló con Chaehyun.

Nada como una buena dosis de Chaehyun para limpiar toda tu alegría.

"Eso fue mezquino", pienso, "pero también es cierto".

Comenzamos a caminar, parece saber hacia dónde está yendo, así que la dejo guiarme. He llegado a considerar estas calles como mías, pero en realidad son de Jimin.

Yo solamente segui a su sombra hasta aquí.

— Sabes — dice —. Siempre pensé que eras hermosa, pero este clima te sienta muy bien. Cabello revuelto y chaquetas de invierno.

— Ese es un cumplido que solamente una escritora puede dar — digo.

Ni siquiera puedo mirarla. Me quiero arrojar desde el borde de un edificio frente a un auto en marcha. Estoy nerviosa de repente, ajustando mi abrigo, mi cabello y mi cara.

— ¿Minjeong...?

— ¿Sí...? ¿Qué?

Sonríe, a sabiendas. Me hace sentir tan transparente. Soy tan vulnerable bajo su mirada, desnuda emocionalmente.

— Cállate — digo —. No me conoces.

— Tal vez. Pero no pienso que alguien pueda — responde Jimin.

— ¿Qué significa eso? — estoy lista para sentirme ofendida.

— No eres fácil de conocer. Eso no es algo malo, así que deja de mirarme de esa manera — dice Jimin.

— Esta es solamente mi cara — digo —. Es como me veo siempre — he dado vistazos de mi rostro en el espejo antes, cuando tengo confusión emocional.

Todas las líneas de mi rostro resaltando, mis ojos asustados. Jimin se ríe fuertemente.

Me gusta hacerla reír. Realmente me gusta.

— Entonces, obviamente los cumplidos me hacen sentir súper incómoda. No soy difícil de conocer. Soy realmente simple. Ni siquiera sé quién soy todavía.

— ¡Minjeong! — dice Jimin —. Estaría preocupada si dijeras que te conoces. ¿Sabías que Albert Einstein nunca usó calcetines?

— ¿Qué?

— Tenía una mente compleja. Nunca dejaba de pensar, pero los calcetines complicaban su vida.

Así que simplemente no los usaba. Pienso en la mendiga de Seattle, a la que le gustaron los calcetines que yo no estaba usando. No estoy segura de por qué estoy pensando en eso.

¡a la mierda con el amor! [winrina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora