Jennie había llegado de nuevo al castillo, afortunadamente ya no estaba el príncipe ese ni los reyes, sin embargo, eso la asustaba aún más. Su padre se veía realmente enojado y su madre ni se diga, Jennie quería salir corriendo con Rosé, por alguna extraña razón ella la hacía sentir tan segura y feliz.
- ¿Quién te dio permiso de salir, Jennie? - preguntó su padre en un tono intimidante.
- ¡Lo siento mucho! - Jennie agachó la mirada totalmente arrepentida. - Me sentía muy abrumada... - dijo ella con algunas lágrimas acumulandose entre sus bellos ojos.
- ¡Eres una estúpida! - su madre le dio una cachetada y sin querer Jennie comenzó a soltar sus lágrimas.
- Eres tan patética, agradece que aún después de que te vieran tan estúpida aceptarán que el príncipe se casara contigo - dijo el rey haciendo sentir a Jennie peor.
- Pero... Yo no me quiero casar - dijo Jennie en voz baja.
- ¿Crees que puedes elegir? - la reina dijo en tono burlón. - Tú no vas a elegir nada, si el príncipe quiere casarse contigo te vas a casar con él - la reina la empujó.
- Aún tienes que prepararte para que dejes de ser tan inútil - dijo el rey. - Cuando estés lista invitaremos a todo el reino para hacer un baile celebrando el compromiso y la unión de ambos reinos - dijo feliz el rey.
Jennie sin decir nada se levantó y fue directo a su habitación, se sentía tan mal, solo quería irse. Quería irse a cualquier lado donde no la conocieran, dónde pudiera iniciar desde cero, dónde ella sería feliz...
Mientras tanto Rosé estaba tan desesperada, esa mujer no le daba buena espina, habían muchas cosas que le incomodaban sobre la madre de Jennie. Rosé estaba intentando pensar en alguna idea para poder volver a ver a Jennie, quería estar con ella el mayor tiempo posible.
Estuvo pensando un rato sola hasta que sintió unos brazos abrazarla, Jimin siempre era tan amoroso con sus hermanas, le encantaba ser un príncipe para ellas y demostrarles su amor, las amaba tanto.
- Pronto la verás, solo ten paciencia - dijo Jimin intentando consolarla.
- ¿Tú crees que yo tenga oportunidad con ella? - pregunto Rose con cierta duda, Jimin siempre estaba ahí y ocultaba las relaciones de su hermana diciendo que eran sus "novias", para que Rose pudiera estar feliz.
- Seguramente, hoy las vi muy juntas y ella no parecía nada incómoda con tu presencia - Jimin sonrió. - Además, había algo en su mirada, algo que te indica que no solo es una mirada amistosa - Rose se emocionó con esa idea.
- Tengo que verla, sé que esa mujer le hace daño - dijo Rose refiriéndose a la madre de Jennie.
- A mí tampoco me agrado mucho, se ve tan rara esa señora - dijo Jimin incómodo.
Después de hablar un rato más entre ellos, quedaron en una idea un poco loca... Visitar a Jennie.
¿Cómo sucedería eso? Bueno, pues tienen pensado en que se irán a pedir "trabajo" en el reino, esperando y rogando al cielo que se los concedieran. Era muy raro que a una mujer se le diera un trabajo en esa época que no fuera hacer el aseo del hogar o ser utilizada como una franela para fregar el piso, así que la única opción que había era disfrazar a Rose de hombre.No era difícil, con ropa de Jimin se podía hacer y su cabello no era tan largo como para ocultarlo en un gorro, no era incómodo para ella, le resultaba bastante cómoda la ropa de su hermano y no los vestidos tan ajustados y llenos de cosas para "estilizar" el cuerpo de la mujer, eran armas para mantenerlas siendo "perfectas" y que el hombre las viera como un simple objeto para complacerse sexualmente.
Rápidamente ambos se cambiaron, Rosé acomodó su cabello para que quedara al igual de su hermano y se puso un gorro, era muy normal que los hombres llevarán gorros así que no habrían problemas con eso.
Jimin y Rosé cambiaron hacía el castillo, tenían que llenar un formato para el trabajo de jardinero
Jimin puso su nombre y Rose cambio el suyo a "Park Mark" y afortunadamente fueron aceptados para trabajar cuidando el gran jardín del Reino.
Comenzaron a caminar sobre todo el gran jardín, en serio, era muy grande. Les enseñaron el área donde estaban las empleadas y los vestidores para poder ponerse sus uniformes y dejarlos cuando ya fuera momento de irse, les explicaron cómo debían comportarse y les dieron el mejor dato para Rosé; la hermosa princesa todas las mañanas iba a los rosales a quedarse por un par de horas y disfrutar de las hermosas flores, ese dato sería la conexión para pasar más tiempo juntas y que Rosé pudiera ayudarla, porque Rosé la quería demasiado.
Iniciaron su día con normalidad, no fue tan pesado y ellos sabían trabajar rápido, Jimin y Mark (cómo le decían a Rose en su estadía en el Reino) eran muy buenos trabajadores, hombres responsables y muy serviciales. Fueron aceptados casi de inmediato por las demás personas que trabajaban ahí, además Rosé ya tenía pretendientas, un par de mucamas buscaban llevarle agua y acariciar su mano al dársela.
Jimin siempre reía por la actitud y el comportamiento de su hermana que solo las veía y les sonreía. El día paso muy normal, era tranquilo pero el sol estaba fuerte en esos días así que era lo único de lo que se podían quejar; 'Mark' y Jimin se fueron a sentar para tomar un poco de aire y en ese momento vieron algo increíble...
¡Era ella! Oh, Dios. Esa hermosa princesa estaba yendo hacia los trabajadores para darles una limonada y que descansarán de su arduo trabajo, todo iba normal hasta que llego hacía los nuevos para presentarse y se dio cuenta de que eran ellos.
- ¿¡Jimin!? - preguntó Jennie confundida. - ¿Que haces aquí? - dijo en tono bajo.
- En realidad vinimos porque alguien quería verte más seguido - dijo Jimin con algo de gracia mientras tomaba la limonada.
- ¿Vinimos? - preguntó Jennie confundida.
En ese momento detrás de Jimin apareció Rose y Jennie juro que sintió sus piernas flaquear al verla justo frente a ella.
- Así es, princesa. Vinimos - Rosé le dio la sonrisa más dulce que alguien le pudo dar y Jennie estaba tan feliz.
- ¿Que haces aquí?, ¿Cómo entraste?, ¿Por qué estás vestida así? - preguntó jennie conteniendose para no correr a abrazarla con fuerza.
- Vine aquí para estar más cerca de ti, ahora soy un "trabajador" y me llaman Mark, quiero estar cerca de ti, Jennie - dijo Rose mirándola fijamente y sin poder quitar su sonrisa de su rostro.
- Esto no es un sueño, ¿verdad? - dijo Jennie con su corazón latiendo desenfrenadamente.
- Yo haría cualquier cosa por ti, linda - Rose tomo la limonada con la excusa de tomarle la mano a la princesa.
Y esos segundo que parecieron eternos donde ellas solo existían y estaban tan felices de sus compañías se vieron arruinados por alguien que se acercaba hacia ellos...
- ¿Por qué tardas tanto, Jennie? - dijo con un tono de enfado.
Disculpen la demora, hemos terminado el capítulo 5 y espero que les esté gustando, sí es así por favor voten.
Atte:
ˡᵘᵛʸᵖʲᵐ ~♪
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𝔻𝕒𝕟𝕕𝕖𝕝𝕚𝕠𝕟𝕤 ☀️ (Chaennie)
FanfictionUna historia de amor entre una princesa y una... ¿¡Campesina!? Afortunadamente el amor lo puede todo... ¿verdad?