Rose seguía trabajando junto con Jimin en aquel castillo, obviamente tenían que seguir con el plan sin levantar sospechas. Fue una semana difícil para ambas chicas enamoradas, por la mente de Rose pasaban miles y miles de preguntas, Jennie no conocía la sociedad tan repugnante, conocía la maldad de sus padres, ¿Que sucederá cuando vea que hay tanta maldad en el mundo exterior?
Es tan difícil la situación, no por el hecho de que Jennie quiere irse, ¿Que pasará si se enteran que se fue con una mujer?, Rose recibía diariamente ofensas y toda clase de insultos por ser una "enferma", solamente le gustaban las mujeres, ella no hizo ningún mal a nadie, ¿Por qué querían asesinarla por eso?
Rose estaba tan perdida en sus pensamientos viendo todas las posibilidades, si ella fuera un hombre... Si tan solo fuera hombre no debería haber ningún problema, pero no lo era y eso es lo que más la preocupaba, ¿Y si dañaban a su princesa por eso?, Rose jamás se permitiría que su linda princesa sufriera más de lo que ya ha sufrido, ¿por qué mierda es tan difícil?
- ¡Mark! - Rose salió de sus pensamientos al escuchar una voz masculina gritar su nombre.
- ¿Sí, señor? - "Mark" volteo a verlo.
- Hoy estás muy desconcentrado, muchacho, quiero que estés más atento o tendrás una sentencia - Rose no hizo nada más que asentir.
- Necesito que ayudes a las mucamas a llevar unos muebles para la habitación de la princesa - le ordenó aquel hombre - Ya sabes que ni siquiera tienen fuerza para llevar unos simples muebles - aquel tono en su voz hizo molestar a Rose, pero no dijo nada, tenía que pasar desapercibida.
- Sí, señor - comenzó a caminar hacia el castillo para llegar con aquellas chicas que le sonreían de manera coqueta.
- ¿Cuál es el mueble? - Rose las miro.
- Está allá - ambas mucamas señalaron una mesita de color blanco y un par de cajones del mismo color.
- Ustedes pueden irse, yo los llevaré - Rose tomo aquella mesita de noche, no pesaba mucho.
- Usted es realmente fuerte - ambas mucamas se fueron dando pequeñas rositas y Rose solamente negó, si tan solo ellas supieran.
Sin esperar mucho tomo la mesita de noche y comenzó a avanzar por el gran castillo, subiendo las escaleras e intentar descifrar cuál de tantas habitaciones era de la princesa. Algunos pasos más y encontró una habitación que llevaba una puerta blanca, su intuición decía que ese era el cuarto de su princesa y tocó.
- Pase - del otro lado de la puerta de escuchó aquella dulce voz, esa voz que le encantaba tanto.
Tomo la manija de la puerta y la abrió entrando poco después y cerrando está misma. Su princesa estaba acostada en la gran cama dándole la espalda.
- He venido a traerle sus muebles, 'princesa' - comento Rose y al poco tiempo miro a esa hermosa chica darse la vuelta sonriendo, podía notar su lindo rostro con algunas lágrimas que se dejaron notar.
- ¡Rose! - Jennie corrió rápidamente para abrazarla fuertemente.
La mesita quedó en algún lado de la habitación porque ahora los brazos de Rose estaban ocupados rodeando la pequeña cintura de la princesa, levanto una de sus manos para acariciar el lacio cabello castaño de esa hermosa chica que la hacía delirar, siempre tenía un olor delicioso y su piel tan suave.
- ¿Que paso, linda? - la voz de Rose fue sútil, no quería incomodar a Jennie.
- Mi madre... - solo eso basto para que Rose supiera porque ese bello rostro estaba lleno de lágrimas.
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𝔻𝕒𝕟𝕕𝕖𝕝𝕚𝕠𝕟𝕤 ☀️ (Chaennie)
FanfictionUna historia de amor entre una princesa y una... ¿¡Campesina!? Afortunadamente el amor lo puede todo... ¿verdad?