Y esa es toda mi historia-murmure girándome para verla fijamente, su expresión era de asombro-
Vaya, nunca pensé que un mujeriego como tu tuviera un pasado tan... difícil -hizo una mueca-
Las apariencias engañan -me encogí de hombros-
¿Por qué dices que nunca podrás llegar a amar o simplemente querer a alguien?-pregunto luego de un agradable silencio-
Porque como te dije anteriormente, eso no es para mí -murmure serio- el llegar a querer a alguien es algo muy difícil ya que al final solo una de las dos personas llega a sentirlo de verdad, mientras que la otra solo lo ve como una diversión, al final de la relación la persona que lo sintió de verdad es la que más termina sufriendo...
Y tú tienes miedo de ser esa persona -completo y sonreí tristemente-
Exacto -asentí-
¿Entonces porque te empeñas tanto en conseguir algo de mí?, ¿no tienes miedo a que termine queriéndote o al revés?-pregunto girándose para verme fijamente y acaricie su mejilla-
Porque sé que nunca terminarías queriéndome, al fin de cuentas me odias-me encogí de hombros- pero tienes algo que es diferente, ese algo me hace querer estar cerca de ti y arriesgarme, cosa que estoy dispuesto a hacer -la observe tratando de descifrar sus sentimientos o algo que me diera una señal, pero no veía nada en su rostro-
No digas eso, los dos sabemos que lo único que quieres es añadirme a tu lista de mujeres en tu cama -soltó molesta-
Puede que tengas razón, pero tú eres diferente a todas las chicas, si llego a acostarme contigo...
Cosa que no pasara -me interrumpió haciéndome reír-
Querría volver a tenerte, tú eres especial nena -Le guiñe un ojo- ahora mismo, eres la primera chica que sabe mi historia, la primera chica con la cual puedo fumar y beber sin que se emborrache de inmediato, la primera chica la cual sabe defenderse por sí misma, desde que te vi robaste mi atención, es agradable estar a tu lado y por eso me gustas -sonreí ampliamente con toda la sinceridad del mundo-
Si claro -respondió irónicamente- ¿se supone que este es el momento en el que tengo que saltar sobre ti y besarte? -asentí sin borrar mi sonrisa-
Ah, y también decir algo como... -aclare mi voz imitando una de mujer- Aiden, eres genial, no veo la hora de que me hagas tuya toda la noche, te amo -esta me miro asqueada- ¿Qué?-encarne una ceja haciendo que soltara una sonora carcajada, una que nunca antes había escuchado, una que me encanto y me hizo sonreír como idiota-
Eres un idiota -siguió riendo mientras limpiaba unas lágrimas de sus ojos producto de la risa-
Pero un idiota sexy, ¿no?-moví mis cejas de arriba hacia abajo provocando que siguiera riendo-
Sí, claro -rodo los ojos y fulminándola con la mirada comencé a hacerle cosquillas en su estómago- de...ten...te -pidió entre risas-
Oh no, hasta que admitas que soy sexy -me detuve por un momento-
¡Nunca! -Grito tomando una almohada y golpeándome con ella, volví a hacerle cosquillas-
¡Admítelo! -Grite subiendo la polera para poder tocar su piel e intensificar las cosquillas-
¡No! -grito entre risas mientras forcejeábamos nuevamente con otra almohada lo que ocasionó que callera sobre ella, nuestros ojos se encontraron haciendo que mi corazón latiera rápidamente, mierda, era primera vez que me sentía así, ¿Qué me sucede?-