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Narra Alice:

¿Qué dices?-pregunte confundida haciendo que esta rodara los ojos-

Solo ponte el vestido ¿quieres? -insistió estirando sus brazos con el vestido entre ellas, me cruce de brazos sentándome en su cama-

No lo hare hasta que me digas para que Amy -esta bufo y volvió a rodar los ojos-

Ya sabrás más adelante, por favor póntelo, es sencillo, muy sencillo-haciendo una mueca me quite mi ropa para ponerme el vestido. Amy tenía razón, era muy sencillo, de color azul con puntos blancos y corto- ¿vez lo fácil que era? -pregunto mirándome con una sonrisa-

Ya. Me lo puse, ¿ahora me dirás que está pasando? -me gire hacia ella, esta negó con la cabeza antes de tomarme del brazo y hacerme sentar frente a un espejo-

Te aplicare un poco de maquilla, algo natural -bufe y cerrando los ojos deje que me maquillara, cuando termino los abrí-

¿Ahora qué? -pregunte cruzándome de brazos-

Ahora los zapatos y saldremos -me dio unos tacones no tan altos, hice una mueca, me sentía tan rara con esta ropa, definitivamente no era mi estilo-

¿A dónde iremos? -pregunte tomando mi bolso-

Me acompañaras al centro comercial -exclamo con una gran sonrisa que me dio un poco de miedo-

¿Para eso me haces arreglarme tanto?-encarne una ceja haciendo que volviera a rodar los ojos-

Es ropa normal Alice. Es un simple vestido y tú haces tanto drama, mejor vamos -dicho esto me tomo de la mano y me jalo hacia fuera de la casa-

-Estaba muerta de hambre, Amy solo daba vueltas por diferentes tiendas de diseñadores exclusivos para salir cargando un montón de ropa. Aunque me negué no sirvió de nada, puesto que ya me había comprado diferentes blusas y shorts.

Recorrimos tres veces las mismas tiendas con la excusa de que le faltaba algo, le suplique que se detuviera un momento para poder comer algo, pero me dijo que no podíamos y que después comería. ¡Dios!, mi pobre estómago no podría esperar más.

Luego de toda una tarde metida en el centro comercial subimos a su auto, a mitad de camino Amy me suplico que me pusiera una venda en los ojos, fruncí mi ceño en confusión pero luego de todo su berrinche y de las suplicas hasta de su chofer accedí. No sabía a dónde íbamos y mentiría si dijera que no tenía un poco de nervios. El auto se detuvo y sentí que mi corazón se iba a salir, Amy me dijo que me ayudaría a caminar a lo que asentí. El ruido de las olas y mis pies enterrarse en la arena me confirmaron que estábamos en la playa. Sentí que Amy susurraba algunas cosas, pero no pude saber de qué se trataba ya que la muy mala tapo mis oídos. Luego de unos minutos que para mí fueron como horas, nos detuvimos-

Bien Alice, hasta aquí llega mi trabajo, te quitare la venda pero no quiero que te voltees hasta que una señal te lo indique ¿está bien? -exclamo en mi oído y asentí para luego quitarme la venda- nos vemos -beso mi mejilla y se alejó, estaba por girarme hasta que sentí que volvió a gritar- ¡No te gires! -reí mientras negaba con mi cabeza-

-Las ganas de girarme me mataban, pero por algún motivo sabía que estaba Amy vigilándome ya que me sentía observada. Por lo que me quede viendo las olas, el viento no estaba tan fuerte haciendo que mi cabello sólo se moviera levemente.

Dejándome llevar por el movimiento de las olas comencé a caminar hasta estar cerca de la orilla, el agua mojaba mis zapatos y sonreí cerrando los ojos, hasta que sentí un flash que me iluminó todo el cuerpo, frunciendo mi ceño me gire para ver que sucedía, y fue entonces que sentí que mi corazón se paralizo.

~Heart Shot~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora