REFLECTIONS ᵕ̈ [quackity x femOC]

16. pintalabios

6 AM sonaba a todo volumen en la sala que Ibai había alquilado para la fiesta de después de la Velada. Era bastante grande, aunque a la gran cantidad de gente que había allí tampoco les sobraba el espacio. Las luces rosadas, moradas y azules proporcionaban el ambiente perfecto.

Pamela llevaba ya unos cuarenta minutos con Rubén, Grefg y Auron hablando en uno de los sofás mientras los cuatro bebían.

Cuando localizó al grupo de streamers latinoamericanos entre la multitud, decidió ir a pasar un rato con ellos. Se despidió de los demás y empezó a caminar hacia la pista de baile con su copa en la mano.

—¡Colegas!—les saludó, haciendo que se girasen hacia ella—¡Hola!

—¡Pamela!—gritó Ari, dándole un rápido abrazo—¡Aquí estás! ¡Esto es increíble!

—Viniendo de una ganadora de la Velada significa mucho—sonrió la castaña—Me alegro que os guste.

—Eres una morra a toda madre—siguió hablando la mexicana, claramente borracha—Neta eres tan buena onda. Es un gusto enorme que seamos amigas.

La chica le dio otro abrazo, para después acercarse a los demás.

—Pero bueno, acá está la estrella de la noche—la saludó Spreen, rodeándola con uno de sus brazos.

—¿Qué tal? ¿Cómo estás?

—Pues ahora mucho mejor—sonrió el chico, sin dejar de mirarla.

La castaña imitó su mueca.
—Ay, vas a hacer que me sonroje.

—Si me das chance puedo hacer que te sonrojes de muchas maneras distintas.

Pamela tuvo que bajar la vista durante un instante para que Iván no notara que la había puesto ligeramente nerviosa.

Hablaban así entre ellos prácticamente desde que se conocían, ligando medio en broma todo el tiempo. El problema era que ahora ya no les separaba una pantalla. No les separaba nada, en realidad.

Era diferente. Ahora él estaba allí.

—¿Dónde dejaste al enano?—le preguntó, intentando salir del paso.

—¿A Carre decís? Nah, estaba hecho percha, se fue a sentar un rato con don Pol y algunos más.

—¿Pero está bien?—inquirió, sin saber exactamente qué significaba aquella expresión.

—Si, el pibe no durmió casi en el avión y anda medio cansado, pero está joya. Verás que en un rato se toma un par de tragos y ya vuelve a armar quilombo.

Tras unos segundos empezó a sonar 512, animando bastante el ambiente.

Pamela se unió al grupo comenzando a bailar entre ellos, especialmente cerca de Spreen. Aunque no supo si fue una coincidencia o si él se acercó a propósito.