Hwang Hyunjin un alfa solitario, agresivo, cambia formas que la idea de el amor es una completa perdida de tiempo. aunque eso cabía cuando Lix esta enzima de el día y noche.
O hasta que alguien mas parece robarle la atención del pecoso. Y es cuando...
La mañana de ese domingo lo único que hicieron fue dormir y comer, Lix no quería salir de su nido debido a que era su ultimas semanas de embarazo y quería estar rodeado de las feromonas de alfa. Restaba una semana y por recomendación del medico el tener un poco de sexo ayudaría con la dilatación de Lix.
Ya que el bebe estaba en la postura normal podía nacer naturalmente sin una cesárea, y eso era bueno porque significaba que podrían tener mas hijos en un futuro.
Sin embargo Lix lo tomó de forma literal, y no es que Hyunjin se quejara. No claro que no, le preocupa que fuera a hacerle daño aunque a Lix no le importaba. Balanceaba su caderas de adelante y hacia atrás muy lento aunque llegaba muy profundo y era cuando tenía que contenerse para no follarlo con todas sus fuerzas. Lo timó de las caderas y su lengua comenzó a explorar la cavidad vocal del menor mordiendo y lamiendo sus labios, la imagen de Lix era desaliñada, sonrojado con los ojos llorosos y el cabello humedo, hecho un desastre gimiendo su nombre una y otra vez.
Sentía que exprimía su polla deliciosamente, dejándolo vacío. Y sin duda la mejor vista que podía tener era ver como salia su semen desde su pequeño agujero. Cada imagen de Lix era sumamente excitante y caliente para el.
Lo hizo acomodarse en la cama correctamente y lo mimo por un largo tiempo, hasta que su respiración se regularizó y estuvo completamente tranquilo.
El aroma cambio de nuevo a uno mas dulce y maternal como siempre. Realmente amaba su aroma últimamente.
—:¿Podemos comer algo?— preguntó Lix levantando la mirada. —Quiero helado de vainilla y de coco con mantequilla— pucherio.
—Bien, bien amor— dijo besándole la nariz —¿algo mas?— arqueo una ceja.
Lix hizo un pequeño mohín pensando pero después de unos segundos negó con la cabeza.
—Ñop, ¿me prestas tu camisa?— se enderezó. Y extendió los brazos como un niño como una clara señal de que quería ser cargado. —por favor.—
Y Hyunjin lo hizo, después de a verlo limpiado por completo. En la cocina Félix se puso a preparar algo de cenar para ambos mientras Hyunjin iba a comprar los helados de Lix, por supuesto que batallo mucho en conseguirlos. Y al llegar a su casa encontró a Lix lavando los platos y cocinando algo muy delicioso como carne o algo por el estilo.
—Huele bien, Lix ¿que cocinas?— dijo mientras lo rodeaba por la cintura y le depositaba un beso en el cuello —Aquí huele mejor,— acarició la pequeña barriga de Lix y dejo un beso en esta causándole una risita a el menor.
—Eata listo, cariño a comer— le beso en los labios.
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