Capítulo 2: La Medina

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El sol va saliendo y todos están dormidos. Menos Amara que se levantó temprano porque su tiempo de Los Ángeles y de Marrakech lo tiene volteado. Eran las 7:30 de la mañana y Eugenio comienza a llamar por teléfono a toda la familia. Amara va al cuatro de Eugenio y Alessandra.

Amara: Buenos Días

Alessandra y Eugenio: Buenos Días

Aitana: ¡Hola!

Amara: ¡Hola peque! (Aitana se va con Amara para que la carga)

Eugenio: Le estoy marqué y marqué a José Eduardo, Vadhir, y Aislinn y no contestan

Alessandra: Pues son las 7:30 de la mañana, que te pasa

Eugenio: Le estoy mande y mande textos a todos y hablé y hablé y no me contestan

Amara: Pues están dormidos

Alessandra: Ósea Eugenio se levanta y es ya me tengo que ir ya me tengo que ir tengo cosas que hacer se me va el día, se me va la vida

Eugenio: Aver mi amor escúchame una cosa

Alessandra: Mi vida tranquilízate por favor que es esto?

Eugenio tiene una lista de planes en la mano con un silbato. Y Alessandra lo ve raro. Aitana se va en medio de sus papás y Amara los mira.

Eugenio: Es una lista de actividades

Alessandra: Que es esto? Un silbato?! Un silbato para que?

Eugenio: Para cuando estemos en un lugar con mucha gente

Eugenio le sopla al silbato.

Alessandra: Es neta?!

Eugenio: Ya son 7:30 mi amor te lo juro

Alessandra: Exacto es muy temprano, te pues relajar por favor?

Alessandra: Tiene una energía y una prisa de todo
Eugenio: De vivir

Eugenio: A la 7 de la mañana desayuno 8 de la mañana nos vamos al mercado. De 8:30-9 nos vamos yendo a la mezquita.

Alessandra: Aver que? Aver, aver, aver

Alessandra: No entiende que los otros tiene otros ritmos

Alessandra: Relájate mi amor porque si no, no lo vas a disfrutar, si tú todo el tiempo estás en este tren de las 7 esto a las 8 a esto a las 9 no se que. Ya vamos tarde no lo vas a disfrutar

Eugenio: No puedo así soy

Alessandra: No estás relajado, respira, inhala, inhalando

Eugenio: Estoy relajado

Amara: No Eugenio, inhala y exhala

Eugenio: No serve

Amara: Otra vez, escucha a Alessandra

Eugenio: No serve

Aitana han soplado el silbato una y otra vez y Eugenio se molesta.

Eugenio: Maldita la hora que le di el silbato

Aitana: Oye! Oye!

Alessandra: Tu le distes el silbato, vamos a ensayarle a papá a respirar

Aitana: Mira como le hasgo (hago)

Alessandra: Exacto, inhala, exhalas, inhala

Eugenio: Préstame el silbato

Alessandra: Exacto, verdad?

De Viaje con Los DerbezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora