Hechos antiguos 「1/4」

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Hace dos años / España 1402

Estaba alistandome para partir hacía el reino de España —por órdenes de Caín y de mi maestro —. Lastimosamente para cuando llegara al reino solo faltarían unos días para mi cumpleaños número dieciséis y no lo podría pasar junto a mi maestro —quien era como un padre para mí —, a que no me quedó más que subir al carruaje y empezar el viaje de un semana o dos.

Al llegar a la frontera de España pude ver que tenía cosas que Mornada no tenía y tampoco se enseñaba sobre ellas; habían animales que en Mornada eran algo difíciles de conseguir, flores que solo se podían estudiar por libros, vestidos o diseños que moría por usar y otros más.

Cuando el carruaje llegó a la entrada principal del palacio de España tuve que esperar a que abran la puerta del carruaje para poder bajar de el —porque según mi maestro eso era costumbre ahí —Al final tuve que subir por unas largas escaleras hacía donde estaban —según yo —, el príncipe heredero y los duques Louse Winter, también, príncipes de España.

—Es un gusto conocer por fin a su alteza el príncipe de España —hice una pequeña reverencia al estar frente a él

—Igual. —dijo lo más seco que podía haberlo hecho una persona

—Es un gusto conocerla Lady Wendy —mencionó la princesa —. Espero que estés cómoda en tu estancia aquí

—Muchas gracias, Espero que yo también lo pueda estar princesa —sonreí y me incline en señal de reverencia

—Wendy Blanchett ¿Eh? —preguntó quien supuse sería el primo del príncipe —. Es todo un gusto poder conocer a alguien como tú Lady Wendy

—El gusto es mío Duque Louse —me estaba inclinado para hacer una reverencia pero él me detuvo agarrando mi mentón y haciendo que lo vea —¿Eh...?

—No hay nesecidad de hacer reverencia Wendy —Sonrió y asintió

—Esta bien, duque —No sé porque pero algo en sus ojos grises claro me gustó y lo miré más de lo debido

—Bueno ya dejenla ¿No? —Intervino el príncipe mientras colocaba una mano en mi hombro —Pase al interior del palacio Lady Wendy, así podrá descansar un poco, debe estar cansada ¿No?

—Ah... si un poco, gracias alte...

—Aiden.

—¿Eh? —Lo miré sorprendida por un momento

—Llamame por mi nombre, Wendy —Él sonrió mientras me llevaba hacia el interior del palacio

—Esta bien... Aiden. —No puse resistencia me dejé llevar mientras intentaba agarrar la maleta, y Aiden me la quitó para llevarla él mismo —Puedo sola

—Dejame ayudarte ¿Es malo? ¿No están acostumbrados en Mornada? —Preguntó sonriendo un poco

—No es eso, pero gracias —Le devolví la sonrisa esta vez —Gracias por todo

𝐏𝐫𝐢𝐧𝐜𝐞𝐬𝐚 𝐏𝐫𝐢𝐬𝐢𝐨𝐧𝐞𝐫𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora