Capitulo 3...(Caín se hace ilusiones)

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Luego de que estuviéramos hablando de asuntos del reino por un largo tiempo, se hizo un silencio algo tenso y de un momento a otro una noble preguntó sobre la descendencia Real

—Princesa. Su alteza y usted, ¿Quieren herederos?

—Bueno primero que todo el reino tiene que estar estable. Pero si, talvez tengamos un heredero o dos

—Sería maravilloso Princesa

—Veo que si les gustaría un sucesor al trono

—Tengo una duda Princesa —Alguien hablo repentinamente casi riéndose

—¿Qué tipo de duda? —Pregunté con un tono no muy amable que digamos, ya sabía de quién se trataba por su voz

—¿Qué pasaría si usted y el príncipe nunca llegaran a tener un heredero?. Eso sería muy triste

—¿De qué habla? —Pregunté con el ceño levemente fruncido, no era de afectarme mucho

—Lo que intento decir es que tal vez el príncipe tenga concubinas y puede que ellas se embaracen antes que usted —Ella me miró de mala forma, sabía que estaba detrás de Caín

—¡Que insolente! Cuida tu manera de hablarle a la Princesa —Habló Lucia mientras alzaba su voz algo exagerada

—Dejala Lucia. En ese caso el niño no llegaría al trono Lady Bárbara —Eso es verdad, según no podría... al menos que...

—¿Y si el le pidiera el divorcio? —Me robó lo que estaba pensando, era verdad pero eso no lo iba permitir aún

—¡Ya basta! —Me alteré un poco de más por sus insinuaciones —Fuera de mi vista

—Como ordene —Sonrió con burla

Bárbara salió de mi palacio y sin dudas me dejó pensando en eso, ¿Era capaz de eso? Posiblemente tendría que cuidarme de ella más a delante, mientras tanto Lucia con las demás nobles intentaban "calmarme" ya me tenía que mostrar algo triste.

—No escuche las palabras de esa mujer Princesa —Decía una joven que intentaba sonreír un poco

—Si, solo está celosa alteza —Ella no mentía, enamoré a Caín y se lo quité

—Gracias por venir, discúlpenme pero me tengo que retirar —Suspire mientras me levantaba del asiento

—Está bien su alteza, nosotras también nos vamos

Después de que me  levanté de mi asiento me dirigí al interior del palacio mientras meditaba sucesos anteriores de mi vida y también las palabras de Baraba, no me daban ganas de hacer algo así que me dirigí a la cocina para pedir que llevarán un jugo a mi habitación

—Su alteza, ¿En que podemos servirle? —Me dijo el cocinero del castillo, ya me caía mal que todos me digan "alteza" o "princesa"

—Por favor lleven un juego de naranja a mi habitación —Pedí con una sonrisa sincera al cocinero

—Si alteza —Me respondió con el mismo gesto que yo le había dado

—Gracias —Le agradecí mientras salía de la cocina

Estaba caminando por los pasillos recordando las palabras de Bárbara "¿Y si le pidiera el divorcio?", esas palabras me estaban atormentando demasiado porque no podía dejar que pasara eso, no aún, de repente me dolía la cabeza de tanto pensar en ello, tanto que mi visión se comenzó a nublar un poco.

𝐏𝐫𝐢𝐧𝐜𝐞𝐬𝐚 𝐏𝐫𝐢𝐬𝐢𝐨𝐧𝐞𝐫𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora