𝐏𝐫𝐢𝐧𝐜𝐞𝐬𝐚 𝐏𝐫𝐢𝐬𝐢𝐨𝐧𝐞𝐫𝐚

Capítulo 4... (Desprecio de los nobles)

Hace unos días me había resfriado y no podía ni moverme es más  todo mi cuerpo me dolía empezando por la cabeza que me incaba de manera horrible por momentos

—Es un resfriado muy fuerte Alteza —Nos informó el médico, algo que ya sabíamos por suerte así que su análisis no sirvió de mucho

—¿Se pondrá bien? —Preguntó mientras acariciaba mis mejillas

—Si , pero tiene que descansar bien así que por el momento no hacer esfuerzo físico o podría empeorar el dolor —Nos dijo con su semblante serio

—Esta bien doctora

—Me retiro príncipe —La doctora se retiró y Caín se sentó a mi lado

—Mi querida Wen, ¿Cómo te resfriaste tanto? —Acarició mi mejilla derecha

—Caín me duele la cabeza —Dije cansada, pero retiré su mano

—Lo se Wen,se como te sientes —Sonó frustrado

—Tengo que trabajar en los documentos del palacio

Intenté levántame pero Caín me detuvo y se ganó una mirada de molestia de mi parte, quería tener mis informes rápido.

—Wendy debes descansar , yo me encargo de eso

No puede.

Eso ya lo sé, tengo que evitar que él toque los informes que estaban en el folder amarillo.

—Pero esa es una de mis responsabilidades Caín —Inventé

—No Wen. Tú descansa

Me tomó los brazos intentando dejarme en la cama nuevamente, no podía permitir que él vea los archivos, aún no.

—Quiero ir al baño, Caín es urgente sueltame

—Bien

—Gracias

Entré al baño y vomité todo lo que había comido en la mañana, luego de eso salí del baño un poco mareada, seguramente la poción que me había tomado en la mañana estaba haciendo sus efectos.

—¿Wendy, estás bien? —Me miró con el ceño fruncido

—Caín me siento mal —Confesé

—Wendy quédate ahí , no camines más

—Caín

Mi voz se debilitó y todo se había oscurecido , lo último que recuerdo es que Caín corría hacia mi antes de que mi Bia se nublara y todo se volviera negro.

Cuando me comencé a despertar vi que ya tenía a un médico a mi lado que me examinaba nuevamente.

Esperé paciente a que me dejara en paz, cuando lo hice solo solté un suspiro de dolor, no imaginaba estas consecuencias con la poción.

—Su alteza tiene que descansar —Me echó una mirada de advertencia —, que no se levante para nada de su cama

—Esta bien doctora, ¿Está segura de que no es un embarazo?

—Se lo aseguró, solo es un resfrío alteza

—Esta bien , gracias —La doctora se retiró en seguida

—Mi querida princesa, mi Wendy —Acarició mi rostro

Dos semanas después Caín estaba en una reunión con los ministros y algunos nobles más, yo estaba en mi habitación con seis de mis damas mientras conversábamos.