Enzo había corrido hacia fuera pidiéndome que no corriera como él iba a hacer antes de salir como cohete, no entendía qué estaba pasando pero no preguntaría o mataría el momento
Camine con toda lentitud sabiendo que esperaría por mi el tiempo suficiente sin amenazarme con irse sin mi, no lo hacía para fastidiar o por aprovechada sino porque sabía que algo estaba tramando y necesita tiempo
- Vas muy lento - dijo Hilary a mi lado, sonreí asintiendo - Enzo - adivino conociéndonos
Hilary resultaba ser la hija del sheriff, contrario a cualquier prejuicioso de los que estábamos llenos, ella era un pan de Dios que comprendía la individualidad de cada persona y sus libertades de expresión
- Debe ser grande si no está a tu lado - dijo sacándonos una risa a ambas
- Debe serlo - asentí de acuerdo con ella- puedes acompañarme si quieres - le propuse al ver que moría de curiosidad
Camino a mi lado como respuesta - En la mañana se le han declarado - informo riendo
Negué con ella - Y qué tal fue - le pregunté llena de curiosidad, hace dos años que habíamos dicho que nos casaríamos cuando fuéramos grandes y desde ese día Enzo rechaza a cuánta se le atraviesa
- Él dijo que ya estaba comprometido
Sonreí con ternura, empuje la puerta buscando su cuerpo con la mirada - Está bien si te dejo sola - le pregunté cuando lo encontré
- Por supuesto - escuché antes de echar a correr
- No lo puedo creer!, No lo puedo creer! - le grite saltando a su cuerpo, está más alto y más construido que cualquiera que nuestros compañeros y nuestras cargadas sobre hielo me hacían saber que no caería ante mi peso - cuándo paso - le pregunté tomando su rostro con mis manos
Tomo mis piernas y subió más mi cuerpo - Está mañana - respondió con la sonrisa más resplandeciente que le he visto desde ese caótico día
- Oh por Dios - chille emocionada - yo creo que te lo darían en unos años más
Nego abrazando mi cintura con una de sus manos - A Ditier se lo dieron a la misma edad cuando supieron que esto era lo que quería y definitivamente esto es lo que yo quiero
- Es esto lo que quieres - pregunté deteniendo mis gritos para centrarme en sus hermosos ojos solo para constatar que no se trataba de presión
Salto conmigo en brazos obligandome a tomarlo por el cuello para evitar caerme y darme un buen golpe - Por supuesto que si - respondió eufórico - un año a partir de aquí y dejaré de ser un prospecto para ser miembro del club - sonreí ante su entusiasmo
- Me gusta cuando estás así - dije con lágrimas formándose en mis ojos
- Por qué lloras - pregunto preocupado
Negué secando la primera lágrima traidora que cayó aún ante mis negaciones - Es solo que estás tan feliz que no puedo más que llorar de felicidad
- Por supuesto que lo estoy - dijo acercándose a su moto - sabes que a nadie más que a ti le corresponde el asiento de mi copiloto pero hoy siendo parte del club de nuestros padres te juro aquí y ahora que nadie más que tú formará parte de mi moto
- Enzo - abracé su cuello conmovido por sus palabras - Eres el mejor futuro esposo que tengo - dije besando su mejilla
- Lo soy, cierto - bromeo antes de besar la punta de mi nariz - No hay nadie más que tú, Hopie - sonrió poniéndome en el asiento de copiloto - vayamos al cine a celebrar - informo colocándome el casco, asegurando mi chaqueta y checando mis botas
Reí recargando mi mejilla en su espalda con la felicidad de saber que el día de hoy Enzo se olvidaría de la sombra que viene persiguiendolo desde que su hermano le confesó una verdad que solo le correspondía a sus padres, después de devanar su cerebro preguntando si debería agradecer o sentirse mal de que su madre no pudiera tener hijos de su misma sangre, antes de que comenzará a preguntarse si el amor de sus padres era verdadero o solo era lastima, una mentira de la que terminarían dándose cuenta ahora que tía Hanna está embarazada y lo echarían de su vida así como con tanta facilidad lo hizo Ditier con él según sus miedos
Estacionó en la plaza que se encontraba cerca de nuestra casa, bajando quitándose lo que le estorbaba para guardarlo en sus alforjas y finalmente poner su casco en su asiento mientras me ayudaba a hacer lo mismo, tomo ambos cascos y caminamos a la entrada
- Hola, David - saludo Enzo al chico de la entrada. Todos aquí ya nos conocían aún si eran nuevos porque veníamos casi diario, había ocasiones donde veíamos una película más de tres veces
Cinco habían sido nuestro récord y lo rompimos con Superman. Había personas a las que se les hacía un desperdicio de dinero pero mi padre estaba contento de saber dónde me encontraba la mayor parte del tiempo así que mientras mis padres y nosotros estuvieramos bien con ello ignoraría a los demás
- Podríamos ver esa - dije señalando el cartel con los horarios - tenemos diez minutos para llegar justo a los cortos con palomitas y golosinas en mano
Asintió observando el tiempo de la película - saliendo podemos seguir con esa, se ve realmente buena - dijo al poster de un tipo con máscara y la cabeza de alguien en mano
- Nunca entenderé porque siempre les ponen máscaras a los asesinos - negué señalandolo - Vayamos por las entradas
Asintió viendo aún los horarios de las películas - Mira podríamos ver esa también - señaló causándome risa
Jale de su mano hacia la taquilla - Claro que podemos, si nos da tiempo - reí negando - mañana hay escuela - le recordé
- Verás que si nos da tiempo y te arrepentirás de haber dudado de mi - me aseguro abrazándome de los hombros embarrando mi rostro en su pectoral y caminar conmigo de esa manera
Cómo había dicho nos dió tiempo para una tercera película la cuál disfrutamos con el tiempo y seguridad de que sus horarios cambiarían a partir de hoy, ya no estaría disponible pues tendría que ayudarlos en lo que le pidan e incluso tendría que cuidar de las motos mientras los demás disfrutamos de la convivencia
Sacrificios había dicho él haciéndome saber que de verdad quería esto, nada nunca fue lo suficiente como para querer estar tanto tiempo separados - Valdrá la pena, nena - dijo despidiéndose con un beso en la frente antes de entregarme a mi madre que ya estaba enterada de que no llegaría temprano
Mamá se quedó conmigo en la puerta hasta que vimos como entraba a su casa gritando su llegada - Ese chico vale oro - se rió mi madre - tanto como tú - dijo enmarcando mi rostro con su toque maternal - cuántas fueron - pregunto apenas cerró la puerta detrás de nosotras
- Tres - dije caminando con ella a las escaleras - Fueron todas tan buenas que no puedo creerlo, apostaría a que la de suspenso sería mala pero que sorpresa me lleve - explique causando su risa
- Ve a saludar a tu padre, está esperando en nuestra habitación - dijo llevándome con ella - mira quién está aquí - dijo mamá abriendo la puerta dejándome a la vista un padre muy dormido con celular en mano - parece que no resistió mucho más - se burló rodeando mis hombros
Me acerque a besar su mejilla - Ya llegué papá - le susurré, me aleje cuando afirmo muy dormido - está bien - le dije a mamá viendo que eran las doce en el reloj de su cómoda - Lamento llegar tan tarde - dije apenada
Nego abrazando mis hombros - Es un lugar seguro, hay tantos hermanos en este vecindario como en el club - me dejó en la entrada de mi habitación - además; no lo haces seguido y alguien me informo que era un día especial - dijo feliz
Asentí dando pequeños brincos - Es prospecto - dije emocionandome de nuevo feliz de que sus sueños vayan cumpliéndose
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Hope
RomanceNunca conoces realmente a alguien, siempre hay sorpresas. Leer Hanna y Helena para mejor comprensión de la historia