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— Otra vez — grito la entrenadora apenas aterricé sobre mis pies

Tome un corto aliento antes de tomar impulso alrededor del hielo y volver a girar sobre mi eje cayendo de nuevo a la mitad — De nuevo — grito sin despegar el ojo de mis movimientos 

Trague saliva con frustración porque jamás me había pasado algo parecido y sé que aunque no estuviera la entrenadora sobre mi en este momento aún así lo intentaría hasta que me salga

Está vez tomé aire por más tiempo esperando que mis pulmones redujeran la velocidad a la que iban, mis palmas en las rodillas para que la respiración fuera más profunda y entonces todo desapareció

Tome impulso escuchando la cuchilla deslizarse con mis movimientos determinados, las cuchillas sonaron cuando se robaron al juntar mis piernas y gire en el aire cerrando los ojos para finalmente abrirlos cuando me sentí caer

Me abrace los hombros mientras veía al hielo con una sonrisa que rosaba lo doloroso. Lo hice!

— De eso estoy hablando, maldita sea — la voz de Enzo me hizo levantar la vista hacia su cuerpo con pants y el torso desnudo — Eso fue lo más impresionante que te he visto hacer, amor — dijo alcanzando mi cintura y levantarme con un brazo mientras tomaba mi muñeca con la otra mano y levantaba como si hubiese ganado una pelea de boxeo — ¿Cuatro?, por Dios!, no hay rival para ti — siguió festejando estupefacto mientras se desplaza por el hielo conmigo

Sonreí ante su entusiasmo y me abrace a sus hombros dejándome llevar por él aún sosteniendo mi cintura, cerré los ojos sintiendo el aire llenarme de consuelo

— Hazlo, bebé — dijo en mi oído — te tengo

Solté sus hombros y eche mi torso para atrás tocando con la punta de mis dedos el hielo con su guia dejando que la paz y entusiasmo me llenarán

Subí mi torso colocando mi cabeza en su hombro con lágrimas en los ojos de la emoción — Estoy lista — le hice saber para colocarnos en posición y empezar el entrenamiento en pareja

Asintió — Perdón la demora — beso mi cabeza — traje espectadores — señalo con la cabeza hacia las gradas y seguí el punto señalado encontrándome de lleno con Helena

— Ella está bien — pregunté saludandola con discreción, no la conocía personalmente aún pero Enzo parece preocupado por ella muy seguido

— Lo estará — aseguro — tu y ella tienen el mismo espíritu inquebrantable así que confio en ella — asentí cuando me coloco en nuestro punto de partida para comenzar la coreografía con la que trabajaríamos

— Más vale que hagas valer ese tiempo perdido, Enzo — grito la entrenadora repartiendo su atención entre todos los alumnos que tiene con ojo de halcón

Enzo asintió guiñándome el ojo, sabía que ahora que es prospecto sería difícil para él pero nunca había faltado ni una sola vez desde que fue admitido, le sonreí regresando el gesto escuchando su baja risa ronca

— Hagamos valer cada centavo, bebé — le sonrió egocéntrico a la entrenadora cuando comenzamos sin falla alguna, entonces cuando volteamos a las gradas nos llevamos una imagen que ninguno esperaba; Ditier estaba detrás de Helena sin perdernos de vista

El cariño es un cuchillo de doble filo y es que cuando una persona se gana tu lealtad es dificil no empatizar pero también podía llegar a ser complicado. Supe cuánto lo afectó cuando por reflejo su cuerpo a mi espalda se tenso, me di la vuelta para quedar frente a él para catapultar su atención así que cuando fue como yo esperaba cerre mis manos detras de su cabeza y apoye su frente en la mia sin dejar de movernos

Podía ver su vulnerabilidad en aquellos ojos que me observan con especial atención y lo único que pude hacer fue regalarle una pequeña sonrisa mientras acariciaba su cabello — Lo sé — dije cuando ví como enrojecian sus ojos

— No lo merece — susurro sacudiendo su cabeza pero de nuevo no dije nada porque para Ditier también fue un golpe duro aunque ya no estuviera tan pequeño como Enzo así que ¿Realmente no lo merece?, ¿No merece las lágrimas de un hermano que lo ama tanto que lo odia con fervor? — Estoy listo — sonrió besando mi frente, asentí alejando mis pensamientos

Me aleje siguiendo la rutina que ya sabíamos e incluso con algunas improvisaciones como festejo,

— Parece una buena chica — señale el lugar vacío donde se encontraban Helena y Ditier unos minutos atrás

— Lo es pero es una mierda lo mucho que la luz atrae la oscuridad — dijo fijando su mirada en aquel lugar — Te han levantado el castigo — pregunto de la nada

— No — me queje moviendo mis hombros — parece ser que por fin llegué al límite de mi madre — su risa baja provocó la mía

— Aún no puedes estar en las fiestas del club — negué a su pregunta causándole el mayor suspiro del día — adoraría tenerte ahí conmigo todo el tiempo pero debemos obedecer a tus padres — pidió tomando mi pie en sus manos

— Supongo que podrían tener un poco de razón — asentí viendo mis uñas blancas contra sus dedos llenos de trabajo — solo lo ví como una oportunidad — ahora que es prospecto su tiempo con él exterior es escaso y yo ahora era eso sin embargo no le diría eso porque es su sueño y él nunca dice nada contra los míos

— No podré ir a la clase de baile, amor — soltó cuando salimos del hielo. Me pare en seco volteando mi cuerpo hacia el de él con incredulidad

Sus ojos desbordaban culpa y emoción por partes iguales, jamás había ido a esa clase sola; es sin duda alguna algo que los patinadores tomaban para mejorar dentro de la pista y habíamos ido uno junto al otro desde el primer día — Está bien — respondí sin saber qué más podría decir

— Te dejo de camino — el casco en mi cabeza fue lo único que me despertó de mi recién descubierta ansiedad

Me despedí con la mano una vez que me dejó frente al edificio sin saber qué más decir o hacer y entre sabiendo que no partiría hasta que estuviera dentro del lugar

Había cierta confianza en casa; los miembros sabían mis formas, mi pensar y mi personalidad pero de mi mundo para afuera no había nadie a quien yo conociera porque nunca me importo, siempre estaba acompañada... Hasta ahora

El eco que hizo la puerta tras de mi es otra cosa a la que no estaba acostumbrada así que el sonido me sobresalto, con mano en pecho me di la vuelta esperando que nadie se hubiera percatado pero mis oraciones no fueron escuchadas. Podría apostar que todos los ojos del vestíbulo estaban sobre mi y no pude evitar preguntarme si fue por lo de la puerta, mi espanto, traía algo en la cara ó si se me salio un moco así que pase discretamente mis manos por mi rostro para quitar cualquier cosa fuera de lugar

No me gustaba ser centro de atención, siempre me había sentido segura alrededor pero faltaba el gigante a mi lado que siempre distraía mi mente y me hacía olvidar que sueño ser una paria social, tal vez solo me veían porque sabían quienes eran mis familiares como pasaba en la escuela

Respire profundo obligandome a caminar por el recinto, solté un largo suspiro y negué con la cabeza de camino al salón cuando mis ganas de hacerme invisible rebasaron las alarmas en mi cabeza, será un día muy largo y ya comenzaba a pedirlo pero cuando la clase comenzó y me colocaron de pareja con un extraño simplemente mi cuerpo decidió traicionarme y sacar pasos como si munca hubiera tomado alguna de estas clases

Deseaba estar en otro lado sin embargo me obligue a poner la cabeza en la habitación lo mejor que me salió y me plante a superar mi terror social pero cuando la clase acabo no pude evitar trotar a mis cosas y salir del edificio sintiéndome sofocada

Añadiendo cosas a la lista de no hechas jamás: simplemente me fui sin esperar a que alguien llegara por mi reprochandome en el camino lo absurda que estaba siendo al sentirme tan abrumada

El sonido del claxon me saco de mi cabeza y alcance a ver la silueta de lo que se aproximaba, brinque como mi lógica dictó y aún así sentí un dolor agudo en la pierna derecha

Definitivamente este día sería el peor de mi vida hasta ahora

Hope Donde viven las historias. Descúbrelo ahora