Con la tragedia de Tokio, el mundo pareció despertar de su letargo. Las noticias sobre las víctimas inundaron los medios de comunicación, y las palabras de X resonaron en la mente de la gente. Como si de una plaga se tratara, la solidaridad con los afectados se propagó como el fuego. Las redes sociales se llenaron de mensajes de apoyo, y los líderes mundiales se reunieron en una cumbre de emergencia para discutir la situación.
Las historias de dolor y sufrimiento de los familiares de las víctimas, que se escuchaban en los noticieros, eran similares a las narraciones de las víctimas de guerras pasadas. Las imágenes de los cuerpos apilados en las calles y de los rescatistas exhaustos pero resueltos a continuar su labor, evocaban recuerdos de desastres naturales y conflictos bélicos que habían sucedido antes.
En este contexto, las palabras de X adquirieron un significado más profundo. La gente se aferraba a ellas como si fueran un salvavidas en medio de un mar embravecido. Había un aire de incertidumbre en el mundo, como si estuviéramos al borde de un abismo. Pero a pesar de todo, la esperanza seguía latiendo en el corazón de las personas. La esperanza de que, algún día, la paz volvería a reinar en el mundo.
La noticia se extendió por todo el planeta como un fuego que devoraba todo a su paso. La convocatoria de una asamblea extraordinaria de la ONU para abordar la crisis mundial no tardó en convertirse en el tema principal en los titulares de los medios de comunicación. Las calles de las ciudades más importantes del mundo se llenaron de manifestantes que portaban pancartas y gritaban consignas a favor y en contra de la guerra contra los dioses.
El edificio de la ONU en Nueva York se vio rodeado de un enorme dispositivo de seguridad, con la presencia de fuerzas militares y policiales de todo el mundo. En el interior del edificio, se respiraba un ambiente tenso y expectante. La sala de reuniones donde se llevaría a cabo la asamblea había sido decorada con suntuosidad, pero aún así, no lograba disimular la gravedad del momento.
Los grandes líderes mundiales llegaron a la sala uno por uno, escoltados por sus guardaespaldas y seguidos por una nube de periodistas ávidos de obtener la primicia. Todos ellos ocuparon sus lugares en la mesa central, donde se encontraba el podio donde hablarían los oradores. La tensión en la sala era palpable y la expectación era máxima.
El secretario general de la ONU, inició la sesión con un discurso en el que abogaba por la calma y la cordura ante los sucesos acaecidos en Tokio. Luego, dio paso a los oradores que habían sido invitados a la sesión.
Algunos líderes se expresaron a favor de X y su intensión de guerra, asegurando que esto era necesario para proteger al planeta de los peligros que lo acechaban. Otros, en cambio, se mostraron reticentes y advirtieron sobre los peligros de enfrentar a estos seres autodenominados los dioses. Las discusiones se extendieron durante horas, hasta que finalmente se llegó a una decisión.
El secretario general de la ONU anunció que se había decidido crear un comité especial de guerra. Este comité estaría integrado por representantes de todos los países miembros de la organización y tendría la tarea de analizar los planes de batalla y sus estrategias.
La sesión finalizó en medio de un ambiente de incertidumbre y tensión. Los líderes mundiales se retiraron de la sala con gestos de preocupación en sus rostros, conscientes de que el futuro de la humanidad estaba en juego.
Mientras todo esto pasaba en el mundo de los hombres, los dioses no cuestionaron en absoluto las acciones de Ixthara. No les sorprendió en lo más mínimo, ni mencionaron nada que estuviera en conflicto con ella. Pero Kamn estaba furioso. La ira y la impotencia que sentía era muy grande. El dios se sentía derrotado, por un momento pensó que la guerra ya había acabado incluso antes de que la humanidad diera su primer golpe.
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La Sombra de los Antiguos
Historical Fiction"En un mundo donde los dioses han permanecido ocultos y sin intervención en los asuntos de la humanidad, un hombre guiado por la ira de la falta de empatía de estas deidades, descubre la existencia de estas seres y decide exponerlas al mundo entero...