Siempre es bueno arriesgarse, aunque en el momento parezca inútil, luego habrá valido la pena.Tomar el riesgo.
Tenía un concierto muy especial, digo especial porque era con mis padres y ellos para mi eran lo máximo. Luché con los pantalones apretados un buen rato hasta que al fin pude ponérmelos.
Alguien tocó la puerta de mi camerino logrando que me sobresaltara. Era mi hermano, se veía guapísimo, detrás de él estaba Vane igual de hermosa.
—¿Nerviosa?—preguntó mi hermana y asentí con efusividad.
Me aparté un poco arreglándome el pelo y mi hermano interrumpió el proceso abrazándome, yo sonreí cuando mi hermana también se unió.
—Estoy orgulloso de ti—susurró Erick y casi me echo a llorar.
—Y yo también—reafirmó Vane acariciando mi cabello—Eres tan jovencita, pero inteligente y con esa voluntad de salir adelante, sin duda eres hija de dos tercos—volvió a abrazarme y yo no quería llorar para que no se corriera el maquillaje pero no podría seguir aguantando si me decían esas cosas tan lindas.
—Son increíbles, en serio—me aparté limpiándome el lagrimal, inspirando hondo yendo al espejo para mirar mi look por completo—Son los mejores hermanos del mundo—cada uno se posicionó a mi lado y nos vimos los tres en el espejo.
—Sin duda tenemos buenos genes—murmuró mi hermano y me eché a reír. (¿Menuda familia de engreídos, eh?) pues si.
—Los amo—dijo Vane con una risita.
—Yo más—entrecerré los ojos a ambos a través del espejo y Erick negó con la cabeza.
—Yo más, a las dos, soy el mayor aquí, soy el que más quiere.
—Duh, mala justificación—le saqué la lengua y el me hizo una mueca de desagrado. Vane por otro lado ponía los ojos en blanco.
En ese instante nos sobresaltamos al escuchar la puerta abrirse, eran mis padres. Mi padre se posicionó detrás de nosotros mirándose a sí mismo en el espejo y luego a todos juntos, incluyendo a mamá que la había agarrado de la cintura pegándola a él.
—Verdad que la genética no falla, tan sólo mira estas bellezas—halagó mi padre con toda la humildad del mundo. Pues claro que no, él si alardeaba mucho de sus genes.
—Ay, Charly cállate por favor—le silenció mi madre y él nos abrazó a todos viéndonos por el espejo. Sonreímos como si estuviéramos posando para una fotografía y mi madre contuvo también la sonrisa que bailaba en sus comisuras.
—¡Vivan los Cruz!—gritó y mi madre le golpeó el hombro—¿Qué?—cuestionó confuso mirándola con desconcierto y ella le hizo una mueca de frustración.
—¿Y el Montoya, eh? ¿Y los genes maternos de Vane? Menudo narcisista del cual me enamoré.
—¿Ah,si? ¿Del cuál te enamoraste?—mi padre caminaba hacia ella con cara picarona, nosotros tres nos arrincónamos a un lado, Erick agarró un paquete de malvaviscos que yo tenía en la mesa de maquillaje y nos ofreció a mi hermana y amo mientras veíamos entretenidos la escena.
Eran una dichosa novela.
—Ujum, qué.
—¿Pues desde cuando es pasado? Hasta donde yo sé todavía estás enamorada de mi.
—Ay por favor, supéralo—le hizo un ademán con la mano e intentó huir de su cercanía pero mi padre la agarró de la muñeca y le besó para después mirarla con mala cara.
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The angel: La voz de mi Alma.
FanfictionSinopsis: Quizás algunos ya sepan de quién es esta historia, o tal vez no. Les contaré de forma resumida: Esta es la historia de Alma Cruz Montoya, hija de dos ídolos de la música colombiana, dos personas que tuvieron un pasado problemático, pero qu...