Expectativas

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—¿Crees que este sea lo suficientemente hermoso?—preguntó Emi, mostrándome el anillo. Hice una mueca de duda—¿No? Busquemos uno mejor entonces.

Estábamos en la joyería que solía visitar Lisa. Nos la había recomendado para encontrar un anillo. La verdad, no tenía muchos ánimos para elegirlo, pero tenía que cumplir mi papel de "Hermanita". Suspiré cuando, después de un rato, aún no había elegido ninguno.

—¿Por qué quieres casarte?—pregunté, tocando la caja de terciopelo en el mostrador. Emilio se encogió de hombros con una sonrisa.

—Cuando estoy con Camila, el tiempo pasa volando. Es como si no existiera nada más que ella y yo. Puedo contarle cualquier cosa y ella encontrará la solución al problema—se apoyó un poco en el mostrador y se fijó en un anillo con un diamante rosa bastante sencillo pero bonito—La primera vez que la vi, me sorprendió su actitud ingenua pero a la vez defensiva, y cuando admite las cosas después de irme en contra suya, es tan tierna... En pocas palabras, quiero compartir mi vida con ella—esta vez me miró sonriente y pasé algo de saliva por mi garganta. ¿Cómo se supone que se siente un corazón después de que la persona que siempre ha anhelado afirma que ama a otra?—Creo que lo encontré—apuntó el anillo y sonreí con los ojos algo aguados.

—Está hermoso—dejé caer la caja de terciopelo y él se acercó para tomarla.

—Creo que me llevaré esa caja, es perfecta—la miré y tenía un sello en la parte superior, parecía ser el infinito unido a un corazón.

—Sí, es bonita—aparté un poco el rostro, ocultándolo con mi cabello. De pronto, miré hacia el exterior por los cristales de la joyería y noté que Nick nos miraba desde el otro lado de la calle.

—Listo, ya lo encargué. ¿Nos vamos?—al ver que no respondía, Emi siguió mi mirada y soltó una risita—Es bueno en su trabajo, no te descuida por nada en el mundo.

—Mm—fue lo único que dije y me puse los lentes de sol cuando salimos fuera—¿Vienes con nosotros a la empresa?—pregunté a Emi y este asintió, cruzando la calle junto a mí.

Hice un gesto con la cabeza y Nick respondió con un leve asentimiento, abriendo la parte trasera del auto para que ambos entráramos.

—Yo iré delante—avisé.

—Ok, por mí no hay problema—dijo Emilio con tono despreocupado y Nick se mantuvo impasible.

El trayecto se me hizo eterno, pues por alguna razón, sentía el ambiente tenso a mi alrededor.

—La pedida será este sábado. Camila cree que iremos a visitar a mi madre, pero en realidad la llevaré a casa de tu abuela. Ella y Yeimy se encargarán de los preparativos. Mi madre de los equipos de sonido y demás—se echó más hacia delante para ver mi rostro—Quiero que cantes una canción muy especial para nosotros. Por favor—hizo esa cara adorable y desvié la mirada.

—Claro, será la mejor pedida del año—afirmé con algo de dolor en mi voz y me acomodé en el asiento cuando noté la mirada de Nick por el rabillo del ojo.

—Eres la mejor—me restregó una mano por el cabello y suspiré frustrada.

—No hagas eso, Emi—se echó a reír recostándose en el asiento trasero y yo acomodé mi cabello.

—Gruñona—se burló y quise gritar de impotencia. ¿Acaso no podía dejar de verme como una niña?

—Lo soy—farfullé en voz baja y me crucé de brazos.

—Pondré algo de música—anunció mi guardaespaldas con su típico aire y tono de frialdad.

En ese momento le agradecí internamente por el gesto. Si escuchaba otra cursilería acerca de la pedida de mano de Emilio, era probable que explotara.

The angel: La voz de mi Alma.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora