My Rebellious Daughter [Magcon y Tu] ||Libro dos||

Capitulo 19: Escapar

— ¿Quién es ese niño? — Dijo Alexa mirando a Meg confundida mientras bajábamos la escalera.

— Lo conocí en un Meet&Greet en el Youtuber week — Dijo la chica de clara mirada agarrando su bolso.

— Me voy a casa las veo mañana — Dije quitándome el cabello de la cara.

— Bye — Respondieron unisonó mis amigas, ande a paso calmado por los pasillos del hotel cuando una mano me jala a una esquina — Nos van a ver. — Dije seca.

— El muro nos esconde — dijo robándome un beso rápido — ¿A dónde vas?

— A casa, ¿vienes?

— ¿Segura? Qué tal si va tu padre — solté una carcajada.

— El nunca va relájate — Dije poniéndole una mano en el hombro — ¿Entonces?

— Bien — Dijo.

Yo me adelante para no levantar sospechas, atrás iba Cameron andando con total naturalidad cuando llegue a la salida me pare en medio de la acera y me percate de que no hubieran moros en la costa para luego entrar al estacionamiento.

 — ¿Dónde está tu auto? — Dije una vez nos encontramos.

— En el mecánico, pero tengo las llaves del de tu Ex — Dijo sacudiéndome las llaves

— ¿El de Kenny? — Dije mirándolo raro

— El de Matt — Me guiño.

— Bobo — El rio.

Camino a casa compramos comida y alquilamos un par de películas, luego de esas dos paradas la llegada a casa duro menos.

— Bien, pasa — Dije poniendo mis bolso y llaves sobre la mesa de la entrada. — Acomódate, yo iré a servir la comida.

Fui a la cocina y empecé a bajar un par de platos.

— ¿No extrañas el hotel? —Dijo Cameron haciéndome tirar un vaso, que al menos era de plástico, al suelo.

— A veces, hasta de vez en cuando pienso que hubiera sido mejor nunca haberlo conocido, pero pienso en los chicos, en lo bien que nos la pasamos juntos y me arrepiento de ese pensamiento. — Dije echando las papas a un plato.

— Yo... — Empezó, pero  tocaron a la puerta.

— Debe ser Benjamín — Dije tranquila — Podrías abrirle, siempre deja sus llaves.

— Claro — Dijo el yendo tranquilamente, lo que paso después fue: Los pasos de Cameron resonando en el silencio de la casa, el traqueteo que produce la entrada principal al abrirse y luego todo se volvió algarabía... Era papá.