EMPEZAR DE NUEVO

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Harry y Draco se quedaron de pie en el invernadero sin saber qué decir, finalmente el Slytherin rompió el silencio...

-Creo que te debo una disculpa Potter por haberte acusado de difundir esas fotografías, no estaba pensando con claridad en el momento.

-Draco por favor, creí que ya habíamos pasado esa etapa donde nos hablábamos por nuestros apellidos, además entiendo perfectamente la situación y no tengo nada que reprocharte, solo quiero saber que estás bien; los ojos de Harry buscaban los de Draco sin éxito.

-No te preocupes por mi Potter, estaré bien, unos meses de tortura para Tripe serán más que suficientes para sanar a mi orgullo herido.

-Ya basta Draco, creo que Tripe ya tuvo suficiente con todo lo que le dijiste además sé que en el fondo no eres así.

-Ahí es donde te equivocas Potter, yo soy así e intentar cambiar solo me trajo problemas, jamás volveré a ser un idiota que ataca sin razón pero de ahí a dejar de darle su merecido a los que me insultan o intentan humillarme hay mucha diferencia.

Los ojos de Harry entristecieron un poco pero Draco continuó sin importarle los sentimientos del moreno.

-Entiendo que te hayas confundido y que pienses que soy una mejor persona pero no es así, es verdad que mis ideas no son las mismas y que ahora mi círculo de amigos es más grande pero no me voy a convertir en un mártir que pone la otra mejilla cuando me han lastimado, confié en ese idiota, él decidió traicionarme y ahora lo va a pagar caro... si no te gusta como soy puedes dar la vuelta y salir de aquí o mejor aún te voy a evitar la molestia porque el que se va soy yo, no voy a dejar de hablarte y podemos intentar ser amigos si quieres pero debes saber que no voy a cambiar, no me voy a volver tu sombra ni tu reflejo por mucho que me guste tu compañía.

☆☆☆

Pasaron algunos días y Draco cumplió su promesa, se negó a presentar una queja en contra de Tripe y una mañana de buenas a primeras quitó del gran comedor las cortinas que tapaban las pocas imágenes que aún seguían pegadas en las paredes diciendo "Quién sea que haya puesto esto aquí les hizo un favor, ahora todos pueden ver lo que jamás podrán tener" al día siguiente y sin duda por arte de magia todas las fotografías habían sido despegadas, no había duda de que el autor ya no encontraba su broma tan hilarante.

Faltaban solo un par de meses para que terminara el año escolar, Harry se debatía entre sus sentimientos por Draco, no dejaba de pensar en él y en los momentos que habían pasado juntos pero su nueva actitud a veces le molestaba sobre todo cuando a la menor provocación le daba por levitar a gente por los pasillos, sus amigos lo justificaban diciendo que solo se comportaba así con la gente que trataba de hacerlo sentir mal por su orientación sexual, los maestros ya se había cansado de quitarle puntos a su casa sobre todo porque Malfoy los recuperaba con sus excelentes participaciones en clases.

-No se porque sigues molesto Harry, le dijo un día Neville Longbottom, a nadie más parece molestarle la actitud de Draco, a mi me parece divertido la verdad.

Harry miró hacia Neville como si no lo reconociera "¿Crees que andar por ahí agrediendo a los demás es divertido?" Preguntó incrédulo.

-¡Claro que no! respondió el otro chico con un gesto de la mano pero no es como si Draco anduviera por ahí levitando al primero que ve, sólo sucede cuando alguien se lo merece, el imbécil de Macmillan se ofreció a pintarle las uñas y hacerle trencitas por el amor de Dios ¿Qué esperabas que Draco hiciera? ¿Aceptar la oferta?.

Harry no pudo evitar sonreír.

-¿Sabes lo que creo? Que solo estás buscando pretextos para no estar con Draco, es obvio que te gusta pero te da miedo porque en el fondo sabes que hay gente que no va a aceptarte, pero amigo mío piensa que las personas que realmente te quieren y que importan no van a dejarte solo por salir del closet, debes aceptarte a ti mismo para que los demás acepten quien eres y ya deja ese complejo de héroe que no te deja disfrutar de la vida ¡no le tienes que caer bien a todos! Dicho ésto Neville se levantó y salió de la sala común de Gryffindor dejando a un pensativo Harry en el sillón junto al fuego.

☆☆☆

-¡Draco! Gritó Harry al día siguiente mientras lo alcanzaba en su camino al campo de entrenamiento.

-¿Potter? Creí que no te dignarías a hablarme nunca más dijo Draco como una sonrisa burlona en la cara.

-¡Te saludo todas las mañanas! Contestó Harry un poco molesto por la insinuación.

-Si, porque yo te saludo primero le recordó Draco y era verdad, cada mañana al llegar  al gran comedor el rubio hacía una entrada triunfal que le ponía los pelos de punta a más de uno, primero pasaba por la mesa de Gryffindor para darle los buenos días a Harry y después recorría la mesa de su propia casa de principio a fin pasando siempre a espaldas de Jonathan Tripe que en cuanto lo veía sentarse siempre del lado opuesto a donde estaba él salía corriendo como si algo le hubiera picado de repente; nadie entendía el repentino cambio en la conducta del pobre chico excepto Harry que sabía perfectamente el miedo que Tripe sentía de la venganza de Draco que al final nunca llegaba.

-Bueno continuó Harry, ¿Podemos hablar?

-Creo que eso estamos haciendo Potter.

Harry se rascó la parte de atrás de su muy tupida mata de pelo y continuó "yo... necesito pedirte ayuda con pociones una vez más" su cara se ponía cada vez más roja con cada palabra que salía de su boca, "sé que ya no tienes el grupo de estudio ni nada pero de verdad necesito ayuda y creo que eres el único que puede enseñarme lo que necesito"

-¿Quieres que te enseñe que? Contestó Draco intentado suprimir una sonrisa.

-No lo tomes con dobles intenciones Malfoy dijo Harry empezando a enojarse, quiero que seamos amigos, que volvamos a empezar lo nuestro, creo que la vez pasada nos adelantamos demasiado y yo de verdad quiero... quiero ser tu amigo.

Draco no puedo evitar sonreír "muy bien Potter, empecemos de nuevo, te veo esta noche en el salón de pociones"

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