𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏. 𝐏𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐈𝐈

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𝐃𝐚𝐧𝐢𝐞𝐥

Trabajar en Renault ha sido tal y como me lo imaginé. Siempre quise ver de cerca cómo creaban un motor de un Fórmula 1, pero quedé más encantado cuando vi a Amelie trabajar en él.

Ahora no hay mucho trabajo que hacer así que Nico y yo entrenamos un poco en el simulador mientras las publicistas de ambos nos dicen todo el itinerario de videos, entrevistas y eso.

ーAmbos fueron invitados al Festival Internacional de Cine de Cannes ーanuncian y los dos nos miramos emocionados.

Adoro el cine y no puedo esperar para ver el estreno de Once Upon a Time in Hollywood. Por fin me puedo vengar de Amelie, el año pasado fue invitada al estreno de la segunda película de Mamma Mía cuando terminó la temporada y esta vez la llevaré a ver una película de Tarantino, las cuales no le gustan para nada.

ー¿Te vas a vengar por lo de Mamma Mia? ーpregunta Nico como si leyera mi mente, a ambos Amelie nos ha hecho ver esas películas millones de veces.

ー¡Claro que lo haré! Por su culpa no puedo sacar de mi cabeza Waterloo.

El alemán y las chicas se ríen. Seguimos en el simulador hasta que llega la hora de irnos.

Cuando voy a buscar a Amelie para  regresar a casa y luego ir a cenar, no la veo por ningún lado. La llamo y al contestar dice que ya está en el apartamento.

Al llegar me encuentro con una Amelie completamente pelinegra. Cuando se trata de su cabello es demasiado despreocupada y una semana la puedes ver rubia como en Mónaco y a la siguiente con otro estilo completamente distinto.

ー¿Qué?

ーTe ves hermosa ーdejo las cosas en el recibidor y me acerco a ella para rodear su cintura con mis brazosー. Eres como un camaleón muy lindo, siempre cambias de color.

ーNo lo hago siempre ーla miro levantando una cejaー. Ok, si lo hago siempre... Pero es que me gusta jugar con mi cabello, al parecer es la única cosa que puedo controlar a mi manera y por eso todas las noches hago mi rutina para el cuidado y lo mantengo hidratado.

Y si es cierto, a veces cuando está muy cansada yo lo hago por ella para que se relaje y pueda descansar. Su trabajo en la empresa es muy exigente, a eso hay que agregarle que ya es definitivo qué Cyril la está entrenando para ser Directora de Equipo.

Nos arreglamos para ir a cenar. Amelie como siempre se veía preciosa y muy elegante. El restaurant de la Torre Eiffel es su favorito aquí en Francia, además de que le tengo una sorpresa.

Amelie ha estado extrañado mucho su vida en España, incluso quise preparar una cena con sus hermanos y tíos pero en cuanto les conté la idea a Adrien y Aaron, dijeron que no y no entiendo porqué.

Al verla con ese vestido de lentejuelas rojo tengo que parpadear varias veces para saber si es real. Hay momentos en lo que me cuesta caer en cuenta que de verdad es mi novia y todo lo que pasó entre nosotros no fue un sueño.

ーSoy muy afortunado de tenerte... ¿Lo sabías?

ーClaro que si, pero yo también lo soy ーbesa mi mejilla y nos vamos.

Llegando a la torre Eiffel y entramos para tomar el ascensor hasta donde queda el restaurante. Cuando las puertas se abren dejan ver el salón completamente vacío a excepción de los meseros y el gerente de este.

La reacción de Amelie es de completa confusión y sonríe al captar que lo de la reservación no era cierto.

Nos guían a la que será nuestra mesa y antes de comenzar a cenar, pedimos dos copas de vino.

𝐏𝐀𝐑𝐈́𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora