Extra 2

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Mariana se encontraba entretenido mirando una serie en la comodidad de su sofá, absorto en su trama, casi sintiendo lo que la protagonista sentía, la felicidad luego de que después de tantos capítulos se estuvieran dando su primer beso, recordó brevemente como Slime lo había invitado a comer lasaña en su casa en la cuarta cita, el ambiente se tornó caluroso de pronto. Suspiró encantado con la escena que se reproducía en su televisor, intentando sacar de su cabeza los pensamientos de aquel día junto a su esposo, no era el momento. 

Pero todo eso quedó en segundo plano cuando su hijo y esposo entraron por la puerta principal de su dulce hogar, el menor dejó su bolso a un lado de la puerta, apenas saludándolo cuando pasó por su lado, el instinto omega de Mariana empezó a volverse loco al percibir algo distinto en el comportamiento de su cachorro. 

Se levantó de su cómodo lugar caminando hacia el alfa que terminaba de quitar sus zapatos, este le dirigió una mirada acompañada de una sonrisa luego de notar el aroma de Mariana, al parecer este estuvo pensando algunas cosas de las que no hablarían en voz alta, pero podía reconocer ese olor donde fuera, el omega al notarlo golpeó su hombro porque él también conocía mucho de su esposo y sabía lo que quería transmitir con esa sonrisita descarada. 

― No digas nada al respecto, no es momento ― advirtió el menor con sus mejillas encendidas ― ¿Pasó algo con Juan? 

El mayor rió, su omega se avergonzaba demasiado rápido, pero no incomodaría tan temprano con el tema. 

― No lo sé, estuvo callado todo el camino ― respondió este. 

Mariana asintió, su instinto no podía equivocarse. 

― Hablaré con él ahora, creo que algo no anda bien. 

― ¿Y lo verás oliendo así? ― se burló Charlie, recibiendo una mirada para nada amigable del omega, lo tomo entonces abrazándolo por la cintura restregando su cabeza en el cuello del menor.  

El chico se sorprendió ante aquella repentina acción, pero no se quejó, a veces le gustaba tener el ahora del mayor sobre él, pero no se lo diría en voz alta, se negaba a contribuir con su ego. 

― Ya, ya alfa tonto, primero el cachorro ― lo alejó de él escuchando como se quejaba pero no le importó y se dio la vuelta. 

Caminó por el pasillo de su casa hasta llegar y pararse frente a la puerta de su hijo, sin tocar antes abrió la puerta, encontrándose apenas con un bulto de sábanas en la cama, sus zapatos estaban allí tirados a pesar de que él había dejado claro que los zapatos iban en la entrada, entonces debe ser algo serio.  

Entró a la misma, sentándose a un lado del bulto que era su hijo, posando una sus cálidas manos sobre las sábanas, este ni siquiera se movió. 

No sabía cómo iniciar, ¿Y so sólo estaba cansado? Aun así, su omega no dejaba de lloriquear dentro de él, siempre se sentía de ese modo cuando sospechaba que algo sucedía con su hijo. 

― ¿Sucedió algo en la escuela, cachorro? ― preguntó, su voz cálida era lo único que podía escucharse en la habitación ― Puedes decirme que te está incomodando, porque se nota que no estás bien, muy a penas me saludaste allí afuera.  

Escuchó a Juan suspirar y finalmente se removió, pero sin embargo dejó la sábana cubriéndolo justo como estaba. 

― Ari se presentó como alfa hace unos días ― respondió el menor. 

― Oh ― fue lo único que pudo decir, eso ya lo sabía, las tardes de un bien chismecito junto a Quackity y Spreen seguían muy presente en su vida ― ¿Y qué hay de malo en eso?  

Por un momento empezó a crear sus propias teorías en su mente, pero esperó que su hijo hablara. 

― Es que... ― empezó diciendo ― Soy el único en el salón que no se ha presentado. 

Algo en él se sintió mucho mejor al escuchar eso, al menos no era algo grave como pensó quiso soltar una risita por lo dramático que estaba siendo su hijo, pero prefirió no hacerlo, a veces la mente de los adolescentes era difícil de comprender.  

― Sólo tienes trece años bebé, no hay que preocuparse por eso ahora ― dijo tratando de confrontarlo.  

Los cachorros empezaban a presentarse más o menos a la edad de nueve años, por eso no era demasiado extraño que los chicos del salón de su hijo ya tengan sus castas definidas, pero aún estaba a buena edad, cada cuerpo es diferente. 

― ¿Y qué pasa si estoy defectuoso? ― preguntó el menor, esta vez dejando ver su cara, Mariana pudo ver dejes de algunas lágrimas y negó. 

― Juanito cada cuerpo es diferente, todos tienen su tiempo correcto ― respondió y luego le regaló una hermosa sonrisa pasando sus manos por su rostro, dejando una caricia ― no importa la edad, no hay porque apresurarse, ¿Te molestan por eso? 

El niño negó, pero Mariana no tenía que confirmar que no fuera así, los niños y adolescentes llegaban a ser muy crueles. 

― Pero ya no quiero ser un cachorro. 

El omega se rió un poco, encontrándose así mismo en esas palabras, cuando estaba loco por crecer, negó varias veces, cuando somos niños no estamos conscientes de nuestras mejores etapas.  

― Así tengas cincuenta años seguirás siendo mi cachorro, no le des demasiada importancia a eso ahora, eres un chico sano, hace poco fuimos al médico por una visita rutinaria ¿No recuerdas? ― se acercó para abrazarlo, su aroma de bebé seguía presente aun cuando podía notar la fragancia masculina de uno de los perfumes de Charlie, ni siquiera había notado en qué momento se lo había echado. 

Entró en razón de que en algún momento el aroma de su cachorro cambiaría, sintió melancolía ante el pensamiento, su bebé no olería más a bebé. 

― Apestas papá ― dijo este frunciendo su nariz, abrazándose al cuello de su padre, haciendo lo que este había hecho minutos atrás, tratando de dejarlo con su aroma, rió al recordar las muchas veces que había hecho esto cuando estaba más pequeño. 

― Ahora cuéntame la verdad ― retó reparándose de él ― ¿Hay muchos omegas detrás de Ari? 

El rostro de su hijo se tornó rojo, enojado por sus palabras, él sabía que a Juan no le gustaba cuando le decía alguna cosa como esa y mucho menos referente a esa niña que le parecía tan molesta, pero siempre era gracioso hacerlo enojar. 

― ¡No da risa! ¡Papá! 

Baby Thoughts [FLIPORIANA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora