Kardas

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Después de ese día le perdí importancia a lo que los demás niños me decían, Kardas y yo pasábamos mucho tiempo juntas ella estuvo conmigo durante un año, aliviando mi soledad y mi tristeza, unos meses después después mi cumpleaños, Kardas me dijo que tenía algo muy importante que hacer, así que se despidió y se fue

Narra/Kardas

-tengo que encontrar el libro de las alas, es la única opción - dije para mi desesperadamente, mientras revisaba cada rincón de la biblioteca del "cielo"

-¿que buscas tan desesperadamente?- pregunto ksiezyc un amigo

-un libro - respondí sin más

-no me digas, yo pensé que buscabas un león - dijo con sarcasmo

-puede ser que si - respondí incrédula

-ya, enserio ¿que buscas? -

-el libro sobre, sobre ¡los zapatos! - respondí de forma desesperada, pues que no quería que se enterara

Esperen... ¡¿zapatos?! ¿que pasa conmigo?

-¿zapatos? - pregunto levantando una seja - ¿para que quieres un libro de zapatos? -

-para... - tal vez no es mala idea el decirle, el ha sido mi amigo durante mucho tiempo, tal vez pueda ayudarme... Pero que digo, no es nada malo - está bien, no, no busco un libro de zapatos, busco el libro de las alas

- ¿para que lo quieres? - me miró confuso - ¡¿perdiste el color?! - dijo abriendo los ojos como platos, acto seguido comenzó a revisar mis alas

-no perdí el color y ¡deja mis alas! - dije alejando de golpe su mano de mis alas

-entonces ¿que le pasa a tus alas? - pregunto confuso

-no son las mías - dije murmurando

-¿son de algún otro amigo? -

-si... - respondí vagamente

-¿de quien? - pregunto de forma muy curiosa - ¿como se llama? ¿lo conozco?

-krista y no, no la conoces - dije revisando los libros

-¿krista? -

-si, krista -

-pero no existe nadie con ese nombre - me miró confuso -

-¿como lo sabes? - pregunte de forma seria

-porque yo organicé los nombres por orden alfabético, esta semana me tocó a mi - dijo señalándose - ese nombre no existe ¿que me ocultas? - pregunto serio

-no te oculto nada - dije cerrando el libro que está revisando y camine para poder salir de la biblioteca

-lo haces, quiero que me digas que pasa - ordenó caminando en mi dirección - no me digas que - se pauso para pensar sus palabras - ¡no me digas que se trata de un demonio! - pregunto un poco asustado

-no ¿como crees que yo ayudaría a un, a un demonio? - dije con un poco de asco (los demonios son odiados en el cielo) antes de salir de la biblioteca par ir a mi casa

-entonces ¡¿un humano?! - pregunto molesto

-si pero, no es cualquier humano -

-¿a que te refieres? - pregunto

-todos sabemos que los superiores están preocupados por algo ¿no? ¿sabes que es ese algo? -

-no ¿que es? - pregunto con inquietud
-ese "algo" - hice comillas con mis dedos - es un humano sin alas - dije murmurando para que solo el me escuchará

Sin AlasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora