¡¡Elizabeth!!!

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Mi hermano sigue en casa, lo cual me sorprende, pensé que por máximo se quedaría dos días, pero no, lleva un mes en casa, realmente me sorprende

-hermana - dijo gregor, el cual venía caminando atrás de mi

-¿que? - pregunté un poco molesta porque desde hace un rato está pregunte y pregunte, se queja de todo, como si yo lo hubiera invitado a venir con nosotros

-¿que viniste a comprar? -

-paletas heladas - ksiezyc respondió por mi

-¿solo por paletas? - dijo entre jadeos-¿que nunca se cansan? -

-caminamos a diario para ir por paletas y de vez en cuando subimos al cerro para asustar personas - le explique

-¡paleta! - Kardas corrió como si no tuviera un mañana al ver al adorable ancianito que venía las paletas

Compramos las paletas, cada uno de sabor diferente

-no entiendo que tienen de especial - miro con atención la paleta

-estas paletas son echas con mucho esfuerzo - lami la paleta

-¿esfuerzo? - al parecer es tan tonto que no entendió

-es como si el anciano las hiciera para ayudar a alguien o a sí mismo, con trabajo duro y mucho esfuerzo - respondió Ketsueki

Después de esa corta plática, fuimos a casa comiendo paletas y con una bolsa llena de ellas para poder disfrutar más de ese delicioso sabor, gregor no se canso está vez al parecer estas paletas tienen poderes curativos, entremos a casa y....

-¡¿que es esto?! ¡¡sueltame!! - exigi sin embargo no lo hicieron

¡¿esto es un secuestro?!

-¡sueltame! - exigía Kardas, al igual que ksiezyc, Ketsueki y gregor, a los pocos segundos se calmaron

¡¿que pasó?! ¡¿porque se callan!?

-¡¡carolina, martha!! - gritaba por ayuda pero al parece no había nadie en casa

¡¿los asesinaron?!

-¡¡suelt... - me pusieron un trapo en mi nariz y boca el cual tenía un espantoso olor y a los pocos segundos me dormí y no supe más de mi

>>>>>>

Una espantosa luz provocó que abriera mis ojos

-¿chicos? - me incorpore en la cama en cual estaba acostada - ¡Kardas! - me levante y corrí a la cama que estaba a la otra esquina de la habitación en donde estaba Kardas - ¡¡hey Kardas!! ¡¡Kardas despierta!! - la moví bruscamente

-¿he? ¿dónde estamos? - pregunto somnolienta

-no lo se pero levántate, tenemos que salir de aquí - le dije en voz baja

-¡es cierto! - se levantó de prisa

Con cuidado abrimos la puerta y habían dos hombres parados a unos dos metros de la puerta, regresamos a la habitación y cortamos unas cintas muy largas de la sabana con cuidado caminamos hasta llegar a las espaldas de los hombres y les dimos unas patadas lo suficientemente fuertes para que callera al suelo, rápidamente nos hagachamos y amarramos de las manos y pies a los dos hombres, también pusimos una cinta en su boca para que no hablarán o hicieran ruido, caminamos sigilosamente hasta un pasillo dónde estaban mi hermano, ksiezyc y Ketsueki

-¡chicos! - abrace a Ketsueki y ksiezyc - me alegro que estén bien

-yo también estoy aquí hermanita ¿sabes? - se quejó de que no lo abrace a él

Sin AlasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora