El Extraño Principe Belphegor

40 2 1
                                    

Pasaron los tres largos y odiosos días llenos de vestidos, trajes formales, intentos hacer una espantosa remodelacion a la mansión, intentos de cambiar el jardín, atuendos de los empleados, intentos de rediseñar el pueblo, los arbustos, árboles, querer cambiar el color del pasto y el color de mi cabello, medirme cientos de zapatos, probar varios platillos y pelear por un poco de privacidad

-regreso en unos minutos, voy al pueblo - dije abriendo la puerta

-¿que no está todo listo? - pregunto mi madre

-si, pero voy a ver como va todo -

-está bien - pensé que no me dejaría salir

-espera - grito kardas corriendo hacia mi junto a los chicos

-quédense aquí - dije cerrando la puerta

-no - kardas me detuvo y salieron los demás

-ya que - suspire de resignación

Fuimos colina abajo hasta llegar al pueblo, el cual ya estaba lleno de papel picado, lindas luces, disfraces, personas que preparaban lo último todo para el día de mañana ¡el gran festival! Estuve esperando esto, estuve esperando por este festival desde hace meses y trabajando duro para que saliera perfecto, aunque estuve ocupada con todo el royo de "el príncipe" hice todo lo posible para ayudar con este festival, tanto que yo atenderé un puesto durante las primeras horas del festival y será fenómenal

-quedó muy bien, será un gran festival - dijo kardas

-no esperaba menos de mi hermana - gregor intento hacerse pasar por la gran cosa apoyándose en mi

-hola señorita krista - me saludo un hombre llamado Gustavo, el cual venía con su esposa y dos ternuras de niños

-hola - salude con una sonrisa

-gracias por su ayuda para este festival - habló la señora (josefina)

-pero yo no hice nada, todo fue gracias a ustedes y su esfuerzo - fui honesta

-usted hizo lo más grande y difícil - dijo un pequeño niño llamado saphir

-¿yo?- no entendí a que se refería

-gracias a usted tendremos el mejor festival - dijo el pequeño

-krista vamos a casa - Isabel me tomo de la muñeca

-¿mamá que haces aquí? - pregunte un poco molesta

-tenemos que ir nos, al parecer llegará más temprano - comenzó a caminar sin dejar que dijera "adiós" a la familia

-pero espera - jale mi mano - tengo que despedirme -

-lo puedes hacer después, ahora tienes que arreglarte - apretó aún más

Comenzó a caminar como si realmente conociera el camino a casa, camino durante diez minutos sin tan siquiera saber a dónde iba

-lo haré cuando llegue a casa - solté unas pequeñas risas

-exacto -

-pero dime, al menos sabes a donde me llevas- sonreí

-a casa - respondió tranquila

-¿segura? - pregunte divertida - por que yo se, que este no es el camino a casa - comencé a dar brinquitos - sigue caminando en esta dirección y llegarás a la parte baja del pueblo - parecía niña de cinco años

-¿como? - pregunto mientras nosotros soportabamos las ganas de reír

-que si caminas en esta dirección tardarás veinte horas en llegar a la ciudad - dije con pequeñas risas

Sin AlasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora