Maniac

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TW:  relación tóxica, posiblemente psicológicamente abusiva.

La música sonaba fuerte pero Harry no quería bailar, sin importar cuántos chicos se lo pidieran. Recientemente había terminado con su novio... o algo así.

Ellos tenían un tipo de relación amor-odio un tanto extraña; se gritaban y se disculpaban, terminaban y regresaban. Harry culpaba a la gente, las cosas siempre eran mejores cuando solamente eran ellos dos.

Cuando Harry le había llamado a Niall a mitad de la madrugada mientras lloraba porque habían vuelto a terminar, el rubio solo soltó un bufido.

La verdad es que los que conocían a la pareja ya no sabían qué pensar sobre ellos, y Niall estaba seguro de que en un par de días el rizado le llamaría de nuevo para contarle lo feliz que estaba de que hubieran regresado, así como había hecho ya tantas veces.

Sin embargo, ya había pasado una semana desde que Harry había dado por terminada su relación y no parecía haber indicio alguno de que fueran a regresar.

No esta vez.

Harry había escuchado muchas cosas durante los días siguientes de la ruptura (¿ven? es culpa de la gente), él sabía lo complicado que sería salir con alguien como su ex antes de que éste empezara siquiera a coquetear. Vamos, que salir con el capitán del equipo de fútbol no era tan fácil y divertido como lo hacían ver en las películas.

Harry no era "la porrista guapa" y ellos no eran "la pareja perfecta", pero había momentos en los que el rizado estaba seguro de que podía con las miradas y cuchicheos de la gente, unos de celos y otros de lástima. Esos días en los que Harry se perdía en los brazos de su nov... de su ex novio, esos eran sus días favoritos.

El rizado estaba cansado de tantas peleas y de los rumores que corrían por los pasillos sobre su persona, esa había sido la razón principal por las que Harry terminó las cosas, y bueno, su ex no se lo había tomado muy bien.

No sabes todo lo que yo he dado por ti, Harry.

Estás loco... ¡Me vuelves loco! No sé qué más quieres de mi.

Si lo que quieres es largarte, entonces lárgate. No te necesito, ni a ti ni a nadie.

Decir que a Harry le había dolido, era poco. Si, él había terminado las cosas. Y si, él también había dicho cosas hirientes (¡Cállate, te odio! Seguramente tú también te ríes cuando los demás se burlan de mí, maldito imbécil. Podría apostar que la mitad de los malditos rumores los empezaste tú.). Pero Harry estaba seguro de que aunque se hacían daño de vez en cuando, se amaban. Por algo el destino no dejaba que se separaran.

Como esa vez, un par de días después de que terminaron, el ojiverde recibió una llamada de su ex. Harry no pudo evitar sentir su corazón rompiéndose después de escuchar su voz llorando, hipando su nombre, probablemente ebrio... pero los niños y los borrachos siempre dicen la verdad, ¿no?

Harry había terminado yendo a casa de éste, dispuesto a reconfortar. Harry también se había derrumbado en sus brazos cuando lo vio sentado en la banqueta, esperándolo. Se había vuelto un hábito, él esperando a que Harry fuera a verlo... porque Harry siempre iría a verlo.

Pero, de nuevo, las cosas eran complicadas.

Harry lo sostuvo toda esa noche, se prometieron el uno al otro no abandonarse jamás, pero al día siguiente, el rizado se había ido antes de que él se despertara.

¿Habían hecho las paces? No.

¿Habían regresado? No.

Ambos lo sabían, como una especie de contrato no hablado que tenían.

Where Blue Meets Green (rewritten version)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora