Where Blue Meets Green (rewritten version)

Imperfections

TW: auto-criticismo y comparación de apariencia física y alcance intelectual.

(Dedicado a louisxhxarry_ y a todxs aquellxs que sientan que sus imperfecciones y defectos pueden más que ellxs. Recuerden que todxs somos hermosas, cada quien a su propia manera.)

Harry se miró al espejo una vez más, no convencido del todo. Los pantalones de mezclilla que traía le abrazaban los muslos y la playera que había elegido hacía notar su barriga. Soltó un suspiro antes de dirigirse al armario y tomar una sudadera que Louis había olvidado hace un par de días. Se la colocó y acercó la tela a su nariz, el olor de su novio siempre lograba tranquilizarlo.

Se acercó nuevamente al espejo colocando sus manos sobre su estómago, sintiendo lo grande y holgada que le quedaba la prenda sobre su cuerpo. Levantó la mirada, encontrándose con verdes orbes mirándolo de regreso.

Dios, soy horrible. Pasó su mirada por el acné en sus mejillas, repasó el tamaño de su nariz y sus desordenados e incontrolables rizos.

Antes de que la ansiedad se apoderara totalmente de su cuerpo, su celular vibró sobre la mesita de noche.

Lou <3: ya estoy afuera

Harry se miró por última vez al espejo antes de salir del apartamento. Bajó las escaleras veloz, topándose en la salida con la hermosa sonrisa que tenía Louis siempre que lo veía. Esa que le hacía sentir mariposas.

–Hola, mi amor.– el castaño recibió a Harry en sus brazos colocando sus manos sobre las caderas del menor, meciéndolos levemente. El ojiverde escondió su rostro en el cuello de su novio. –¿Cómo te fue en tu examen ayer?

Harry bufó. Se le olvidaba que, aparte de feo, era tonto también. –Horrible, no entendí casi nada y las poquitas que contesté fueron al azar.

–Oh, bebé.– Louis se separó un poco para ver el rostro de su novio. –Lo lamento, debí haberme quedado y ayudarte a estudiar.– el ojiazul besó rápidamente los labios de Harry. –Es solo que he tenido mucho trabajo últimamente. Lo siento.

–No es tu culpa, Lou.– Harry le dedicó una débil sonrisa que no llegó a sus ojos. Él bien sabía que no podía depender de su novio para todo, ya lo consentía bastante; vaya, que Harry consideraba que ya era lo suficientemente afortunado de que alguien tan perfecto como Louis volteara en su dirección.

Harry no era popular. De hecho no tenía muchos amigos aparte de Zayn. El rizado no era mucho de salir, le gustaba estar en su habitación viendo series o escuchando música. Le gustaba estar acostado en la cama todo el día y pedir comida a domicilio. Tal vez por eso estaba tan gordo, estaba seguro de que en algún momento dejaría de entrar en sus ropas.

Louis era todo lo contrario. El castaño era el alma de todas las fiestas, tenía muchos amigos y era popular. El chico era guapísimo a más no poder; con su cuerpo tonificado, pómulos afilados, nariz respingada y ojos profundos como el océano, bien podrías pensar que era una ilusión.

Si Louis era el foco brillante que llamaba la atención, Harry era la sombra que nacía de esa luz.

No le importaba, estaba acostumbrado a no ser notado, y la mayoría del tiempo, era feliz pasando por desapercibido. Tan desapercibido, que cuando empezó a salir con Louis, todo el mundo pensó que el rizado era de otra escuela.

Louis era... perfecto. En todos los aspectos.

Harry seguía sin entender cómo es que eran novios. Muchas veces en las que el mayor no se podía quedar a dormir, el rizado se ponía a pensar en como el castaño se merecía a alguien mejor que él.