Capitulo 8

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— Chae — se quejó Mina, zafándose de los brazos de Chaeyoung y tocando a la chica rubia en el hombro— Arriba, Chae arriba — le dio un codazo al costado de Chaeyoung y resopló.

Mina se iluminó tan pronto como los ojos de Chaeyoung se abrieron.

-¡Chae! ¡Hay luz, Chae!-señaló felizmente la ventana, mostrándole a la chica rubia que el sol acababa de abrirse camino sobre los edificios a su alrededor.

Bostezando, Chaeyoung se sentó y trató de recordar que había sucedido la noche anterior. ¿Qué día es hoy? Mierda. Tenía clase en menos de una hora.

— Gracias— asintió hacia Mina y salió de la cama, hurgando frenéticamente en sus cajones para encontrar algo presentable para ponerse. Mina se sentó en silencio en la cama, observando cómo Chaeyoung se cambiaba a un par de jeans y un suéter ligero.

— ¡¿Nayeon?!—llamó Chaeyoung, corriendo por el pasillo y después dentro de su baño. Mina la seguió de cerca, de pie en la entrada y observando cómo Chaeyoung se ponía una fina capa de maquillaje, tratando de parecer más despierta.

—¿Huh? — Nayeon asomó la cabeza por la puerta, Sana y Jihyo ya estaban en clase, y Nayeon no tenía clases hasta más tarde esa noche. Chaeyoung regresaría a casa de sus clases alrededor del mediodía.

— Tengo clase— Chaeyoung asintió en dirección a Nayeon antes de cruzar el pasillo y sacar su mochila de su habitación. Mina continuó siguiéndola mientras metía sus pertenencias dentro de la mochila — Así que tienes que cuidar a Mina.

Nayeon solo asintió, se pasó una mano por el cabello y siguió a las otras dos chicas escaleras abajo. Chaeyoung agarró sus llaves pero se detuvo justo cuando estaba a punto de abrir la puerta y salir. Mina estaba justo atrás de ella, mirándola expectante.

— No puedes venir conmigo — Chaeyoung levantó una ceja hacia Mina— Tienes que quedarte aquí con Nayeon.

—No— Mina negó con la cabeza.

—Si Mina, tengo clase— Chaeyoung golpeó su pie con impaciencia.

—Sí— Mina asintió una vez, causando que Chaeyoung gruñera. Le envió a Nayeon una mirada suplicante, y la chica bajita agarró el brazo de Mina.

— Minari, podemos hacer panqueques para Chaeyoung cuando vuelva —ofreció, asintiendo a Chaeyoung para que se fuera mientras que Mina estaba distraída. Chaeyoung murmuró un "gracias" y salió por la puerta, justo a tiempo para oír a Mina quejándose cuando la puerta se cerró.

Tratando de deshacerse de cualquier culpa que tenía por irse, Chaeyoung echó la mochila en el asiento del pasajero y salió a toda velocidad por la calle. La corta distancia de su escuela le dio tiempo para pensar en todo lo que estaba pasando con Mina. No entendía muy bien cómo se estaba volviendo tan apegada a la chica.

Finalmente, llegó fuera del edificio. Se dio cuenta de que llegaba cinco minutos tarde y se maldijo mentalmente por haber olvidado poner la alarma la noche anterior. Chaeyoung había estado demasiado distraída por Mina.

Tomó su mochila y corrió hacia el edificio, notando que su maestro ya había comenzado a enseñar. Suspirando, abrió la puerta lentamente y sintió los ojos de todos sobre ella. Su maestro dejó lo que estaba haciendo y se giró para mirarla. Ella hizo una mueca, sabiendo que él era uno de los profesores más estrictos de la escuela.

— Parece que por fin ha decidido unirse a nosotros, señorita Son— asintió una vez hacia Chaeyoung, que estaba de pie en silencio en la puerta— Ya recogí los trabajos que habíamos dejado, así que por favor pon los tuyos en tu carpeta y agarra otro juego de pinceles para ti.

YELLOW - MICHAENGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora