Lo que para él significaba apenas un instante, para el chico de cabellos burdeos era toda una vida.
Sabia que era imposible y sobre todo prohibido. Pero él no controlaba sus sentimientos; Aun así decidió intentarlo sin importarle condenarlos a ambos...
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— Ya he dicho que no, así que vete y resuelve sus propios asuntos — Se dio la vuelta para retirarse y volver a la cueva donde sabia que Tanjiro le estaba esperando, pero cuando de nuevo tuvo un árbol interponiéndose en su camino un gruñido con el que expresaba el fastidio de ese momento se hizo presente.
— Es un humano, sabes bien que no puede permanecer aquí — Insistió un Yokai de apariencia mucho más madura, siendo considerado uno de los principales guardianes del bosque y la flora que adornaba el lugar — Debe irse.
— Él no está todo el tiempo vagando en tu bosque, pasa la mayor parte del tiempo en las montañas o en los alrededores de la cueva conmigo y ese es mi territorio — Miró fijamente al otro como si intentara desafiarlo — Aquella zona por derecho me pertenece, así que no te metas — Estaba consciente de lo que significaba retar a uno de los guardianes así como de las consecuencias, sin embargo no pretendía ceder para que alejaran a Tanjiro de él solo por sus estúpidas reglas.
— Tu mejor que nadie sabes del peligro que conlleva el tener a alguien de su especie aquí, debe volver a su aldea — Era firme pero comprensivo, sabía por todo lo que el de puntas azuladas vivió hasta ese momento de confusión, porque todos los protectores estaban de acuerdo en algo, Inosuke había estado aislado mucho tiempo por su cuenta, lo que ahora ocasionaba que por su cabeza pasara aquella locura de creer que ambas especies pudieran convivir en supuesta armonía.
— Lo expulsaron de su aldea por salvarme, ¿Acaso no son capaces de comprender eso? — Esta vez cruzo sus brazos recargando su peso contra el árbol que aun le estorbaba para continuar su camino — Es un buen humano, ustedes mismos dijeron que debía perdonar a su raza, ahora que lo hice solo tienen que confiar en mí.
— No es algo a discutir, debe irse — Exigió aun sabiendo como terminaría nuevamente aquella discusión, ya que desde hace semanas tenia el mismo resultado; Inosuke ignorando todas las advertencias, no solo las suyas, había más seres que intentaban razonar con él para que ahuyentara al humano de las montañas, las cuales terminaban con el mismo resultado.
— Y si no, ¿Qué? No pueden echarme de las montañas, tampoco prohibirme cuidar a los jabalíes porque es mi único motivo de vivir y nadie más podría hacerlo — Hizo una pausa antes de sonreír con burla al saber cuál sería su única amenaza, pues ya se la habían advertido varias veces, incluso desde mucho antes que Tanjiro llegara a su vida — ¿Quitarme la ayuda de los dioses? Yo mejor que nadie sabe que nunca me han brindado si quiera un poco de fortuna, ahora tengo algo que realmente quiero, y nada me lo va a quitar, ni siquiera ellos.
«No pueden hacerlo, porque si lo hacen yo me pondré en su contra.»
Hubo un largo silencio, por ello simplemente retiró los arboles que estorbaban el paso del más salvaje para dejarlo marchar, quien a pesar de todas las ofensas anteriores aun se inclinó un poco frente a él en despedida. No pudo evitar reprochar su actitud negando mientras lo veía marcharse y aun así reír en silencio.
Si bien lo habían enviado a él por ser despreocupado y calmo, había advertido que no sería el quien perdería su tiempo en hacer al salvaje de los jabalíes entrar en razón por un simple motivo, era uno de los pocos que aprobaba aquella inusual "amistad" que estaba claro había escalado a lo prohibido, después de todo, fue el quien permitió que esta sucediera, dejando al humano entrar a través del bosque y alcanzar a Inosuke en su primer encuentro.
