Stella.
Vale, sí, era mi hermana pero ella siempre ganaba, como era pequeña... Papá siempre la complacía. En cambio, mamá... bueno, mejor no hablar de ella. ¡Ya ves! Ella pudo dar una vuelta y yo tuve que quedar a colocar, todo. Y aun así se tarde 15 minutos más! Esta vez, si que...- ¡Uff! Termine -suspire. -¿Dónde estará la chica?
Me acerque a la ventana y me apoye a ella. Entonces vi un chico rubio besándose con... ¡mi hermana!
Baje rápidamente, corriendo, las escaleras y abrí la puerta de la calle.
- ¡Vaya querida! Veo que ya el primer día y secuestras a alguien -reí.
Ella se separo inmediatamente y me miro sorprendida.
- ¿Qué haces? -pregunto poniendo distancia entre el chico y ella.
- No, la pregunta es ¿Qué haces tú? Papá, te va a matar.
- Lo siento -bajo la mirada y él rió.
Yo lo mire y molesta le dije:
- ¿Y tú de qué te ríes?- De ti, Stella, siempre me hacías reír, ¿recuerdas?
Camine unos pasos hacia ellos, confundida. Me había llamado por mi nombre, me conocía, pero yo aun no lo había visto ya que estaba de espaldas.
El volteo. Era alto, ojos verdes, gran sonrisa en la cara, y como había dicho antes, rubio. Pero esos ojos... esos ojos... había algo especial en ellos.
- Vamos, Stel, ¿no me recuerdas? -dijo acercándose más a mi.
- ¿Es posible? - susurre.
- Si, si es posible.
- ¿Kendall? -dije con un hilo de voz.
- Hola Stela, ¿Cómo has estado?
- Ahh Kendall -me tire hacia él y caímos al suelo, riéndonos, ante la atenta mirada de ___________.
- Que alegría volver a verte, peque! -mi hermana y yo reímos, el nos miro molesto.
- Oh vamos Stella, ¡no me digas así!
- Perdona Kendall... Oh! - los mire y me puse a pensar como decirles.
- Stella, no sé como paso, solo paso, pero eso no cambiara que somos los mejores amigos del mundo, cierto Kendall? -él asintió.
- Me leíste la mente -reímos.
- Eres previsible.
Sonreímos y oímos una voz gritando:
- ¡Stella!
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Stay With Me
Fanfiction> Te extraño, te necesito. ¿Sabes? Te quiero más que antes. Nada ha cambiado, nadie puede, ni podrá ocupara tu lugar y esto se hace más duro cada día. Dime, por favor, que me quieres. Esta vez quédate conmigo para siempre.