TODO LO QUE QUIERO - Capítulo 1

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Hugo se frotó el rostro con una mano, cansado. Su despacho debía ser el lugar más tranquilo de aquel edificio y, sin embargo, esa mañana estaba inundado de personas que hablaban en diferentes idiomas mientras Recursos Humanos adaptaba la sala de reuniones. Por supuesto, no se mostró esquivo ni puso malas caras al verlos toquetear sus lápices, su teclado y el bloc de notas que descansaba sobre su escritorio. Ya había asumido que le tocaba estar al frente de aquel concilio antes de que Holden, su mejor amigo y director de la revista, perdiese la cabeza.

Y nadie quería ver al bueno de Holden decapitado.

—Cacarean como gallinas —farfulló, apoyado en la pared, con la sensación de estar sumergiéndose en un estanque de fango capaz de engullirle por completo—. Lo peor es que encima luego se pondrán a chillar ahí dentro.

Hablaba solo, por supuesto. El director estaba reunido con ellos y el resto del equipo de la revista no metían sus narices en ese tipo de asuntos.

Bueno, o casi todos. Siempre había excepciones.

—¿También se tiran de los pelos o eso solo pasa en las películas?

El hombre se sobresaltó al oír una voz femenina muy cerca de donde estaba. Solo tuvo que ladear la cabeza a tiempo de ver una cabecita rubia que le llegaba por debajo del hombro.

—Diría que es un mito, pero con esta gente... Quién sabe.

Vega le sonrió a modo de respuesta. Esa mujer estaba besada por el sol, y la prueba estaba en el rubio de su pelo, que brillaba más en verano, en el dorado de sus ojos y en el bronceado de su piel. Estaban a mitad de septiembre, con el bochorno correspondiente, y ella seguía luciendo la señal del bikini en el cuello. Suponía que también en el resto de su cuerpo, pero no iba a preguntárselo.

—Holden lleva toda la semana paniqueando —ella, con el descaro que la caracterizaba, apoyó la mano en su hombro y sonrió más amplio—. ¿Quiénes son?

—Los accionistas de las tres revistas. La inglesa, la española y la francesa. Creo que intentan llegar a un concilio para expandir horizontes, pero va a salir fatal.

Cualquier persona le habría advertido a Hugo que no hablase de esos temas con una empleada, pero era Vega, la mejor periodista que tenían en el equipo, la primera que contrataron y que había demostrado con creces, en los últimos tres años, que se merecía todos los honores. Con ella era fácil hablar porque no había que dar muchas explicaciones, simplemente responder sin más.

—Eres muy poco halagüeño, eh. ¿Qué pasa si todo va bien y hacéis que la revista sobresalga? Este año estamos vendiendo muchos más ejemplares y nos llaman de muchos más sitios.

Sí, era cierto. Y ese honor había que concedérselo a la empleada temporal que tecleaba al otro lado de la oficina. Martina Nogués, sin pretenderlo, consiguió poner a Serendipity Magazine en el punto de mira y darle una publicidad que les hacía muchísima falta. Algo de lo que él se quejó al principio, por supuesto. Hasta que comprendió que esa mujer, que no tenía vena de periodista, no se merecía ninguna bronca. Al contrario, todos allí dentro tendría que darle las gracias por darles un empujón. Ella puso el mecanismo a funcionar y ahora Holden y él tomaban el relevo.

El principal problema que le tenía con ojeras bajo los ojos y una actitud pesimista era que ese tipo de gente que se aglomeraba en su despacho no era fácil de tratar. En realidad eran expertos en quejarse por todo y en defender arcaicas formas de dirigir una empresa. Pero Holden y él tenían formas diferentes de hacer las cosas, y no pensaban claudicar tan fácilmente.

De ahí que se escondiera en el pasillo mientras acomodaban la sala de reuniones. No quería poner buena cara demasiado tiempo, no le quedaba paciencia para eso. Hugo debía ser la persona más pasota de los que habitaban allí dentro normalmente, y el que menos sabía mantener una conversación por cortesía. La sinceridad le quemaba por dentro como un fuego a plena potencia. Y al conocerse tan bien, evitaba los conflictos y se limitaba a elegir las guerras en las que merecía la pena luchar.

TRILOGÍA SERENDIPITY MAGAZINE - Capítulos de pruebaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora