Mi vida junto a ti - Joseph Quinn

El nuevo integrante

Joe y yo nos cambiamos lo más rápido que podemos y salimos apresurados hacia el hospital, estoy tan feliz como nerviosa, no puedo creer que una de mis mejores amigas está a punto de tener un bebé.

Después de algunos minutos llegamos a la sala de maternidad del hospital, Esteban camina de un lado a otro, nervioso.

____: ¿Cómo está Ivonne? - pregunto sacándolo de sus pensamientos

Est: Acaba de pasar a chequeo - muerde sus uñas ansioso.

Joe: Amigo aquí estamos, tranquilo

Pasados algunos minutos, que parecen eternos, sale una enfermera llamando a Esteban anunciando que Ivonne pasará a quirófano, tendrá cesárea de emergencia y pidió tener a su esposo a su lado.

Nosotros nos quedamos esperando en la sala, al menos la estancia en el hospital esta vez no será negativa.

Mientras pasa el tiempo observo la sala de maternidad adornada con pequeños detalles infantiles, veo enfermeras amables ir de un lado a otro, familiares felices entrar con globos rosas y azules, esposos nerviosos, y abuelos emocionados.
Han pasado por los pasillos algunos cuneros con bebitos pequeñitos siendo fotografiados por familias enteras sonriendo de oreja a oreja.

El ambiente en esta área de hospital es totalmente diferente a dónde estuve la última vez.

Joe: ¿En qué piensas?- toma mi mano para llamar mi atención

____: En nada - sonrío evitando el tema

Joe: No me parece que sea nada, llevas callada bastante tiempo.

____: No sé, es raro estar en el hospital pero sentirme tranquila y feliz

Joe: Es lo que traen los bebés - encoje sus hombros con una cara diferente, con una expresión de emoción y curiosidad.

El tiempo pasa lento ¿Cuánto puede tomar dar a luz un bebé?
No tengo idea de nada, nunca he estado cerca de un bebé y al menos no he vivido un embarazo cercano en mucho tiempo, debí hacer más preguntas a Ivonne cuando tuve oportunidad.

Ya vi los programas aburridos de la TV en la sala, ya entre a redes sociales, incluso comí algo de la máquina de dulces, ya no se que más hacer para calmar mi ansiedad, estoy considerando salir a dar un paseo cuando Esteban sale con la sonrisa más grande que he visto en mi vida, sus ojos brillan diferente a cuando lo vi en el altar mientras Ivonne caminaba hacia él.
Parece que nació un nuevo hombre además de un bebé.

Est: Leonel está aquí- se acerca a nosotros - todo salió perfecto, Ivonne está descansando.

Joe: Felicidades hermano - le da un abrazo de esos sonoros donde los hombres acostumbran a golpear su espalda mutuamente, es algo que nunca he entendido, parece que entre más fuerte el golpe más importante es.

Est: ¿Quieren pasar a saludar?

_____: ¿Podemos?- pregunto esperanzada de poder ver a mi amiga y conocer al nuevo humanito que crearon.

Est: Claro ¡Vamos!

El pasillo por el cual nos dirige Esteban está lleno de puertas con diferentes marcos y letreros de nuevos bebés y mamás, unos son más sencillos, otros más extravagantes, incluso con globos y flores. Se puede escuchar llantos detrás de las puertas, risas y felicitaciones.
Y ahí estoy, frente a la puerta blanca con un letrero de madera adornado con un león bebé donde puedo ver: Leonel 3.500kg 52cm 3:37pm

Abro la puerta y veo a mi amiga recostada con una enfermera al lado checando el suero que lleva en la mano, su cara está cansada pero lleva una sonrisa de oreja a oreja, hay una cunita alta y transparente pegada a su camilla, veo un bultito de cobijas azules y mi corazón se acelera.
Entre más me voy acercando voy reconociendo una cabecita rosadita cubierta por un gorrito de rayitas, tiene sus ojitos cerrados, una naricita apenas perceptible y unas cejas con vellitos delgados y claros; camino con precaución para no interrumpir la tranquilidad de Leonel, la enfermera se acerca para tomarlo y acercarse ofreciendo cargarlo.
Intento limpiar el sudor de mis manos y en cuanto siento el peso sobre mis brazos un sentimiento profundo de ternura invade mi ser y las lágrimas brotan de mis ojos, no puedo creer lo pequeño que es, no puedo creer que mi amiga creo dentro de su cuerpo a este bebé; repaso con detenimiento su carita, sus manitas tan minúsculas que descansan tranquilas en su pecho.

Cuando me doy cuenta todos están viéndome fijamente, supongo que nadie esperaba esta reacción de mi.
Quién nunca había tenido interés de ningún tipo en niños y bebés, mucho menos había convivido con uno y no eran algo presente en mi vida.

Es incomodo tener todos los ojos de la habitación puestos en mi, así que decido entregar a Leonel a los brazos de Esteban y centrar mi atención en mi amiga, preguntando cómo está, como se siente y escuchando lo feliz que está.

Al fondo sentados en el sillón para visitas platican Esteban y Joseph, no se que están diciendo pero puedo ver a Esteban hablar con emoción y detenimiento mientras Joe escucha atento sin quitar su mirada de Leonel, tiene esos ojos curiosos como cuando ve algo que le fascina, su mano está ansiosa, tocando la cobijita por un extremo, parece que muere por abrazar al bebé pero no se siente seguro de preguntar.
Esteban al fin se da cuenta de las ansias que tiene Joe por Leonel y ofrece poner en sus brazos el envuelto de cobijas con el niño dentro, la cara de Joseph se ilumina al instante y lo toma con tal delicadeza que parece que tiene miedo de romperlo, sus ojos bailan de un lado a otro observando el rostro apacible de un bebé que acaba de llegar a este mundo siendo el más amado, veo como su dedo meñique acaricia lento por sobre el gorro la cabecita de Leonel, está meciendo sus brazos lentamente y sonriendo suave.

Si yo ya estaba perdidamente enamorada desde antes, este fue el momento en el que llegué a un punto sin retorno. Ver su mirada emocionada, sus brazos largos y grandes amoldarse al pequeño cuerpo, sus movimientos que siempre han sido torpes, intentando ser más ligeros y suaves para el bebé, su voz modulada a un nivel bajo como un susurro hablándole a Leonel como si pudiera entenderlo; no sé cuántas mujeres podrían decir con certeza cuando o cómo se dieron cuenta que querían ser mamás, pero yo, yo acababa de darme cuenta en ese preciso instante de que no quería perderme la oportunidad de ver a Joseph cargar a su propio hijo alguna vez.

Iv: ¿Pensando en tener a tus propios hijos? - me dice al darse cuenta que he dejado de poner atención a lo que me contaba por ver la integración de esos dos.

____: No lo sé, tal vez - digo con una sonrisa - tienes que contarme tu experiencia para saber si vale la pena- no quiero decirle aún que estoy queriendo tener ya ahora mismo un hijo con mi esposo.

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Estoy dejando que ______ sea quién tenga la primera interacción con Leonel, es el hijo de su mejor amiga y no puedo imaginar todo lo que podría estar pasando por su mente; al entrar en la habitación guardo mi distancia, no quiero irrumpir en la atmósfera de privacidad y tranquilidad que se respira en la habitación.

En lo que menos pienso ______ está sosteniendo al pequeño bebé con lágrimas en los ojos, su cara es de ternura completa admirando el rostro delicado y cuerpecito que tiene en sus brazos.
Yo sé que no está segura ni se siente aún lista para hablar de tener a nuestros propios hijos, pero puedo jurar que verla en esa situación me hizo desear todavía más poder convertirme en padre a su lado, se ve tan perfecta cargando y cuidando con precaución al nuevo ser, que quisiera irme ahora mismo y llevarla a casa para que podamos tener a nuestros hijos.

Escucho la historia de Esteban y lo nervioso y asustado que estaba en el quirófano, las veces que sentia se iba a desmayar y lo maravilloso que fue escuchar el llanto por primera vez y cortar el cordón umbilical, quiero poner atención, pero mi mirada no puede ir a otro lugar que no sea esa carita tan minúscula ¿Cómo pueden existir humanos tan chiquitos?
Quiero abrazarlo, pero no sé cómo pedirlo, no quiero arrebatarle el hijo al nuevo papá eso sería grosero.
Paso algunos minutos más acariciando de lejos la cobija para disminuir las ganas, hasta que Esteban por fin ofrece poner en mis brazos a Leonel, su cuerpo es pequeño y liviano, tengo miedo de lastimarlo y no me muevo demasiado al principio, acaricio su cabeza con un dedo y siento el calor traspasar, un olorsito peculiar llega a mí, es diferente a todo lo que he olido, no puedo explicar cómo es pero se que es olor a bebé, un olor adictivo, como por inercia mis brazos comienzan a moverse lentamente en un ritmo constante, parece que esto ya lo he echo mil veces pero no es así.
Podría hacerlo por horas, es relajante.