¿Hay algo malo en mi?

213 29 1
                                    

Quisiera decir que todos estos meses han sido felicidad y diversión, pero en realidad todo ha sido lo contrario.
Las primeras semanas después de decidir que si quería ser mamá fueron relajadas y llenas de ilusión, no podía dejar de pensar cuándo sucedería.
No lo hablamos con nadie, queríamos que fuera una sorpresa en el momento que llegara, así que todo esté tiempo he vivido sola la incertidumbre.

Ivonne tardo 1 mes en volver al trabajo, le costó mucho dejar a Leonel al cuidado de su mamá, los primeros días las descubrí llorando una que otra vez; se lo difícil que es para ella separarse de su bebé tan pequeñito.
No quería ser egoísta y tenerla aquí como siempre, así que algunas veces le pedía que se fuera temprano.
Entre platicas intentaba sacarle información de su proceso, cuánto tiempo le tomo, como supo que estaba embarazada y cuáles eran los síntomas.

Una ocasión cuando Leonel tenía 5 meses me pidió como emergencia cuidarlo unas cuantas horas, Esteban tenía un evento importante en su empresa y debía acompañarlo, sería algo largo y tedioso por lo que decidió que la mejor idea sería dejar a Leonel, intentó pedírselo a su mamá pero justo tenía citas médicas, sus suegros estarían presentes en el evento también y no se sentía segura dejándolo con una niñera siendo tan pequeño.
Fui su última opción.

Ese día estaba nerviosa, nunca había cuidado a un niño tan pequeño
____: ¿Y si llora y no sé que tiene? - le dije preocupada cuando llegó a mi departamento con portabebé y pañalera.

Iv: Todo estará bien, solo ve que tenga pañal limpio, no tenga hambre o quiera dormir una siesta.

___: ¿Y cómo voy a saber cuál necesita? ¿Cómo haces tu para saber?

Iv: Solo lo sabes, algo dentro de ti te lo dice - deja a Leonel que viene profundamente dormido, en la sala junto a su pañalera que contiene todo lo necesario para su cuidado.

____: Haré lo mejor que pueda, ¡Diviértete! - me despedí de ella en la puerta.

Iv: Estaré pendiente por cualquier cosa, llámame ¿Ok?

La ví entrar al elevador en el pasillo y de pronto me encontraba sola con Leonel, no sabia que hacer

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La ví entrar al elevador en el pasillo y de pronto me encontraba sola con Leonel, no sabia que hacer.
Pase un buen tiempo sentada frente a él viéndolo dormir, su respiración era tranquila, su carita me daba paz y quería despertarlo para jugar con él.
En el momento que abrió los ojos me puse nerviosa, no quería que llorara.
Así que lo levanté y camine con él por el departamento, intentaba enseñarle la vista por los ventanales de la sala cuando empezó a hacer puchero

___: ¡Oh no!- pensé - ¿Que hago?

Intenté arrullarlo pero no funcionó, lo cual era obvio, acababa de despertar y era claro que una siesta de nuevo no era lo que necesitaba.
Le enseñe sus sonajas, canté la única canción infantil que me sabía gracias a Rosalie pero tampoco funcionó.
Entré en pánico, hasta que comencé a recordar lo que dijo Ivonne, siesta, pañal, comida.

Para este momento Leonel estaba desesperado, no importaba que hiciera él lloraba sin parar, intentaba preparar su biberón lo más rápido que podía, pero no tenía idea de lo que estaba haciendo, entre todo el caos no me di cuenta de que Joseph había llegado, ni siquiera le había avisado que estaría el bebé aquí.

Joe: ¿Estás bien?- escuché del otro lado de la habitación y lo ví al pie del portabebé tomando una manita de Leonel - Tranquilo shhhh shhh shhh- decía mientras lo sacaba de su asiento y lo acurrucaba en su pecho.

Estaba viendo toda la escena parada detrás de la barra con la leche, el biberón y el agua regados por todos lados.

Joe: Mira la tía ______ tiene lista tu comida- le dijo a Leonel mientras caminaba hacia mi.

____: Gracias por salvarme, no tengo idea de que estoy haciendo y el pobre Leo está sufriendo por mi culpa - le extiendo el biberón para que pueda dárselo y así calmar la desesperación de Leonel.

Joe: Estás haciendo un buen trabajo, mira ya está feliz- me enseña al bebé comiendo satisfecho.

____: Perdón, ni siquiera te avise que estaría aquí, Ivonne me lo pidió de emergencia, no había alguien más que pudiera cuidarlo.

Joe: Está bien, en realidad es emocionante ¿No crees?

___: Si, algo, salvo por el llanto y la desesperación de no saber que hacer- suelto una risita de alivio.

Joe: ¿Esto no cambió tu opinión verdad? - me dice alarmado

_____: Obvio no, si al final vas a estar tu aquí conmigo para ayudarme en el desastre que siempre soy.

El resto de la tarde fue más tranquila, es un alivio tener a Joe conmigo, pasamos el tiempo jugando, arrullando e incluso Joseph cambio dos veces el pañal sucio; la escena más divertida y caótica que he presenciado, casi embarra toda la cama, las toallitas y al pobre Leo, tuvo que usar una bufanda en la nariz para tapar el olor.

Ivonne llegó justo a tiempo por él y nos agradeció por haber cuidado a su retoño mejor de lo que pensó.

Iv: Están listos para tener a los suyos- soltó como una broma sin saber que es lo que he estado deseando por 5 meses ya.

La puerta se cerró y quedamos otra vez los dos solos, en el silencio y tranquilidad de siempre.

____: No es justo- solté derrotada en el sillón

Joe: ¿El qué?

____: ¿Porqué no podemos ser nosotros también? ¿Que estoy haciendo mal?

Joe: Porque todo lleva su tiempo, vas a ver qué más pronto de lo que piensas vamos a estar llenos de niños corriendo por todos lados.

No entendía porque Ivonne obtuvo lo que quería en tan solo 3 meses, sin ningún tipo de estudio o intervención médica, todo fue tan fácil y rápido para ella.

Pero no lo está siendo para mí, el primer mes lo tome bien, es normal ¿No? Es entendible que la regla llegue como es previsto, pero entre más pasaron los meses y seguía apareciendo puntual cuando debía, más me desanimaba.

Empecé a buscar información, tips de ayuda y recomendaciones, apunté todo lo que encontré, tal vez una de todas esas cosas que aparecían en internet funcionarían.

Comencé por lo más básico, mantener las piernas elevadas justo al terminar para evitar que algo saliera y ayudar a los espermas a llegar más rápido.
Lo intente todas y cada una de las veces, pero no dio resultados.
¡Mentiras! Pensé, no tiene ningún sentido y lo deje de hacer.

Prepare mi cuerpo con ácido fólico, estudios de sangre y hormonales, a simple vista todo estaba bien, niveles perfectos en donde debían estar, salud óptima y edad precisa para tener bebés, pero parecía que mi cuerpo no se había dado cuenta.

Intenté todos los remedios caseros que encontré por ahí, tés, cremas, vitaminas, masajes, infinidad de cosas y creencias, pero no, ahí estaba cada 30 días la odiosa regla.
No importaba cuántas veces lo intentaramos a la semana, cuántos minutos pasara recostada con las piernas arriba, cuántas vitaminas tomara y como mejorara mi alimentación, nada parecía ayudar.

Mi vida junto a ti - Joseph Quinn Donde viven las historias. Descúbrelo ahora