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En aquel instante, Sarita sí se lamentó de que nadie supiera nada sobre lo que paso verdaderamente en la tormentosa relación con Demetrio. Sara no fue capaz de montar una escena y menos en la casa de su hermana, ahora se encontraba entre los brazos de su ex novio bailando una pista tranquila.

-Me alegra que ya no estés a la defensiva.- Sara apretó los labios y miró por encima del hombro del hombre.

-Esto no lo hago por ti, y ni creas que estoy feliz de verte.- le dijó, sonriendo hacia Franco de forma fingida, su amigo no les quitaba los ojos de encima y Sara no quería preocuparlo.

-Pero yo sí, además tengo suerte porque Jimena me invitó y tenemos que hablar.

Sara quiso alejarse y golpearlo.

-Sabes que en cualquier momento puedo decirles la verdad.

Demetrio aprovechó la situación y acercó a Sara más a su cuerpo, los dos forcejearon pero nadie lo notó.

-Cariño, no les has dicho durante todos estos años- se burló -no lo harás ahora.

Sara se acercó apretando con su mano uno de sus cachetes con demasiada fuerza, y con la otra le clavo las uñas cerca de la clavícula para que pareciera un gesto cariño.

-¿Por qué decidiste venir? ¿Por qué no te vuelves a ir?- Demetrio tomó sus muñecas para que Sara no siguiera haciéndole daño, luego la giró y la tomó nuevamente de las caderas.

-Porque necesito hablar contigo, Sara.

-Pues pierdes tu tiempo, porque de ti no quiero nada.

-Y sin embargo estamos bailando.

Sara detuvo el baile consiente de que eran observados.

-Vamos fuera, di lo que tengas que decir y te marchas.

No esperó a que le respondiera, lo tomó de la chaqueta y tiró de él. Jimena subió las cejas emocionada.

-¡Sigue loquita por mi!- Demetrio gritó para la morena quien sonrió y suspiró enamorada.

Oscar miró a Franco quien se contuvo de ir tras su amiga.

-¿Qué pasa, Franco?

-No confío en ese hombre.- Jimena rodó los ojos.

-Eso es porque en el pasado se peleaban mucho por la atención de Sarita, y además debes admitir que Demetrio nunca te agradó. Pero Franco, tranquilo, sé que Sarita sabrá manejar la situación.

-Si flaco, tal vez Jimena tenga razón. No estés tan a la defensiva y si ellos deciden regresar, evita problemas como en el pasado.

Franco se amargó y sonrió con sorna. Era claro que su cuñada y su hermano no sabían nada y tampoco era su culpa, ellos jamas estuvieron en cada uno de los enfrentamos con ese hombre y el estado en que dejaba a Sara después de cada cosa que sucedía.

Se le revolvió el estomago de pensar que Sara pudiera volver con ese hombre. Decidió esperar un poco y si su amiga no volvía en treinta minutos o menos, él iría por ella.

Sara pauso su andar justo en el vehículo de Franco, puso los brazos en jarras y esperó pacientemente para que Demetrio hablara.

-Sara, mi amor.

¿!mi amor¡?

Sara lo miró con odio e hizo un gesto al aire con su mano.

-A ver a ver, ¿estas idiota o qué? ¡estúpido! ¿cuál mi amor?

-Sara, he cambiado, créeme...y te extraño. He pesando mucho en nosotros.

Amago acercarse pero Sara dio un paso atrás chocando con la puerta del carro. Demetrio entendió que no podía ir tan rápido. Aún no.

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