12

273 21 18
                                    

-¡Juan! ¡Juan! Sostenla bien ¡por Dios!, mi hermana.- Norma se tomaba la cabeza aturdida, los problemas grandes le afectaban de sobremanera.

-Esta bien, Sara estará bien. Hay que detenerlos Óscar, pide ayuda.- dijó el mayor apoyandose en el suelo para recostar a Sara, Jimena obedecía las órdenes que Juan le daba para hacer a Sara despertar.

-Llevemosla al hospital- comentó.

-Sí.. sí por favor y hay que hacer algo para que Franco deje de pelear. -dijó Norma.

-No, esperen, ayúdenme a levantar sus piernas por encima del nivel del corazón.

Juan se arrodilló aflojando el cinturón de la castaña, esto para evitar otro posible desmayo y que el cuerpo reaccione rápidamente. Y para entonces Franco giró en su dirección frunciendo el ceño asustado por ver a Sara en aquel estado, pero Demetrio aprovecho la distracción y lo golpeó en la espalda baja haciendolo caer al suelo, Franco gritó escuchando los alaridos de Norma y Jimena.

-¡Malnacido Franco Rey-

Óscar golpeó al hombre mandolo al suelo, llegó justo cuando Demetrio creía golpear nuevamente a su hermano, pero la policía se haría cargo.

-¡Le dije que mi hermano no está solo!

-Ya Óscar... Óscar, Sara ¿qué le pasó?

-Se desmayó, vamos con ellos.

-Ey señores, no tan rápido. Franco, usted tiene que acompañarnos.

Demetrio estaba siendo esposado naturalmente.

-¡Será luego oficial!- Franco corrió hacia Sara y le revisó el pulso.

La castaña comenzó a reaccionar respirando intranquila. Sin entender que era lo que decían los demás, Franco cargó a Sara y corrió con ella hacía el auto, también oyó alguna orden de los oficiales pero poco o nada le importo, primero estaba ella y aunque se opusiera la llevaría a un hospital.

-Franco...- Sarita le llamó, luego tosiendo y tomándose la cabeza. -¿a dónde vamos?

-Al hospital, te desmayaste.- seguía concentrado en la carretera.

-Franco, no es necesario, ya estoy bien.

Él la ignoró y puso el seguro, sabía que Sara no haría nada tonto pero estaba alerta y no se quiso arriesgar. Sarita rodó los ojos e inmediatamente recordó toda la situación, entonces.... Franco la siguió y escuchó, pero... ¿escucho todo?

Su corazón latió rápido y es que imaginar a su amigo enfrentando nuevamente a ese hombre no era una opcion.

¿Contarle o no?, porque estaba claro que Franco le iba a preguntar, sentía que sus dudas estaban sobre ellos dos, no se sentía en la capacidad de seguir ocultando la verdad, era algo que no la dejaba respirar.

"Es hora de que entiendas que no estás sola" lo que había dicho Juan le retumbó en la sien. Ella no quería que nadie se metiera en problemas y había pasado lo que tanto evitó, tarde o temprano la verdad salen a la luz ¿pero por qué?, si ella lo omitió, por no decir oculto; por un bien para todos.

Se sabía defender sola, no necesitaba a nadie, sin embargo; cuando Franco la defendió le lleno el corazón de amor, aunque los nervios la hubiesen puesto nerviosa hasta la raíz.

-Llegamos.- dijó el ojiazul haciendo que ella le preste nuevamente su atención.

Salió del carro para él mismo llevarla.

-Franco. Hmmm, no.- colocó un mechón de cabello tras su oreja, Franco la observaba. -Enserio. Estoy bien.

-Vamos Sara.- ordenó sin tomarla en cuenta y la tomó del brazo para sacarla con cuidado.

ERAS TÚ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora