Mire el reloj que estaba en mi pared, La hora eran exactamente las 2 de la tarde. Suspiré y cogí la mochila. Realmente no sabía el por qué la cargaba. Tenia un. plan en mente, Ir y rescatar a mi pequeño jihoon.
Cerré las puertas y camine hacia aquel lugar.
. . .
La verdad era todo muy normal, El pequeño parque estaba demasiado tranquilo... Mi garganta dolía tal vez era la última vez que vería a Minho. No sabía que iba a pasar conmigo.
Tome asiento en una pequeña banca de madera, Mi móvil empezó a vibrar lo tome inmediatamente.
Mire aquel mensaje.
“hemos llegado, Puedes venir a la camioneta negra que está aqui”.
Mire hacia todos lados, Mire a poco paso de mi aquel auto. Me daba mala espina.
Camine, Tome todo el valor que tenía. Al llegar la puerta del auto se abrió.
Fue cuando mire a una chica delgada, Piel blanca, Cabellos cortos con un flequillo. La verdad no sabía quién era.
— Puedes entrar ya –dijo mostrándome una sonrisa–.
Alguien tomo de mi cintura, Sentí como su respiración chocaba en mi cuello. Sentí aquel escalofrío, Sabía que todo iba a salir mal. Mis ojos se cristalizaron pues no sabía si volvería a ver a Minho....
— Me extrañare cariño.
Fue lo último que logré escuchar antes de perder la conciencia, había puesto algo en mi nariz, Al parecer un paño. Impidió mi respiración desmayandome.
. . .
Abri mis ojos lentamente, Me dolía la cabeza, Empecé a toser. Tanto que mi respiración fallaba.
Trate de calmarme, Pero escuché como un pequeño niño lloraba... ¿Acaso era mi pequeño?. Sentí una gran desesperación de abrir mis ojos y confirmar que era mi niño.
Lo hice, Me dolía todo, Pero sentí una gran emoción de ver a mi pequeño niño. Me dolía ver como lloraba. Quería ir a abrazarlo, Intenté pararme del piso... No lo logré, Pues sentí como algo jalo mi pie derecho.
Una cadena.
Intenté quitarla con mis manos, Era imposible.
— Mami, Tengo miedo... –lloraba–.
– Tra-tranquilo amor, Todo está bien. Ya estoy contigo –trate de sonreírle pero mis lágrimas salían–.
– Mami, El es malo...
¿Quién era el?
– De que hablas pequeñ... –la puerta se abrió –.
Aquella persona, Sentí tanto miedo. Se me rompía el corazón de tan solo recordar que fue la persona que estuvo para mi, Me ayudo con mi Jihoon. El me había jurado amor eterno. Ahora solamente era el culpable de este infierno.
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(Me odio, Me odio, El no es así 😭).
. . .
MinHo.
– MinHo es hora de irnos, Hemos acabado nuestro trabajo –hablo Jisung tomando sus cosas–
– Si claro, Tengo que ir a casa –hable desanimado–.
Jisung sonrió, Camino hacia mi y tomo mi hombro dándome algunas palmadas.
– MinHo se que estás preocupado, Pero tenemos que tener fe, Sabes que no estás solos. Tu familia te apoya, La policía de Corea es una más buenas del mundo –me miro– Ten por seguro que Jihoon aparecerá con bien.
Me dolía el pecho, Trate de no llorar, No pude, Me dolía pensar que cuando estaba encontrando nuevamente a mi hijo me lo volvían a quitar.
Jisung me abrazó, Para ambos era doloroso no saber de mi hijo. Lo abrace igual, Pero sentí como mis piernas me fallaban. Era duro trabajar y estar al pendiente de las investigaciones.
– Vamos MinHo, Tenemos que ir a el hospital.
Me negué– Solamente tengo que ir con ____, Eso es lo único que necesito.
Jisung tomo de mis hombros, Aún estaba mal. Caminamos al auto. Había algo en mi que no dejaba de pensar en ella. En mi hijo, Algo andaba mal.
. . .
A medida que el auto se acercaba al apartamento de ____, Veíamos algunos autos de policías. Jisung y yo nos mirábamos. Sabíamos que algo andaba mal.
Aún el auto no se paraba y desabroché mi cinturón y baje como pude. El auto estaba aún en movimiento.
– ¡MinHo estás loco! –jisung estacionó el auto –.
Corrí, Corrí hacia el apartamento de _____. Varias personas intentaron detenerme. Sabía que algo había pasado con _____.
