London [Enzo Fernández]

06 - Muchas casas

Una semana paso desde que Enzo y yo salimos a esa cena después del partido, empezamos a hablar más seguido por WhatsApp, era súper divertido y nos cagamos de risa.

Hoy vino Karen a la tarde para traer a Valentino para jugar con Gian. Así que estábamos tomando mate mientras veíamos a los chicos jugar. Hasta que me llegó un mensaje de Enzo.

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Enzo F.

Hola! Che, sigue en pie lo de la noche? 🤭
16:48

Holis! 😊
16:48✓✓

Obvio que si, ya tengo las fichas en casa jaja
16:48✓✓

Buenísimo, llevo pizza para la cena? O preferís otra cosa? 😉
16:49

Pizza está bien 😊 hace mucho no comemos pizza jaja
16:50✓✓

Dale, nos vemos a la noche entonces linda 😁
16:51

Nos vemos! 🤭
16:51✓✓

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—Che –me miró pasandome el mate, sacándome de mi teléfono–. ¿Hablas mucho con Enzo no? –se rió arqueando la ceja–.

–me reí aceptando el mate–. Si, por el tema de la casa que quiere comprar –la mire–.

—Aja si claro –se rió –. Enzo es buen pibe –me miró–. Deberías darle una oportunidad al amor

–me reí negando y pasándole el mate–. No, no me jodas –me reí y miré a los chicos que jugaban con una pelota–.

—Dale, no seas jodida –se rio mientras tomaba el mate–. No te va a venir mal dejarte llevar un poco y que te peguen una buena sacudida –se rio–.

—¡Karen! –me reí mirándola sorprendida, nunca la había escuchado hablar así–. No seas tarada, mira se me voy a dejar sacudir por un pendejo –ella se rió conmigo y me pasó un maté–.

—Un pendejo que está re fuerte, admitilo –miro a los chicos un rato–.

—Si, no voy a negar eso, mal no está –me reí–. Igual no sé, apenas nos conocemos –termine el mate y se lo pase–.

—Dale chance negra –sonrio agarrando el mate–. Seguro te tiene re ganas –se rió–.

—No digas boludeces –me reí y Gian se acercó para que le ate los cordones–.

—Mami, ¿El tío Enzo viene hoy a casa? –sonrio sujetandose de mis hombros mientras yo le ataba los cordones–

—Si amor, viene hoy –me reí y escuché a Karen reír también–

Gian se fue corriendo a seguir jugando con Valentino.

—¿Así que viene hoy? –arqueo la ceja mirándome–.

—Si, vamos a ver un par de casas y nada más –me reí–.

—Aja si claro –tomo su mate haciendo ruido–. Después contame que tal lo hace –se rio–

Pasamos el resto de la tarde jugando con los chicos y tomando mate, para la tardecita Karen y Valentino se fueron y yo subí al baño para bañar a Gian y dejarlo listo para cuando llegaran Enzo y Oli. Le puse un jean y sus pantuflas de andar por casa, una remera y un abrigo tejido de color marrón que le quedaba hermoso. Lo dejé mirando tele mientras yo me duchaba. Salí, me sequé un poco el pelo porque hacía frío, y me cambié, me pise un jean, una blusa y un abrigo tejido color gris y mis pantuflas de andar por casa.