" A veces las heridas son tan profundas que ni el tiempo las cura "
-Esa era la frase que me acompañó toda la vida, mis cicatrices son más antiguas que yo porque no son mías, me hicieron creer que si lo eran pero en realidad le pertenecieron a mi l...
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Me dirigía a mi habitación a paso lento y calmado. Ya era tarde y todas las clases del día habían finalizado. Caminaba sola por un gran pasillo cuando de pronto escuché unos murmullos, me di la vuelta esperando ver a alguien pero no había nadie.
Me dispuse a seguir mi camino pero la curiosidad me ganó . Metí la mano en el bolsillo interior de mi capa para sacar mi varita y apunté al pasillo determinada.
Comencé a caminar hacia el origen de los murmullos, al llegar a la esquina me encontré con Potter y Granger. Estaban teniendo una acalorada discusión.
- Ella es peligrosa. Dijo Granger muy determinada
- ¿Cómo sabes éso? No la conoces. Murmuró Potter con un evidente enojo.
- Es Slytherin, como toda su familia.
- ¿Que tal si no es mala y solo la estás juzgando? Terminó de explicar el ojiazul.
- Es evidente, es una Slytherin, además hay algo que no me cuadra de ella
la sangre sucia tenía un sexto sentido.
- Primero, su casa no la define , ¿no crees que estás siendo un poco paranoica? Defendió Potter.
- Eres un imbécil. Murmuró la morena con decepción mientras se daba la vuelta y se alejaba furiosa.
Es la oportunidad perfecta.
[...]
HARRY
No entendía porque Hermione actuaba así, generalmente era la más comprensiva de los tres pero con Rosier se había vuelto totalmente paranoica.
Me senté en un pequeño banco al costado del pasillo intentando calmarme. No me gustaba pelear con Her pero estaba siendo muy grosera.
Mis pensamientos fueron interrumpidos por cierta chica que paso caminando a mi lado
La mire y así pude detallar que se trataba de la chica por la que me pelié con mi mejor amiga
– Rosier Llame su atención
– Oh, hola Potter. Respondió saliendo de sus pensamientos
– Es tarde, necesitas que te acompañe
– Si, porque no? Me apresure a juntar mi mochila cargarla a mi hombro y seguir a Rosier.
Luego de un rato de silencio me atreví a preguntar
- ¿Estás bien? Murmure mirándola detalladamente
Ella levantó la cabeza y me sorprendí al darme cuenta que su expresión era desanimada. Tenía los ojos acuosos y luchaba contra las lágrimas
- Los escuché Murmuró por lo bajo casi como si le diera vergüenza.
