melancolía

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Él tenía una flauta.
Una hecha de madera, que fabricó un día de noviembre mientras veía las hojas caer.

Las veces en que lo visitaba, él tocaba para mi una melancólica melodía.
Siempre las mismas tristes notas. Parecía nunca hartarse de interpretar la misma tonada una y otra vez. A mi tampoco me molestaba, al contrario, me fascinaba oír tan magnifica pieza, sin embargo con el paso del tiempo, aquella melodía comenzaba a sonar aún más triste.

Un día aquella melancólica melodía ya no se volvió a escuchar, y jamas lo volví a ver, dejando en mi corazón un dolor y una angustia de no saber a donde fue.
Ahora cada vez que paso por su morada, mis ojos se posan en aquella vieja silla de madera, que yacía afuera.
Lugar donde solía tocar su famosa melodía, en donde me alegró muchas veces el corazón y donde lo perdí.

Él tenía una flauta.
Una hecha de madera, que fabricó un día de noviembre mientras veía las hojas caer...

angustia de estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora