angustia de estrellas

flor de primavera

Su actitud reservada... una pequeña sonrisa en sus labios logré divisar a la distancia, misma que se encargó de separarnos.
Él fijaba su vista fuera de la ventana, en algún punto ciego de aquel hipnotizante paisaje a la lejanía. Inesperadamente mi enojo floreció, como una flor en primavera.
No podía creerlo. Después de años vacía de todo tipo de emociones, volví a sentir algo. Celos. Pero está vez, no por una persona, sino por las enormes montañas sobresalientes de la triste cuidad donde residimos, las que llamaban su atención e hicieron que por primera vez mostrará sus blanquecinos dientes.

Sin evitarlo, mi entrecejo se frunció. "Quien fuera aquellas montañas para que notará mi existencia", pensé internamente, sintiendo una punzada en el corazón.
Él casi no sonreía, & cuando lo hacía mis piernas flaqueaban & mi respiración se volvía agitada. Desafortunadamente nunca pude convertirme en ese motivo que lo hacía experimentar aquella felicidad que le llegaba por pequeños lapsos de tiempo.

Sus pupilas contrastaban con el sol, tanto que podías ver a través de ellas, cuando sus radiantes rayos estampaban contra su delgado rostro, & aunque no pudiese tocarlo, podía sentir la suavidad de sus cabellos entre mis dedos.
¿Por qué tenía que ser tan lindo?
Solitaria luna, ¿por qué no lograste hacer que se enamorara de mi?
Universo, ¿por qué solo yo caí ante él? Esto no es justo...
¿Por qué nunca se acostumbró a mi presencia?

No puedo contenerme por más que lo intente.
Cada vez que lo veo, solo quiero estar a su lado & contarle todo lo que pasaba por mi cabeza, cuando compartía unos cuantos segundos de su tiempo conmigo.
Desearía saber lo que piensa, lo que añora, lo que sueña por las noches cuando está en su cama, durmiendo plácidamente, mientras yo me encuentro despierta, sumergida en la oscuridad.
Abrazando mi soledad. Obligando a mi mente & corazón a ver una vida sin él.
Soltando una que otra lágrima, las cuales se deslizan por mis mejillas, para llegar a morir en mis desgastados labios. Mismos que nunca sentirán la suave textura de los suyos (labios), que no siempre dibujan una sonrisa.