Como todos los sábados por la noche, me encontraba sola en casa delante del ordenador viendo una película con mi helado de yogur acompañándome. Mis padres siempre solían tener cena este día del fin de semana, aunque había otras veces que desaparecían una semana entera por algún viaje de negocios, eso decían ellos por lo menos.
La película que había elegido no conseguía que me concentrase en ella del todo, por lo que cerré la pestaña sin pensarlo dos veces y abrí Facebook. Ni si quiera sabía para qué tenía esta o cualquier otra red social, los únicos agregados a ellas eran familiares o "amigos" que había hecho a través de juegos online. Como era de esperar, nada nuevo, ninguna solicitud de amistad, ni notificación. Entré en mi perfil para volver a ver mis fotos. No me consideraba fea, mis ojos de color verde eran bonitos y mi sonrisa también lo era. El único problema era mi cuerpo, en frente del espejo no lo veía del todo mal, podría decir que había veces que sentía que estaba delgada, puro engaño óptico, realizado por mi asqueroso cerebro, ya que era ver fotos tanto frente al espejo como junto a mis amigas, y me convertía en la adolescente más gorda jamás vista.
Estaba sumida en mis pensamientos cuando el timbre de casa sonó. Me pareció algo extraño obviamente, yo no tenía amigas ni amigos, por lo que sigilosamente bajé al piso de abajo y miré por la ventana de la cocina. Se trataba de Alice, la chica más popular del instituto, junto a sus dos mejores amigas. Esto no pintaba bien, ¿qué querían de mí? Dudé en si abrir o no, aunque al final lo hice.
-Hola, ¿qué queréis?- saludé y pregunté tímida.
-¡Hola Sky!-saludó Alice entusiasmada. Qué raro todo eso.- Es el último sábado del curso, el lunes terminamos las clases.-dijo haciendo un puchero fingido.
-¿Y?-pregunté- Este año no nos han mandado tarea de verano.-añadí, muchos veranos anteriores le dejaba mis trabajos para que pudiese copiarlos, y si no era por esa razón no imaginaba por cual habría venido aquí.
-No es eso, es que va a haber una fiesta en la playa, ya sabes, alcohol, música... Lo de siempre, y queríamos que vinieses con nosotras. Siempre te vemos sola, y es algo que no nos gusta.-me regaló una sonrisa cálida y de confianza. Pero todo eso me seguía oliendo mal.
-Tranquilas, no me importa estar sola, le he cogido el gusto.-rechacé su invitación. Era obvio que quería tener amigas, salir de fiesta con ellas, y hacer todo lo que cualquier adolescente hace a sus 17 años de edad, pero el miedo y las inseguridades me obligaron a rechazar la oferta.
-¡Te lo pasarás genial! Estaremos contigo todo el tiempo.- Exclamó para convencerme Amy, la amiga pelirroja de Alice.
-Por favor.-suplicó esta.- Después te acompañaremos hasta casa, te traeré en mi coche. Vamos Sky, prueba hoy, dale una oportunidad a la fiesta, si no te gusta, lo aceptaremos, pero hoy por lo menos ven.
Tenía ganas, para qué mentir, quería ser como cualquier otro adolescente, tal vez no estaría mal probar. Si no me gustase el ambiente, no tendría la obligación de volver a otra fiesta.
-Está bien.-dije rendida.
-¡Sí!-exclamaron las tres chicas.- Date prisa que ya son las 12 de la noche.
-En 5 minutos salgo.-les dije y corrí escaleras arriba, me puse los únicos short negros que me quedaban decentemente bien, y una camiseta de color azul turquesa. Me puse las chancletas, ya que había observado que las tres chicas que estaban en mi espera las llevaban.
-Ya estoy.-dije acercándome al vehículo.
Me senté en uno de los asientos de detrás del descapotable rojo de Alice. Los padres de esta chica eran muy ricos, aunque no sabía en qué trabajaban.
No nos costó mucho llegar, la playa se encontraba a escasos 5 minutos en coche desde mi casa. Estaba abarrotado de gente. La mayoría de ellos bailando, tanto en la arena como en el agua. Fuimos las cuatro hacia un grupo de gente, que mientras más nos acercábamos iba reconociendo sus caras, eran todos, o la mayoría por lo menos de nuestro instituto.
Cada vez tenía más vergüenza, todos se estarían preguntando qué hacía la chica marginada junto a los chicos más perfectos de la escuela. Pero poco tiempo duró esa vergüenza, todos me sonreían y hablaban conmigo como si fuese una más de sus amigas. Fue algo que me pareció muy extraño, por no decir demasiado, pero debía de disfrutar aquel momento, en el que me sentía tan bien y contenta.
-Toma Sky, prueba esto, seguro que te gusta.-me ofreció una bebida de color verde Connor, el chico más guapo de toda secundaria, con su pelo castaño y ojos azules, además era el capitán del equipo de fútbol.
-Seguro que sí.-contesté perdida en sus ojos que brillaban a causa de la luz de la luna.- Está muy rico, sabe a piña.- añadí después de darle un sorbo.
Dí otro trago a la bebida, y otro más, y otro... Así sucesivamente hasta terminarla. Nunca en mi vida había bebido, pero lo estaba pasando tan bien, que me deje llevar. Tanto que lo único que recuerdo desde ese momento, es que el domingo me desperté en mi cama llena de arena y con un terrible dolor de cabeza. Eran las cuatro de la tarde, mis padres no habían vuelto todavía, por lo que supuse que habrían reservado habitación en algún lujoso hotel para pasar la noche. Estuve un largo rato bajo el agua caliente de la ducha, intentando recomponer el puzzle de imágenes borrosas que tenía de la noche anterior. Lo único que recordaba era que nunca me lo había pasado mejor, estaba segura que cuando tuviese oportunidad volvería a repetir, con mis ahora amigos.
Era lunes a la mañana, el último día de clases de mi penúltimo curso en este lugar. Tenía infinitas ganas de terminar y que el verano comenzase. Salí de casa a las ocho y diez, costaban un poco menos de veinte minutos llegar hasta el instituto andando. Al llegar, todo seguía como antes, la gente me ignoraba, no era nadie, era la gorda invisible y antisocial que nadie se daba cuenta de su existencia. Eso creí hasta que llegó Alice con su escuadrón y me saludo con un fuerte abrazo y una sonrisa.
-¡Corre, vamos es la despedida de este curso. Me han comentado que va a haber una gran sorpresa!-chilló entusiasmada.- Bueno, grande es decir poco, más bien una sorpresa igual de grande como esos hombres que hacen sumo.-añadió echando una mirada cómplice a sus dos amigas, cosa a la que en ese momento no di importancia.
Fuimos las cuatro al gimnasio, donde como todos los años la directora Williams daba su repetitivo discurso, y las animadoras, con sus faldas cada año un centímetro más cortas hacían su espectacular coreografía diciendo adiós a los de último curso. Aunque este año hubo un pequeño cambio. En el momento en el que todo el mundo se encontraba sentado, y la directora estaba a punto de comenzar a hablar, las luces se apagaron, y un proyector se encendió apuntando a la gran pared del gimnasio. Parecía que estábamos en el cine. La pantalla no mostraba ninguna imagen, tan solo se veía un fondo blanco. Pero una voz comenzó su habla:
"Alumnos y profesores de este maravilloso centro, debo informaros de algo, una enorme y peligrosa morsa, aunque puede ser confundida con una ballena, ha sido hallada en nuestras aguas. Es por eso que no es muy seguro entrar al mar estos días, hasta que los encargados de este caso hayan conseguido llevar a este animal con su manada. Aquí os dejo un vídeo que pudimos grabar este mismo sábado."
Un par de segundos pasaron hasta que en la pantalla comenzó a visualizarse un vídeo. Uno en el que yo salía, tan sólo en ropa interior bañándome en el agua del mar a la noche. Era del sábado, y se podían escuchar las risas tanto en las imágenes como en el gimnasio. Todos miraban en mi dirección sin poder dejar de reír, aunque eso no fue lo que más me dolió.
-¿Te creías que podrías entrar en nuestro grupo y ser nuestra amiga?-rió.- Vete con tu manada. ¡Morsa!-se burló Alice.
Me sentía decepcionada. ¿Pero qué era lo que esperaba? Nunca iba a poder encajar en ningún lugar, no por lo menos siendo como era. Y eso iba a cambiar.
***
Hola a todos! ¿Qué os ha parecido la historia por ahora? ¿Lo veis interesante? En realidad al ser el primer capítulo es un tanto aburrido, en cuanto la novela vaya cogiendo forma irá a mejor, OS lo aseguro.
Muchas gracias por leer
Estaréesperandovuestroscomentarios.
Hastapronto! ♡
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Faceta desconocida. (Anorexia, bulimia, depresión, tca)
Teen FictionA ella nunca le importó, hasta que se dio cuenta de que nunca conseguía lo que quería. "¿Cual es mi problema?", pensó. "Tú, ¿acaso no lo ves al mirarte en el espejo?", su conciencia habló cruel, como nunca antes lo había hecho. Algo se estaba apoder...