Ignoré la mirada del ente invisible que nos vigilaba.
Y confronté a Ichinose con lo mejor que tenía.
No tenía nada en mente, solo recordaba lo antes vivido con Ichinose, los exámenes especiales, nuestro ligero acercamiento, pero nada más.
No tenía idea de por qué se disculpaba tan desesperadamente ni por que lloraba en mi pecho.
Traté de calmarla y entender lo que estaba sucediendo con ella y la situación. Lilim desapareció al notar la presencia de ella en la habitación.
Le pregunté por qué se disculpaba y por qué lloraba, pero no obtuve una respuesta clara. Ella parecía demasiado nerviosa y alterada para hablar con coherencia.
Con lágrimas aun brotando de sus bellos ojos, decidí tomar las riendas de la situación y preguntarle una vez más, pero con mucha más determinación.
—Ichinose, ¿Qué es lo que has hecho? —pregunté alejándola de mí.
—Y-yo... realmente... lo siento mucho...
—Dímelo.
—No quise poner mis sentimientos sobre la de los demás... y terminé desaprovechando... una oportunidad... contigo... y yo...
—¿uhm?
—Yo realmente no me lo puedo perdonar... —repitió llorando— Siento que mi vida es una mentira... me siento horrible por traicionarme a mi misma... me he contradicho 2 veces con mis ideales...
Me pregunté por un momento si ella estaba hablando en serio o si solo trataba de ocultar algo mucho más profundo. Sin embargo, algo en su mirada me hizo creer que realmente estaba hablando desde lo más profundo de su corazón.
Me acerqué a ella y le coloqué una mano en su hombro, tratando de tranquilizarla.
—Ichinose, no tienes que explicarlo todo. No estoy enojado contigo. —le dije en un tono calmado.
Ella levantó la vista hacia mí y sus ojos se encontraron conmigo.
—Pero lo arruiné todo, Kiyotaka... Arruiné nuestra amistad y nuestras posibilidades de estar juntos... —continuó sollozando.
—¿Qué quieres decir? —le pregunté confundido.
—C-cuando me di cuenta de que estaba enamorada de ti... me asusté mucho. No quería arruinar nuestra amistad, así que traté de suprimir mis sentimientos... Pero... cuando te vi con esa chica... —explicó bajando la mirada— No pude evitar sentir celos y rabia... Incluso deseé con todo el corazón que te olvidaras de ella y de mí...
—¿Por eso estás tan alterada? —pregunté mientras trataba de ocultar mi sorpresa.
¿Acaso ella había sido la responsable?
—Sí... parece tonto, pero... esos pensamientos en mí... alguien que trata de velar por el compañero... por la colectividad... me siento una completa idiota... —dijo Ichinose con un hilo de voz, mientras trataba de controlar sus sollozos.
Me di cuenta de que Ichinose no tenía idea de lo que estaba pasando conmigo ni con ellas, y no podía culparla por ello. Sin embargo, algo en su confesión me hizo pensar en Lilim.
El deseo puro de Ichinose sumado al amor que sentía en ese momento... me pregunto si Lilim habrá usado eso como una especie de fuente para manipular mis recuerdos.
—No eres una idiota. —negué atrayéndola a mí— Solo eres humana, con todo lo positivo y negativo que sea eso. Es normal tener sentimientos encontrados en situaciones como esta. Pero quiero que sepas que todo lo que dije en ese momento, todo lo que sentí, todo fue real. —le dije, tratando de hacerle entender que no estaba sola.

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Maldito
Fiksi PenggemarMaldecido por un súcubo, Ayanokouji Kiyotaka buscará saciar el hambre de esta demonio. Sus planes serían modificados, y sus compañeras, se volverían algo más que herramientas.