Entre los árboles altos ataca

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Estaban en un bosque espeso atravesado por un ancho camino de tierra. Los árboles tenían una elevada altura. Habían trepado a los que rodeaban el camino y aguardaban la llegada de los carros. En una colina, no muy lejos, estaba el equipo de seguridad. Mente, cuya habilidad era meterse en la mente de los demás, se había metido en la mente de uno de los espadachines. Su objetivo principal era informar de los posibles problemas al escuadrón. Espiral estaba sentada en una rama al lado de Hoja y Gato.

- ¿Cuándo van a llegar?- preguntó.- esto es un rollo.

- Tu centrate en tu parte del trabajo - dijo Azúcar .- que es averiguar donde esta el verdugo.

- Ufff - resolpló Espiral.- esto es trampa, "quedate en la rama y nosotros haremos el resto". Siempre me pasa igual, os dais cuenta de que soy buena averiguando cosas y ya no me dejáis hacer otra cosa. En Tutali me pasó igual pero aquí no lo sabíais. Muy bien hecho Hoja.

- Te juro que yo no fui - saltó Hoja.

- Callaos los dos, ¿no veis que esto es serio? - dijo Azúcar reprensiva.- Veite es una de las mejores mentes pensantes en este país. Intentar verlo de otra manera. Es el líder de la guardia real y nació en una aldea... creo que hace tiempo que no existe. ¿Multicolor puede ser? Ah bueno pero creo que no se llamaba así cuando el nació, el caso es...

Espiral no escuchó más. Era como si le hubieran pegado un puñetazo en la barriga.

- Espiral - una mano apoyada en su hombro la devolvió a la realidad.

Había pasado un mes desde que conoció a Hoja. Era su único amigo sin contar a Tinta y de alguna manera se había dado cuenta de que algo no iba bien.

- ¿Estas bien? - preguntó.

- Totalmente - respondió con una pequeña sonrisa.- es que todos los días se puede descubrir algo nuevo.

Hoja la miró preocupado pero se encongió de hombros. Volvió a colocar su vista en el camino. No había ningún indicio de que los carros estuvieran muy cerca. Llevaban toda la mañana esperando pero ya habían previsto que algo así podía pasar. Azúcar era una chica firme e inflexible que acostumbraba a irse por las ramas. Defendía su postura como mujer revolucionaria pero se vestía como un hombre. Llevaba el pelo corto. Utilizaba un arco y unas flechas para el combate y podía transformarse en la flor que quisiera. Era como Espiral, utilizaba muy bien un don inútil.

- y eso tiene mucho mérito.... ¿me estáis escuchando? - preguntó irritada.

Del susto Hoja y Espiral casi se caen de la rama.

- Si, si, si, claro - dijo Espiral apresuradamente.

- Por supuesto - continuó Hoja.

Azúcar les miró con aire de sospecha pero siguió con su discurso de adulación a Veite. Hoja miró a Espiral y puso los ojos en blanco . Espiral sonrió y miró al camino.

- Azúcar, los carros - dijo alguien de otras ramas más altas en susurros.

No se escuchó ni una palabra más. Todos los ojos estaban puestos en el camino. Tres carros que estaban rodeados de un escuadrón pequeño de guardias habían aparecido al fina del camino. Uno para transportar , dos para despistar.

- Este tipo va súper escolatado - dijo Espiral.- aunque sea heredero se supone que nadie lo sabe, debe haber muchas personas que le odien aunque no me extraña.

- Espiral centrate en averiguar en que carro va - dijo Azúcar.

Espiral aguzó la vista. Tres carros todos escoltados por igual. El de más difícil acceso era el del medio pero si estuviera allí sería demasiado obvio. Tampoco es como si el verdugo fuera una gran mente pensante pero sus superiores si. Debía estar en el primer carro que era más seguro que le tercero pero menos obvio que el del medio.

EspiralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora