Espiral

Eres un buen niño

Tinta no se esperaba aquella escena. Espiral tenía fuertemente agarrado de a muñeca a Hoja. Si, Hoja, el niño que había desaparecido. Había estado tan ocupado que no se había dado cuenta de lo amigos que se habían hecho. ¿Cómo había podido ser tan ciego? Espiral tenía los ojos llenos de lágrimas y apretaba fuertemente la mandíbula. Hoja la miraba impactado.

- ¡Tinta! - gritó Espiral en un afán por conseguir ayuda.- ¡Hoja se quiere..! ¡Hoja va a ir al cuartel general para que le maten!

Hoja miró apresuradamente al hombre que acababa de entrar.

- Le ruego señor que se aparte - dijo.- pero tengo un asunto pendiente...

Tinta se acercó al niño interumpiéndole.

- Haber, haber, haber... - murmuró.- como es eso de que quieres que te maten un puñado de guardias reales. Eso es muy cutre. No estas halando en el idioma de un chico de tu edad. Hazme caso y sientate.

Hoja se quedó quieto. Tinta se había agachado y ahora estaba a su altura. Su mirada dejaba muy claro que no aguardaba una réplica. Se liberó del agarre de su amiga y se lanzó bruscamente a un puf. Luego murmuró molesto.

- Sabeis que cada segundo que pasais conmigo estais en peligro de muerte.

- Asumiremos el riesgo - dijo Tinta.

Espiral se acercó despacio a Hoja y se sentó al lado. Tinta se apoyó en la mesilla.

- Hoja, paredes un caso grave de "alguiensehamuertopormiculpayahoraquieromorirporquemedaigualtodoyenfinyamevoyamorirdetodaslasmaneras" - dijo Tinta serio.- que sepas que no es algo desconocido para mi.

Espiral le miró extrañada.

- ¿Qué? - exclamó pero Tinta le hizo un gesto con la mano.

- Y resulta - prosiguió.- que he descubierto que en media hora de vida se puede ganar un mundo. Hazme caso. Lo he vivido. Es una historia muy larga. No merece la pena que te lo explique. Solo tienes que creerme. Algún día entenderás lo importante que es vivir. A lo mejor más pronto de lo que te crees.

Hoja alzó la mirada serio.

- Podría matar a alguien - dijo.

Espiral apretó la mandíbula. Tinta sonrió.

-Creo que nos subestimas- dijo.- ¿Has pensado en Fuego algún momento? No puedes hacer tonterías de esas como desaparecer. Ha estado muy preocupado.

Una chica entró en la sala. Hada, la de la piel brillante, miró a los presentes que la observaban en silencio. Esta agarró a Hoja del brazo y se lo llevó cerrando la puerto de un portazo. Espiral miró a Tinta. Este se encogió de hombros y se levantó.

- Estará bien, supongo- dijo mientras se iba.