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Eran las 2:00 am, todo en el hospital estaba silencioso, no había nadie a los alrededores más que el Omega, que veía la luna.

Acababa de enterarse de los resultados de sus exámenes y sobre sus problemas mentales, y lo grave que si eran en realidad. Tan solo por no prestarles atención ocurrió todo esto.

Se sentía tan miserable saber que las únicas dos personas cercanas a el trataban de ayudarlo, mas el no quería, claro que amaba a Ari y a Víctor con todo su ser, pero, era inevitable pensar en las tantas formas de morir que habían, tal vez así le quitaría el peso a los dos, tal vez Anne Marie tenía razón.

- Después de todo, solo eras un inútil como dijo esa muchacha, no? -

- cállate - dijo débilmente el Omega viendo la ventana

- sabes que tengo toda la razón, pero no quieres admitirlo -

- solo cállate - dijo Andrés llorando - esto es horrible, no quiero sentir resto, me duele demasiado - dijo apretando pecho

- debiste dejar a Ari tiempo atrás supongo, o no lo se, dependería -

- es tan difícil hacerlo, no fui capaz - dijo triste Andrés

- claro, es difícil, pero simplemente pudiste dejarlo y ya -

- cállate, tu no sabes lo que siento -

- si eso quieres, esta bien -

Seguido de esas palabras, Andrés rompió en llanto, no aguantaba todo el dolor, pena, resentimiento, y carga en el, sabía que solo era un problema más en la vida de Ari y Víctor, el sabía que después de aquella confesión, en serio Ari lo amaba, pero aún era tan irreal, no sabía que creer o que no creer.

Pero por su lado, toda su vida, Víctor había estudiado y protegido al menor, por eso se perdió muchas oportunidades de diversión y de pasar el rato con May, eso le dolía a Andrés.

Ser una carga para las únicas dos personas que lo aprecian, claro que Miguel también lo hacía, pero ya no hablaba seguido con el, y ya no sentía lo mismo.

¿por qué es tan difícil aceptar algo sencillo?, ¿cúal es el problema en hacerlo?

Mientras tanto cierta Beta caminaba por los pasillos con un cuchillo en mano, arañando la pared mientras sonreía, buscaba una por una, la habitación de su hijo, era el último hospital, el debía estar allí si, o si.

La madre tarareaba una canción, mientras avanzaba, y, entre lo mucho que había usado el cuchillo, se quedó sin filo. Decepcionante para ser una marca no tan barata que digamos.

La mujer dejó el cuchillo en un bote de basura, y fue a los almacenes del hospital, seguro allí tendrían algún objeto filoso.

Por su parte, el menor seguía observando la ventana, todo era tranquilo fuera, había un brisa helada y un montón de flores en el jardín del hospital, parecía tranquilo fuera, "sería lindo salir" pensó.

De inmediato de levantó de la camilla con dificultad, trató de mantenerse en pie y después de unos minutos estaba estable.

Tomó un abrigo que había dejado Ari en caso de que haga frío y salió del cuarto.

Al ver que nadie rondaba los pasillos, empezó a avanzar completamente descalzo, quien sabe donde estaban sus zapatillas.

El Omega caminó sujeto al pasa manos, bajó las escaleras y pasó cerca a el almacén, pudo observar la silueta de alguien allí, de inmediato el Omega se asustó y empezó a apresurar su paso, sería mejor avanzar que retroceder.

Cuando por fin salió del lugar, una brisa helada acarició su rostro y causo un escalofrío en el. Se sentó en el césped bajo un árbol y observo las diversas estrellas del lugar.

Pero, desde el punto de vista de la madre, (que era la persona del almacén) había visto pasar a un joven de piel pálida y cabello marrón. De inmediato lo reconoció, siguió buscando un objeto filoso hasta que lo encontró. Unas tijeras quirúrgicas.

Al tomarlas sonrió y empezó a caminar en dirección al Omega, al llegar lo vio llorando, la hizo sentir un poco mal, "¿esas lagrimas son por mi culpa?" Pensó. ¡No, el es un inútil bueno para nada! Se contradijo de inmediato.

Se acercó sigilosamente al Omega, con una sonrisa en labios, de inmediato fue detenida, por nada más y nada menos que,
Ari.

- ¡Aléjate! - dijo enfadado el Alfa

La Beta retrocedió ante el grito del Alfa, pero luego recordó que no era nadie superior a ella y de inmediato se acercó enfadada al menor.

- ¡¿qué te pasa?! - dijo la Beta enfurecida

- a mi nada, ¡¿a ti que te pasa?! - dijo alzando la voz

Andrés los miraba discutir algo aterrado, no sabía lo que pasaba en absoluto, solo había tenido la necesidad de ir al patio, no es como si fuera a ver a Ari.

- ¡estás loca! - gritó el Alfa

- ¡tú lo estás!, ¿cómo puedes estar con ese estúpido y horrible Omega? - dijo enojada la Beta

- pues, para mi, es el mejor Omega que he visto en todo el mundo - dijo Ari en defensa

- tu no sabes nada estúpido - dijo la Betz acercándose a  el Omega

Andrés retrocedió un poco, tratando de evitar a la mujer, pero esta seguía acercándose.

sin embargo, la mujer, se acercó más y sacó de su bolsillo las tijeras que había tomado momentos antes, mientras que Ari la grababa, ¿de algo serviría no?.

Cuando la mujer estaba apuntó de apuñalar a Andrés, Ari la detuvo y evitó que le haga daño, luego llamó a la recepcionista, que estaba dormida y entregó a la mujer, diciendo que la lleve a la comisaría, y se llevó a Andrés a la habitación.

- ¿qué haces aquí?, es tarde - dijo el Omega 

- tuve un mal presentimiento - dijo sonriendo

- deja de mentir - respondió el Omega serio

- esta bien, esta bien, Víctor que dijo que su madre estaba rara y que pasó por su casa diciendo que acabaría con todo y vine aquí - dijo con una sonrisa 

- claro - dijo Andrés

- será llevada a juicio, Víctor y está en la comisaria - 

- ah -

- debes ir a dar tu versión - dijo Ari abrazando al menor

- la verdad, es que no me gustaría - dijo nervioso

- descuida, ella no te hará daño - dijo

- aún no me gustaría, y menos en estos momentos - dijo algo incomodo

- si así lo quieres, esta bien lindo - dijo besando su frente

- te quiero Ari - dijo sonriendo el Omega

- yo también Andrés - respondió el Alfa

continuara

:]

12/05/23

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Zσɳα ԃҽ ƈσɳϝσɾƚDonde viven las historias. Descúbrelo ahora