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En España eran las 12:00pm, Ari estaba estudiando en su casa para el examen que tendría el próximo martes, todo estaba tranquilo, Andrés estaba en un centro de salud mental y no daba problemas, fue un cambió radical para el, pero decidieron que era lo mejor. Siguiendo con lo demás, su madre cocinaba, y sus hermanos jugaban con pistolas de agua por alguna razón...

- mis hermanos están dementes - dijo para si mismo Ari 

Y luego de decir eso, Dennise entró a la habitación de su hermano completamente mojada y sonrió:

- ¡si no sales ahora te mojaré y también a tu preciada computadora - dijo apuntando hacia la computadora

- ¡ni se te ocurra Dennise! - dijo Ari alterado

- bueno, pero debes bajar - dijo Dennise sonriendo

-  ¡estoy estudiando, Dennise! - dijo algo enfadado, ya había avisado que iba a estudiar y no quería que lo molestaran

Tras  escuchar eso, Dennise se acercó a Ari y lo tomó de los hombros, lo miro fijamente y de inmediato pronunció:

- Ari, se que estás ocupado, pero quiero que salgas, ¿si?, además Robert también quiere que juegues con nosotros - dijo riendo - di que si - dijo sonriendo

Ari observó a su hermana fijamente y sonrió:

- esta bien, iré, pero en unos minutos, terminaré de ordenar esto y bajaré - 

- esta bien Ari, te esperamos abajo - dijo Dennise sonriendo

Cuando Dennise salió del cuarto de Ari, este, tomo su celular y guardo sus apuntes en su estante, luego volvería con ellos, sin más bajo las escaleras mientras veía su celular, tenía un mensaje de un número desconocido, parece ser que de otro país porque no tenía el código de España.

Sin más Ari ignoró el mensaje y dejo su celular en la mesa, tomó una pistola de agua y salió al patio junto a sus hermanos. 

(. . .)

Eran aproximadamente las 4:00pm, Andrés se encontraba en el centro observando por el balcón de este, miraba fijamente el pequeño jardín que tenía, estaba repleto de rosas de varios colores, era simplemente lindo de ver.

- Joven Andrés, venga - dijo Ramón

Andrés observó a Ramón y se acercó a el sonriendo.

- ¿te gusta lo que viste? - preguntó con una sonrisa el mayor

- ¡sip! - dijo Andrés emocionado - todo estaba repleto de rosas, eran muy hermosas - dijo viendo el balcón - 

- tienes completa razón, son muy lindas - dijo sonriendo 

- me encantaría salir de la habitación - dijo viendo a Ramón

Ramón también observó a Andrés y pensó en su propuesta, Andrés tenía prohibido salir de su habitación, debido al miedo de los doctores ya que este al observar cualquier cosa puede llegar a recordar algo, que puede causa varios estados de ánimos en el, y entre ellos, estaba el agresivo, al cual todos tenían miedo.

- la verdad, dudo un poco que puedas hacerlo - dijo viendo al Omega

- ¡pero yo quiero! - dijo algo enfadado - déjame salir aunque sea solo unos minutos a ver el jardín - dijo tratando de convencer a el psicólogo 

- mmm - Ramón pensó un poco más y dio su decisión final - esta bien, pero iremos los 2 juntos - dijo

- ¡esta bien! - dijo Andrés sonriendo - espera, iré por algo antes de salir - Andrés corrió hasta una cama y movió su almohada, dejando ver una libreta color celeste y un lapicero, de inmediato la tomó y se acercó a Ramón sonriendo - ya podemos irnos - 

- como tu digas - dijo sonriendo 

Andrés y Ramón bajaron las escaleras hasta la primera planta, y allí salieron por la puerta trasera, que daba acceso al jardín que tanto anhelaba ver el Omega.

- es más lindo cuando estás cerca a las flores - dijo Andrés sonriendo 

- tienes razón - dijo Ramón 

Andrés sonrió y se sentó cerca a los rosales, una vaga idea vino a su mente para escribir una pequeña historia, en eso, tomó su libreta y empezó a escribir.

Ramón observaba curioso al menor, no pensó que le encantaría escribir...

(. . .)

La horas pasaron y Andrés regreso a su habitación en completa calma, ya era de noche, Ramón ya se había retirado de su habitación y lo había dejado solo, lo único que podía hacer en ese instante era escribir sobre su vida con otro personaje, una historia vino a su mente y empezó a escribirla en la pequeña libreta que Ari le había regalado. Estaba motivado y nadie podía quitar esa inspiración de su cabeza.

Así pasaron las horas para Andrés, entre garabatos, letras y música, cada vez que observaba la ventana algo cambiaba en ella, ya sea su iluminación, que refleja, o el mismo día. 

Dejando eso de lado, Andrés vio como la puerta se abrió y frente a ella apareció Ari con una rosa en manos y una sonrisa en su rostro:

- Hola Andrés - dijo acercándose a este

- Hola Ari - dijo abrazándolo

- ¿cómo estás lindo? - preguntó el Alfa

- bien, ¿cómo estás tu Ari? - preguntó curioso

- pues bien, como no voy a estarlo si a mi lado esta el Omega más lindo que he conocido - dijo besando su frente

Andrés rió levemente ante el acto de Ari:

- esas son unas palabras muy lindas, Ari - dijo sonriendo

Ari también rió y dijo:

- ya lo se, pero más lindo eres tú - 

- no es para tanto - dijo Andrés sonriendo

- te traje esto - dijo Ari dándole la rosa - un pajarito me dijo que te gustan las rosas -

- ¿quién habrá sido? - dijo siguiendo el juego 

- eso no importa, lo que importa es que ahora estoy a tu lado - dijo riendo 

Andrés se levantó de su cama y se acercó a Ari y de inmediato pronunció:

- no sabes cuanto te amo Ari -

- igualmente Andrés - dijo sonriendo 

En ese momento, ambos se miraron a los ojos, sonrieron y se acercaron, dándose un beso en los labios, en serio, ambos se amaban demasiado 

Después de unos minutos se separaron y Ari dijo en un susurro para si mismo:

- ojala no sufras más cuando tenga que contarte sobre eso -

- ¿qué? - dijo confundido Andrés 

- nada, solo que jamás me separaré de tu lado por más que lo intenten -

- te amo Ari - dijo Andrés para luego abrazar a Ari

continuara

hola, ¿cómo está?

dejare un aviso y luego iré a dormir

2/07/23

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