22

11 3 0
                                    

— Quizás sí debí contratar banquetearía — dije preocupada mientras Jenny me miraba como si estuviera loca.

Jenny me observó con una expresión de incredulidad y luego dirigió su mirada hacia las bandejas de cocktail que estaban colocadas sobre la mesa y en el resto de la cocina.

— Obviamente sí contrataste banquetearía — respondió con tono sarcástico —. Mira toda esta comida, ¿apareció por arte de magia?

— Pero no contraté meseros — dije con cierta inseguridad.

— Afortunadamente, porque quedarías como una ridícula. Se supone que es una reunión de amigos, no una cena elegante.

— Podrías ser más amable al decírmelo, Jenny — le reproché, cruzándome de brazos.

— Perdón, a veces me contagias tu estrés y se me sale el sarcasmo sin darme cuenta — respondió con una sonrisa inocente.

Suspiré y me recosté contra la encimera, sintiéndome exhausta por la tensión acumulada.

— Es que no puedo evitar estresarme, Jenny.

— Lo sé, pero trata de relajarte y disfrutar de la noche. Todo estará bien.

— ¿Crees que a Nate le agrade Jake? — pregunté, dejando salir mi verdadera preocupación.

— Jake es el tipo de persona que cae bien a todos.

No como Calum ¿cierto?

El timbre sonó antes de que pudiera contestar y corrí nerviosa a abrir la puerta, era Nathan.

— ¿Estás bien? — preguntó de inmediato al ver mi rostro agobiado —. Luces como si necesitaras respirar.

— Está sufriendo mientras se cuestiona si debió contratar meseros — intervino Jenny, compartiendo mi angustia con una pizca de sarcasmo.

— ¿Meseros? ¿Por qué contratarías meseros? Lo normal sería comprar pizzas y cerveza.

— Ya sé que estoy siendo tonta — dije comenzado a sentirme avergonzada por mi neurosis.

— Solo estás siendo tu misma, no hay nada de malo — me tranquilizó Nate.

Oh, Nate hay un montón de cosas malas con ser yo misma.

— Nadie me entiende — bufé y los chicos se rieron.

Volvimos a la cocina, Nate abrió una cerveza y se sentó cómodamente junto a Jenny, mientras yo caminaba de un lado a otro, mordiéndome el labio con ansiedad.

— ¿True? ¿Tomaste tu pastilla para la ansiedad? — preguntó Nate, comenzando a sonar preocupado.

— No, no debo mezclarla con alcohol y tengo ganas de beber —  respondí, sin poder detener mis pensamientos — Aunque, eso también suena como una mala idea. Podría terminar emborrachándome y haciendo el ridículo frente a todos.

Nate se puso de pie y me sujetó por los hombros.

— Tienes que respirar, True.

Antes de que pudiera contestar sonó nuevamente el timbre haciendo que me sobresaltara, corrí nerviosa a abrir y me encontré con Jake y sus amigos, me hice a un lado para dejarlos pasar, Nate y Jenny se presentaron sonriendo.

Paula recorría la sala con la mirada pareciendo sorprendida.

— Linda casa ¿es tuya o la alquilas?

Por supuesto que el primer silencio incómodo tenía que ser provocado por ella.

— En realidad es de mi hermano — respondí, intentando sonar natural y aliviar la tensión.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 21, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

The wrong way IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora