Después de su ruptura, Sana no pensó que algún día volvería a ver a la madre de Jihyo, Kwon Jieun. Para ser justos, tampoco imaginó nunca que se reencontraría con la familia Park en Nueva York, donde intentarían matarla en más de una ocasión. Una jugada curiosa del destino.
Sana observa la acogedora casa de Jieun. En contraste con la de Jihyo, el lugar se siente más vivaz por la cantidad innumerable de fotografías, pinturas y adornos decorativos a su alrededor. Incluso el sofá de tres plazas se hunde bajo su peso como si le diera una cálida bienvenida con un abrazo aplastante. A pesar de que no es la vivienda que visitó durante años en Corea del Sur, las emociones que evoca le resultan familiares. De algún modo, aún logra sentirse como en casa.
La hospitalidad y atenciones de Jiuen también han jugado un papel importante en eso. El paso de los años no parece tan cruel porque Jiuen sigue siendo la mujer cariñosa que Sana recuerda.
Cuando Jihyo le dijo que su madre quería verla, Sana estuvo a punto de entrar en pánico. Había echado de menos a la mujer, pero tenía miedo de que las dos hubiesen cambiado tanto que el reencuentro pudiese ser incómodo. Sin embargo, fue todo lo contrario. De hecho, Sana no pudo evitar romper a llorar cuando Jieun la recibió con un abrazo tan materno y enternecedor que se sintió ridículamente diminuta entre sus brazos.
Hubo un intercambio de lágrimas bastante penoso, pero necesario. Jihyo permaneció al margen observando, como si viera el choque de dos mundos temiendo que alguna pudiera quebrarse. Por suerte, fue de una manera más bien emotiva, y finalmente pudo respirar con calma.
Sana y Jihyo habían acordado no contar más de lo necesario respecto al caso. Aunque Jieun sigue mejorando y el médico es optimista, Jihyo prefiere mantener el corazón frágil de su madre lo más seguro posible. Por tanto, mientras Sana le explicaba cómo habían decidido darse otra oportunidad tras su curioso reencuentro, omitieron los detalles más escabrosos de la historia.
En general, su madre pareció satisfecha, aunque su expresión se apagó cerca del final. Jihyo no podía culparla porque Nayeon y Jeongyeon, a pesar de ser unas alborotadoras sin remedio, se habían ganado su cariño. Por supuesto que se preocuparía por las dos detectives.
—Jeongyeon me pidió que me disculpara contigo de su parte —dijo Jihyo en mitad del ambiente pesado—. Quería venir a comer con nosotras, pero...
—Está bien —aseguró Jieun, con una sonrisa triste—. Dile que no tiene que disculparse por nada. Entiendo que no es aquí donde debería estar ahora.
—Le insistí que viniera —dijo Jihyo como un lamento—. No ha estado muy bien los últimos días y no me parecía correcto dejarla sola en el hospital, pero ya sabes cómo es.
—Lo sé, querida. No te preocupes. De hecho, estaba pensando en pasarme también por el hospital. Annabeth ha estado un poco ocupada últimamente saliendo con ese informático con el que trabajas, pero me prometió que me llevaría esta semana.
—Está bien, mamá. La llamé para que se tomara un tiempo libre. Había pensando en quedarme contigo una temporada durante mi excedencia. Yo puedo llevarte al hospital si quieres.
—Gracias, hija.
Por supuesto, Jihyo omitió la parte de su conversación con Annabeth en la que estuvieron cerca de discutir. Pero Jihyo no pensaba negar a Sana sólo por los sentimientos unilaterales de la enfermera. Era mejor así. Quizás un tiempo separadas las ayudaría a no destruir la amistad que Jihyo quería preservar.
Sin embargo, tampoco quería obligar a Annabeth a permanecer ahí si eso le hacía daño. No hay manera de que sea tan cruel con una persona con la que se siente tan enormemente agradecida.
Fue un alivio que Annabeth lo entendiera y se hiciera a un lado voluntariamente, y Jihyo realmente espera que pueda encontrar algo mejor con alguien más. Si ese alguien es Jackson, entonces Annabeth no puede estar en mejores manos.
—Podemos ir mañana —sugirió su madre con entusiasmo.
—Me parece perfecto —respondió Jihyo.
—¿Alguna novedad?
Jihyo no se dio cuenta de la tensión en su cuerpo hasta que Sana le acarició la pierna suavemente.
A veces le resulta increíble que Sana tenga este efecto relajante en ella con tan poco esfuerzo.
—No, me temo —suspiró Jihyo, pero intentó mostrar su mejor sonrisa—. Ya no está en coma inducido, pero aún no se despierta. El médico parecía optimista y dijo que podría ocurrir en un par de días. Con suerte.
—Nayeon es una mujer fuerte —dijo Jieun con seguridad y una sonrisa orgullosa—. Despertará.
—Bueno, te aseguro que nos enteraremos en cuanto pase. Jeongyeon no se despega de ella ni un minuto. Pondrá el grito en el cielo cuando Nayeon esté de vuelta.
—Espero que ese grito llegue a Japón si a la detective Im se le ocurre despertar cuando yo me haya ido —dijo Sana con un tono divertido que disipó parte de la tensión en el aire.
Jihyo encuentra impresionante la habilidad de Sana para mejorar el ambiente con un sólo comentario. Después de su intervención, no hubo más momentos dramáticos.
Mientras la observa en completo silencio acostada en el sofá, con la cabeza cómodamente apoyada en su regazo, se pregunta cómo puede Sana ser real. Cómo ha podido recuperarla a pesar de todas sus meteduras de pata será siempre una incógnita para la inspectora. Pero hay un hecho tan claro como el agua, y decide que es lo único que importa.
En medio del silencio y la tranquilidad del salón, con su madre descansando plácidamente en su dormitorio tras una comida más que agradable, Jihyo sólo suelta sus pensamientos en voz alta.
—Te amo.
Y Sana, que había estado distraída contemplando la decoración mientras le acariciaba la cabeza dulcemente, parece indefensa de pronto por el ataque de sinceridad de la inspectora.
Sin embargo, aunque se ruboriza por el brillo enamorado en los ojos de Jihyo, aún consigue esbozar una sonrisa de absoluta felicidad.
—Yo también te amo.
Sí, definitivamente está en casa.
FIN
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Amar y proteger ➳ Sahyo
FanfictionSu ex novia está de vuelta y la inspectora de homicidios, Park Jihyo, tendrá que olvidar su pasado juntas y ser profesional. El problema es que Sana no parece entender el concepto y continúa acercándose demasiado. Alternativamente, donde Jihyo debe...