05 || Mi ex novia

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Sana tiene una mirada perdida mientras el capitán William habla directamente con todo el equipo de homicidios, quiénes se han reunido a su alrededor. Jihyo está justo enfrente de brazos cruzados. Apenas presta atención a las palabras del capitán porque todo lo que puede ver y oír es a Sana.

—Nuestras prioridades han cambiado. Ahora no solo tenemos una víctima y un asesino suelto. La seguridad de la señorita Minatozaki está en juego, así que no quiero fallos, ¿entendido? —El capitán repasa con la mirada a todos, uno por uno, con una advertencia clara en sus ojos—. Reúnan más pruebas y revisen todo de nuevo las veces que hagan falta. Tenemos que atrapar a ese hijo de puta.

Jihyo espera a que el capitán termine de hablar. Ignorando la voz de Jeongyeon que la llama, emprende su camino hasta Sana, que permanece a un lado de Alen William con ojos distantes mientras se abraza a sí misma.

—Inspectora. —El capitán interviene antes de que pueda dirigirse a Sana, así que Jihyo se obliga a prestarle atención esta vez—. La felicito por salir de su estancamiento. Espero que siga progresando y atrape pronto a ese malnacido.

—Cuente con ello, capitán.

El hombre asiente, depositando su confianza en ella, y regresa a su oficina. Jihyo espera hasta verlo cruzar la puerta para hablar con Sana.

—Hey —llama suavemente—, ¿cómo estás?

Ella continúa desconectada de su alrededor. Jihyo es impecable en los interrogatorios, pero las preguntas emocionales no son su fuerte en absoluto. Y odia no saber qué decir en estos momentos para consolar a Sana o, al menos, reducir parte de todo lo malo que debe de estar sintiendo ahora mismo.

Jihyo duda un instante, pero suspira profundamente y se atreve a tomar la muñeca de Sana para guiarla a una sala vacía. La iluminación es pobre y el interior oscurece aún más cuando cierra la puerta a sus espaldas. Aún así, es capaz de orientarse hasta lograr sentar a Sana en una silla, luego le da la vuelta a otra y se sienta frente a ella. El ruido y movimiento logran traer de vuelta a Sana, que la mira a los ojos desconcertada. Jihyo le sonríe como respuesta y se inclina hacia delante, apoyando los codos en sus muslos.

—Vamos a hacer todo lo posible por atraparlo y mantenerte a salvo, ¿me oyes?

Sana asiente vagamente, como si en realidad no hubiera captado ni la mitad de la oración. Jihyo no soporta ver todo el vacío en su mirada. Siente que su corazón se encoge y no sabe qué hacer o decir para solucionarlo.

—Entiendo que estés asustada, pero vamos a poner un equipo a tu disposición para que te vigile las 24 horas del día. No vas a estar sola en ningún momento. Mantenerte a salvo se ha vuelto una de nuestras prioridades.

Sana repite el mismo movimiento errático de cabeza. Jihyo exhala, notando que el dolor en su pecho se hace más fuerte. Necesita algo para serenarse y afrontar esto con su determinación de siempre.

Sana se sobresalta ligeramente y observa las manos de Jihyo que de pronto sostienen las suyas.

—No voy a dejar que te pase nada, Sana.

Jihyo es consciente de que jamás debe hacer promesas que podría no cumplir. Está en el manual básico que ningún agente debe olvidar. Sin embargo, esta no es la inspectora Park prometiendo palabras vacías. Tampoco es adecuado convertir un caso en algo personal, ni involucrar sentimientos, pero ella nunca fue la más sensata y prudente cuando se trata de Sana.

La puerta de pronto se abre y Nayeon asoma la cabeza con una mirada incómoda. Jihyo sabe por qué está ahí, así que le pide tiempo con un gesto de cabeza.

—Yo me encargo —asegura en voz baja y ve a Nayeon asentir despacio antes de salir. Jihyo reafirma su agarre sobre las manos de Sana y le acaricia el dorso con los pulgares, esperando reducir la tensión acumulada—. Las cosas han cambiado, así que tengo que tomarte declaración otra vez. ¿Está bien?

Amar y proteger ➳ SahyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora